"La Selección era lo que transmitía, un gran ambiente. Recuerdo las caras cuando Gasol se lesionó antes de la final"

El sevillano Miguel Gallardo fue responsable de prensa en el largo lustro de éxitos de la Selección española de baloncesto. Periodista y abogado, cree que los medios "hemos hecho muchas cosas mal, pero no hemos perdido credibilidad"

Miguel Gallardo, en Chipiona.
Miguel Gallardo, en Chipiona. ESTEBAN

Derecho. Baloncesto. Periodismo. Da igual el orden

Miguel Gallardo (Sevilla 1956) cuenta que cumple los años el mismo día que Rafael Alberti, y que los últimos 10 años del poeta, más o menos, le tocó cubrir la noticia de su celebración. Nunca se lo contó al genio portuense. Es una de las muchas anécdotas de un hombre que va a cumplir 65 años, de los cuales 50 son de periodismo. Empezó de adolescente en La Voz del Guadalquivir, una radio del Sindicato Vertical franquista, donde ya hablaba de baloncesto. Jugó, entrenó a otros como el mítico Andrés Jiménez o al que fuera presidente de la Federación, José Luis Sáez. 

Además, estuvo en la fundación de la delegación de El País en Andalucía, con un tal Alfredo Relaño. Además, pasó por Radio Sevilla y se implicó en el nacimiento de la extinta Localia. En paralelo, como no pudo estudiar periodismo en Sevilla, acabó licenciándose en Derecho y ejerciendo durante 25 años. Hoy es propietario de una editorial y ha escrito varios libros. Uno de ellos, basado en su experiencia como responsable de prensa de la Federación Española de Baloncesto, en los mejores seis años, los que van desde la victoria en el Mundial de 2006 y la playa en los Juegos de Londres en 2012. Sevillano, cuenta que desde que tenía unos meses ha estado pasando largos veranos en Chipiona, donde ya se ha establecido casi seis meses al año.

¿Cómo vivió desde dentro aquel Mundial de 2006 en el que Pau Gasol y los suyos se llevaron el oro en Japón?

La verdad es que hasta el último día no nos creíamos que íbamos a ganar. Habíamos quedado cuartos un año antes en el Europeo. En semifinales se había lesionado Pau y a horas de la final había muerto el padre del entrenador, Pepu Hernández, aunque no se comunicó. Fíjate cómo afrontamos la final. Pero empezamos arriba y acabamos arriba el partido. Hasta que no acabó no nos lo creíamos. Sabíamos que éramos una de las favoritas y que todo era ascendente en aquella Selección. Pero creo que todos habríamos firmado estar en el podio, entre los tres primeros. Luego vino la ilusión, la celebración... Porque en el anterior éxito, el de la medalla de plata ante EEUU en Los Ángeles 84, íbamos prácticamente a hacernos la foto a la final. Donde más creíamos que seríamos campeones fue en el Europeo celebrado en España, que Rusia nos gana en el último minuto. 

¿Cómo era por dentro esa Selección? Tienen pinta de tener mucha guasa en distancias cortas.

Eran lo que transmitían. Era un equipo de un grupo de amigos, que renunciaban a mucho por ir a la Selección. Ahora lo han demostrado los Gasol. Pau ha querido estar hasta el final. El ambiente era fenomenal, es el que se transmitía hacia fuera.

"Ganar un Mundial no hace que acabe todo. Al contrario, hay que seguir siendo campeones y comunicarlo después"

Es más fácil comunicar cuando hay buen material, ¿no?

A Japón llevamos a casi 40 periodistas, antes de saber que íbamos a ganar, claro. Un presidente del Gobierno, o un rey, llevan seis o siete periodistas a sus viajes. Creamos un clima muy bueno. Fue más fácil comunicar por eso. Pero luego hubo que hacer un trabajo de recordar aquel éxito, porque esto no implica que cuando ganes se acabe, hay que seguir siendo campeones después.

Y eso ha dejado una huella en toda una generación de aficionados.

 

Eran ídolos por la calle. Creamos una campaña que funcionó, la de la Eñemanía.

¿Había libertad de prensa en el periodismo deportivo de la Transición o el franquismo?

Si había alguna libertad en la prensa, era precisamente en el deporte. Sí la había. Sin llegar a más. Si se decía que el Barcelona era más que un club, entonces eso sí eran otras palabras. Pero eran otros tiempos, cuando en la radio no se podía retransmitir más que un informativo el de RNE.

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Gallardo, entre palmeras en Chipiona.    ESTEBAN

José María García, desde los deportes, logró la dimisión de todo un ministro, el Pablo, Pablito, Pablete.

Sí, pero no hablamos ya de dictadura. El País, como otros muchos periódicos, tenían entonces una gran influencia. García Escuredo, primer presidente de la Junta, dimitió por un reportaje. Los medios han perdido esa fuerza.

¿Era un mejor periodismo?

Había censura, autolimitaciones… Era distinto, no mejor ni peor. Cuando muere Juan XXIII, como solo RNE puede darlo a conocer en su informativo común para todos, lo que hizo la COPE fue llamar a rezar por Juan XXIII. Y así se enteró España antes. Se salteaba un poco la censura. Pero en general los medios tenían más fuerzas. No era mejor, es que eran distintas necesidades de la gente. Hoy puedes denunciar algo en un reportaje y no pasará nada. Antes, si estos periódicos publicaban algo...

¿Qué hemos hecho mal?

Mal… Muchas cosas.

"A la gente siempre le interesará más el incendio de la casa de su vecino que el de una casa en EEUU"

¿Hemos perdido credibilidad?

No es exactamente eso. Lo que sigue publicando El País me lo creo, no son mentiras, igual que El Mundo, o ABC, por mencionar algunos medios nacionales. El problema es la pérdida de fuerza.

¿Qué falló en Localia?

Falló la rentabilidad de los proyectos. ABC tuvo una red de televisiones locales y Prisa tuvo Localia. Yo creo que esos proyectos han fallado por el alto coste de la producción televisiva y lo que se ingresaba. Pero la información que llega es la cercana, la más difícil de hacer, la local. La mejor noticia es la que más interesa. Y las próximas son las más importantes. Te interesa más si arde una casa en tu barrio que en EEUU. Pasa con la televisión igual que con los periódicos locales, las radios locales… Lo que interesa es lo más próximo.

¿Qué relación hay entre derecho y periodismo?

Ninguna y toda. Te leí una entrevista a un penalista que todos los españoles podríamos estar presos porque todos podemos cometer delitos. Eso es una verdad como un templo. Si aplicas la Ley, el que diga que no ha cometido ningún delito aunque sea pequeño, mientes. Cuando vas por la carretera, si te para el Guardia Civil, seguro que te falta el recibo del seguro, el triángulo o la bombilla de emergencia. Por lo que hay que rezar es por que no te paren.  La vida está llena de eso. No somos delincuentes. A mí personalmente ser abogado me ha valido para saber hasta dónde arriesgar con la información sin haber sido ni siquiera procesado ni denunciado en 50 años. Eso es más que suficiente. El periodista debe saber dónde estás, qué contar, y si pasas las líneas rojas.

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Gallardo, en una heladería.    ESTEBAN

Igual que cualquier persona puede acabar en la cárcel, cualquiera puede ser noticia.

Eso está demostrado. Incluso que se vea incluido sin provocarlo voluntariamente, en algún suceso, como víctima en alguna noticia. Otros buscan serlo.

¿Qué tiene Chipiona para los sevillanos?

14 kilómetros de playa espectaculares, un clima magnífico, un sabor a pueblo que otras zonas han perdido. Tiene aún esa forma de ser hasta en la construcción, porque no se ha optado por altos edificios. Tiene la Virgen de Regla, con devociones desde el siglo XIV. Tiene el Faro más alto de España, de los pocos que transmiten también hacia arriba, para los aviones. Tiene el moscatel, la gastronomía, las verduras, el marisco, las papas…

Y Rocío Jurado.

Ha sido la mayor embajadora, la más universal, y lo sigue siendo 15 años después de morir. Pero también existía Chipiona antes de ella. No le quitemos mérito, eh, pero Chipiona siempre ha tenido interés.

Un platito de verano.

Muchos… Pero el gazpacho nunca falla.

Un lugar para perderse.

Aunque parezca paradójico, Chipiona. Paso seis meses en Chipiona al año y seis en Sevilla. Es difícil perderse en agosto, pero sí, lo consigo.

Puesta de sol o ver amanecer en verano.

Puesta de sol. No me la pierdo. No hay dos iguales. La veo cada día en el Chiringuito Pepe. Ponen Qué no daría yo de Rocío Jurado cuando el sol toca el mar, y justo se pierde cuando acaba la canción.  Es mi ritual diario.

Un libro para el verano.

Ahora mismo me acaban de llegar de MRW cuatro cajas de libros. He editado ya 14 libros desde que empezó la pandemia. Este lunes presentamos en el Santuario un libro sobre la Virgen de Regla. Recomiendo éste porque es el último, pero tenemos libros de toreros, libros de Marina Bernal, de historia...

Sobre el autor:

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Pablo Fdez. Quintanilla

Licenciado en Periodismo y Máster en Comunicación Institucional y Política por la Universidad de Sevilla. Comencé mi trayectoria periodística en cabeceras de Grupo Joly y he trabajado como responsable de contenidos y redes sociales en un departamento de marketing antes de volver a la prensa digital en lavozdelsur.es.

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