Poeta, cantante y trabajadora social
Nunca había salido a la luz ninguno de los versos que lleva años escribiendo. Pilar García (Jerez, 1981) es de esas personas que utilizan la literatura para gestionar emociones. Como un medio para aliviar su interior cuando le zarandea. Por eso, después de que cada poema hiciera su función, lo guardaba en un cajón.
Hace unos días vio la luz su primer poemario, La luz que habito (Aliar Ediciones, de Granada), un “libro ligero” con el que sanar corazones heridos. Un trocito de Pilar ha quedado en estas páginas en las que esta trabajadora social jerezana ha dado rienda suelta a su afición, que curiosamente comparte con su familia. Desde que era muy pequeña mostró inquietud por las letras, un mundo al que ha estado vinculada durante la crianza de sus hijos y en paralelo al desarrollo de su trabajo.
Estuvo 14 años como empleada de banca en Ceuta y, en 2022, regresó a su ciudad natal tras sacarse una plaza en el ámbito del trabajo social en la Junta de Andalucía. “Es lo que realmente estudié”, comenta Pilar, que no solo se acerca a la poesía, sino también a la música como herramienta para afrontar la vida con otra mirada.
Respuesta. Pues mi padre y mi hermano siempre han escrito. Y yo escribía, pero no se lo decía a nadie, yo lo escribía como para mí. Realmente esos poemas no los hice pensando en que los iba a publicar. Pero luego me di cuenta de que iba acumulando... iba pasando el tiempo, iba teniendo cada vez más.
"Escribía, pero no se lo decía a nadie, lo escribía como para mí. Esos poemas no los hice pensando en que los iba a publicar"
R. Ha sido casual. En mi Instagram compartí que no supe que quería publicar un libro de poesía hasta que lo supe. No lo había pensado. Un día vi un anuncio en las redes sociales de una editorial que estaba especializada en poesía, podía mandar un muestrario de lo que hacía y lo mandé. Me animé a compartirlo porque habían seleccionado poemas en distintos concursos, aunque nunca había ganado nada. Y me llamaron para que les mandara todo el poemario completo y que me dirían algo. Para mi sorpresa me dijeron que me lo publicaban. Tengo algunos que tienen un poquito más de tiempo, otros son más recientes. No todos los he metido en el poemario. Yo los escribía para mí en forma de expresión y luego los he ido corrigiendo. A lo largo del tiempo, cuando los volvía a leer, los corregía. Poco a poco les estuve dando la forma que a mí me gustaba.
R. Son vivencias que son comunes a todas las personas. Muchas personas han pasado por las cosas que he vivido yo. Pero a veces no nos atrevemos a expresarlo. Nos sentimos raros, como si a nadie le pasara. Muchas veces, la gente no habla de los sentimientos que tiene y no se expresa. Con los poemas, tienes esa libertad de decir cómo te sientes en un momento, aunque ya no te sientas así. Me gustaría que las personas se puedan sentir identificadas con algún punto de su vida. Y un poco menos solas.
"Me gustaría que los lectores se sientan identificados"
R. La muerte de seres queridos. Mi divorcio. El nacimiento de mis tres hijos. Hay un poema sobre la maternidad, otro a mi hija, otro a los desengaños que te puedes llevar en general. Hay un poco de todo. También hay referencias a la espiritualidad, un tema que me planteé hace poco tiempo. En los poemas se ve reflejado el tema de que haya un Dios o una energía universal.
R. Claro. Otra forma que tienen las personas de expresarse también es el canto. Me gusta, no me dedico a ello, pero voy a clases.
"Muchas personas han pasado por las cosas que he vivido yo, pero a veces no nos atrevemos a expresarlo"
R. En la academia he participado en algún evento y canto en un coro religioso. Tengo una minimaqueta, pero no la he sacado. Yo canto canciones de otras personas con las que me siento identificadas. Me gustan sobre todo las canciones en español que relaten alguna vivencia del autor o autora. Balada... digamos que no canto rock. Es mi manera de autoexpresión. Hay personas que se apuntan a un gimnasio y yo me he centrado en canalizar lo que me hace falta de esta manera.
Me gustaría que quienes lo lean se sientan identificados. En algún punto de su vida se han podido sentir así. Que se sientan comprendidos en cierta manera. Y aunque no haya estado en esa misma situación, que pueda sentir cómo se siente una persona en esos momentos. Hacer un ejercicio de ponerse en el lugar del otro. Me gustaría que llegaran a emocionarse y sentir que esos versos le están hablando directamente a sus emociones.