Inquietud sanitaria y empresarial
Fátima Jalón Ortiz, 32 años de edad, ha visto cumplido su sueño de tener su propia óptica en Jerez. Estudió Farmacia aunque también tenía inquietud por Económicas. Sin embargo, eligió la rama sanitaria, pero con la vista puesta en montar su propio establecimiento. Ha trabajado por cuenta ajena en otras ópticas hasta que le llegó la oportunidad de instalar la suya en un local que antes fue una tienda de moda en la zona de Torres de Córdoba, que regentaba su madre.
Ahora compagina su trabajo en el cuidado de la visión con gestionar su pequeña empresa y ser madre de cuatro niños. La atención clínica la sustenta en la innovación tecnológica que aplica en su profesión sin dejar de lado el ámbito de influencia de su óptica, que es también parafarmacia y gabinete de audiometría, en su barrio con una atención cercana a sus vecinos.
¿Desde cuándo se dedica a la óptica y la optometría?
Estudié el grado en Farmacia en Óptica y Optometría. Y ahora estoy estudiando Audiometría. Tenía vocación sanitaria, pero también me gustaba mucho el tema empresarial. Entonces me decidí por la óptica porque es mucho más difícil conseguir montar una farmacia. Estuve trabajando por cuenta ajena varios años, pero luego monté mi negocio, que era lo que yo quería en realidad.

Así consiguió su objetivo y también pudo desarrollar todas las ideas que tenía.
Me gusta mucho el trato con el paciente. Cuando trabajaba en farmacia por cuenta ajena, quería poner en práctica las cosas que yo haría. Por ejemplo, un control de diabetes o un control para la toma de la presión intraocular. Por eso siempre tuve la esperanza y las ganas de montar algo.
Y ese ‘algo’ es ya una realidad desde hace cuatro años y se llama Visualtropía. ¿Por qué este nombre y cómo va la experiencia?
Visualtropía es como redundar o hacer hincapié en la visión. En cuanto a la consulta y tienda, resulta que mi madre tenía en el barrio donde estamos, en Torres de Córdoba, una tienda justo en ese local, de zapatos y de moda. Después del covid ella decidió dejar la tienda y fue cuando decidimos montar la óptica. Lo enfocamos en farmacia y óptica. Nuestro barrio y nuestra clientela los conocemos desde hace muchos años, porque mi madre llevaba 20 años. Nos conocen mucho.
"Visualtropía nació en el local donde mi madre tuvo su tienda de moda durante 20 años"
¿Hay buena visión en ese barrio?
Pues hay de todo. Es un barrio con mucha población porque hay muchísimos bloques de pisos y muchísima demanda, desde personas mayores que necesitan progresivos hasta jóvenes y niños que cada vez necesitan más gafas. Y, aparte, también vendemos gafas de sol y artículos de parafarmacia de toda clase.
En niños y adolescentes, ¿hay cada vez más problemas de visión en estas edades por las pantallas?
Sí, la verdad es que el trabajo de cerca, no solo la pantalla, también por los estudios, está creciendo. Todo lo que sea trabajar de cerca y estar menos tiempo al aire libre hace que el enfoque cercano sea causa de que se desarrollen más miopías a edades más tempranas.

¿La óptica no escapa de los avances tecnológicos?
Sí, la óptica es una rama que avanza cada día. Incluso hay lentes progresivas que utilizan la inteligencia artificial para elaborarse. Es decir, introducimos al paciente en una máquina y nos puede dar ciertos datos para conseguir, por ejemplo, el progresivo más adecuado por su forma de mirar. La óptica es una ciencia que avanza continuamente, tanto en maquinaria de gabinete de optometría como para la fabricación de lentes y demás, también en técnicas para el control de la miopía en niños.
"Montar mi óptica fue un acto de convicción: quería tratar al paciente como merece"
¿La innovación alcanza también a los materiales?
Exactamente. Ahora hay materiales fabulosos con los que se realizan monturas. Antes, las lentes eran siempre de mineral, que pesaba mucho, y además, si se te caía la gafa, se partía. Ahora tenemos materiales orgánicos, mucho más ligeros, y además podemos conseguir graduaciones muy elevadas con espesores muy finos.
¿Recuerda alguna graduación o casos extraordinarios que le llamaran la atención?
Tenemos pacientes con más de 20 dioptrías. He tenido en un par de ocasiones personas a las que les he detectado presión intraocular alta. Entonces los he derivado al oftalmólogo, y resulta que tenían glaucoma, que al final es una ceguera silenciosa que no da la cara y que, cuando ya te das cuenta, la visión está perdida. Entonces, gracias a esta detección precoz de la tensión ocular elevada, hemos conseguido salvar gran parte de su visión.
En definitiva, cuatro años felices con su negocio y su profesión.
Sí, la verdad que súper bien. Me encanta mi trabajo. Además de la óptica y la parafarmacia, hemos abierto el gabinete de audiometría con las tecnologías nuevas en cuanto a la audiología. Y también enfocado un poco a la moda, porque la óptica está muy cuidada y prestamos mucha atención a los detalles.
"La óptica ya no es solo gafas: usamos inteligencia artificial para cuidar la vista"
Además, es madre y por tanto tiene un día bastante ocupado.
Tenemos cuatro hijos. Mi marido y yo nos las apañamos, la verdad que muy contentos y con muchas ganas. Nos gustan mucho los niños y nos gusta mucho trabajar, así que intentamos hacer las dos cosas como podemos.



