Pionero y promotor de Jerez
Antonio Mariscal (Jerez, 1970) fue un pionero en la adaptación del sector turístico al mundo de internet. Lo hizo con Bookingfax, una empresa made in Jerez que fue clave para la renovación de un sector. De la mano de la localización por internet de la oferta vendrían las reservas, la mayor competencia, para que el irse de vacaciones sea algo que nada tiene que ver con lo que era hace 20 años. Tras estudiar Turismo en Jerez, se especializó en marketing y desde entonces ha trabajado para sí mismo. "En el 2000, solo el 15% de los hoteles permitían reservar por internet, y todas por formulario precio. Entonces no existía el comercio electrónico y olvídate de pagar, era otro mundo", recuerda.
Ahora, muchos de sus esfuerzos están dedicados al Clúster Destino Jerez, una agrupación de empresas que buscan vender en común de la mano de la mano de las administraciones para incrementar el número de ofertas y, sobre todo, mejorarlas, creando un canal de comunicación para que la ciudad mejore y, poco a poco, se afiance como una capital turística. Porque, defiende, Jerez no ha tocado techo. Ni mucho menos.
Yo recuerdo que tenía amigos que me decían que nunca tendrían móvil. Usted, imagino, escucharía también a hoteleros decir que nunca permitirían las reservas por internet y que no implementarían su sistema.
Decían que en la recepción se iban a entretener los trabajadores mirando internet. Entonces era la prehistoria para el turismo. Las ofertas llegaban por mail a veces, pero sobre todo por catálogos, y digitalizamos ese proceso. Hubo un momento en 2004 en que toda oferta de viaje pasaba por nuestra sede en Bookingfax, en calle Porvera. Hoy rondamos las 280 millones de ofertas consultadas. Es un disparate. Luego, también intentábamos hacer algo tan común hoy en día como las videoconferencias. Con el ADSL a 57 kb de velocidad, no había forma, porque los ordenadores no tenían capacidad.
¿Cuál es la próxima revolución que pronostica en el turismo, ya que vio venir aquella de internet?
Hemos visto varias revoluciones. Recuerdo una reunión con unos amigos en 2006 en la que ya hablamos de las redes sociales. La próxima será la de los robots y la inteligencia artificial aplicada al turismo. No creo que sustituyan a las personas, pero sí marcarán muchos aspectos. Las ofertas serán cada vez más personalizadas, gracias a la gestión de la información de esa inteligencia, gracias a algoritmos cada vez más complejos, según los hábitos de cada uno.
Vamos, que si hay alguien en Boston a quien le gusten los caballos y el vino pero no conozca Jerez, se le ofrecerá el destino.
Eso se hace y con un tipo de publicidad, en la que las empresas pagan para buscar determinados perfiles. Está muy avanzado.
Lo que parece que no cambia es la del falso chollo de viajes.
Hay una tendencia en las empresas a ello, pero nosotros intentamos que lo que se llaman los precios ópticos sean coincidentes con la verdad. No vas a irte al Caribe desde España por 200 euros, luego te explican que eso es solo el alojamiento. El turismo es un negocio donde compras algo sin haber sido capaz antes de tocar los asientos donde viajarás ni puedes haber estado antes en la habitación. Cuando la demanda cae, se lanzan campañas impactantes.
"Jerez tiene mucho recorrido, pero se invierte poco en promoción"
Esa oferta, entonces, se tiene que basar en la confianza.
Con las reseñas se ha avanzado mucho. Hoy en día, cualquier plataforma de distribución turística la tiene. Podemos basarnos en reseñas para confiar. Hoy en día no nos basamos en imágenes bonitas y perfectas de playas y hoteles, sino que nos vamos a los propios contenidos que los usuarios suben a las redes sociales para nosotros decidir comprar.
¿Cómo se vende Jerez?
Creemos que nuestra ciudad tiene que romper como destino. Hablamos de que en Andalucía hay tres grandes históricos, Sevilla, Córdoba y Granada, el triángulo del turismo. A ese triángulo se suman ciudades como Málaga, como ciudad potente hoy en día. A final de los 90 no tenia apenas atractivo la capital porque no miraba al mar. Nosotros decimos que Jerez tiene que ser la quinta ciudad, no solo por tamaño, sino por cercanía y oferta al mar, por el aeropuerto, infraestructuras, el circuito, la Real Escuela, las bodegas… Hoy vemos precios hoteleros que han descendido con los años. Se construyen algunos establecimientos, pero el volumen de plazas no ha aumentado después de los que crecieron por el 92. Jerez tiene mucho recorrido por la oferta patrimonial y cultural que posee. Hay que invertir más en promoción, porque creemos que se invierte poco. El Ayuntamiento está endeudado, y dependemos de acciones del Patronato provincial y la Consejería. A la vez, Jerez tiene un calendario cada vez más amplio. Hay que hacer un esfuerzo mayor. Muchas veces, por desgracia, las promociones municipales se quedan casi de puertas adentro. Está pendiente la asignatura de sentarnos el sector y la administración local. No falta oferta, falta promoción.
"Todos ganamos si alguien arregla una vivienda para uso turístico, aunque luego a veces no salga bien la inversión"
Creo que hay un símbolo de cierto fracaso hotelero, y es el Prestige Palmera Plaza, abandonado en una de las entradas al centro y junto a la Real Escuela.
Siento la pura realidad: a nivel hotelero, Jerez no es una plaza fuerte. El precio medio es bajo comparado con otros de similar categoría. Al tener precios bajos, no es muy atractivo para la inversión. Tenemos inversión pequeña tipo boutique, de 15 o 20 habitaciones, que aplaudimos porque es parte del casco histórico, porque revitaliza, recupera edificios singulares, pero Jerez no vive la construcción de un gran hotel desde el año 92 aproximadamente. El Palmera es consecuencia de que Jerez no sea muy rentable. A medida que podamos potenciar Jerez, veremos cómo puede ser recuperado. Fue una pena en el 96. cuando el Don Tico se convirtió en puticlub. Es triste que un hotel de cuatro estrellas pase a ser un establecimiento denigrante para las mujeres. Afortunadamente desapareció.
¿El futuro pasa por Airbnb?
Tiene su público y es diferente al de los hoteles. El grupo municipal Ganemos realizó un informe, bastante bien hecho por cierto, sobre viviendas turísticas en Jerez. Es un negocio que tiene techo. No por tener más viviendas turísticas tendremos más demanda. La ocupación media esta en el 37% con 500 y algo euros al mes. Sumas limpieza, agua, y Jerez tampoco es ahí un destino muy rentable. Cubre una necesidad, pero luego hay problemas con vivienda turísticas, porque está la legal, pero también la alegal.
¿Compiten con los hoteles?
A veces, sí. Sobre todo hoteles y hostales con niveles más bajos. No compite con el de la piscina. Tenemos buena ocupación en agosto de los tres y cuatro estrellas por sus piscinas y porque hay interés por las playas. Jerez es el campamento base.
Entre tanto, tras el primer confinamiento, cada vez se vieron en oferta de alquiler tradicional más viviendas que eran turísticas.
Porque no es un negocio tan sencillo como algunos creen. Hay quien invierte, pero la pandemia ha colocado mucha vivienda en el mercado tradicional de alquiler. Esas viviendas que se pensaron para tener una segunda renta se convierten en un peso en forma de hipoteca, por lo que ahora se incorpora al alquiler. Ahora bien, si hay personas interesadas en invertir, bienvenido sea. Si consiguen rentabilidad, bien; y si no salen bien, se incorporan como alquiler tradicional y al menos serán inmuebles recuperados. El edificio que se recupere en Jerez, después de estar destrozado, siempre es bienvenido.
¿Confía en el revulsivo del Museo del Flamenco y el de Lola Flores para esa parte del casco histórico en peor situación?
Ojalá. La apuesta está ahí. El museo de Lola Flores traerá mucho público, y tiene que ser tractor para que alrededor de estos dos nuevos museos se desarrollen actividades económicas, que ganen en valor. Habrá entonces quien quiera montar tiendas, bares, hoteles... Pensamos los jerezanos que el centro de Jerez es la parte comercial de calle Larga, el mercado, Doña Blanca, Algarve...Pero la realidad es que el casco histórico es intramuros. El silencio es lo que lo marca. Hay pocos habitantes, hay pocos turistas que entran. Por lo general, son calles solitarias. Lo que sea revitalizar esa zona redundará en un beneficio para todo su entorno.
"Hay jerezanos que piensan que el Guadalete huele fatal, y es mentira, es una delicia"
¿Qué le parecen esas imágenes de turistas que no saben dónde meterse en verano?
Cada vez las tecnologías juegan más su papel y ya saben encontrar lugares recónditos. Una anotación en Google llega al turista. Ahora bien, la ciudad necesita en una nueva señalética, porque está anticuada e incluso aparecen establecimientos desaparecidos. Ojalá podamos gracias a las tecnologías mostrar todos los rincones bonitos de Jerez. Hay muchos, hay muchos relojes de Losada.
Los jerezanos, dicen muchos, tenemos que ser los primeros en conocer todo ese patrimonio.
Hay que hacer un esfuerzo entre todos para poner el foco. El reloj de Losada, además de la recuperación de una pieza histórica, supone valorar algo que estaba ahí. Queremos hacerlo con la estación y con el Puente de La Cartuja, para que sean declaradas Bien de Interés Cultural. Los jerezanos tienen que descubrir el Guadalete, que piensan muchos que huele fatal y es mentira, es una delicia, invito a todos a que alquilen un kayak en La Corta, que disfrute y vuelva.
Para hacer florecer, un ejemplo es Asta Regia.
Ya veremos si somos capaces de verlo algún día, no es tan sencillo que la Junta expropie. Supone un esfuerzo de muchos años. Mira Itáica, donde solo vemos un 25% de lo que hay debajo. Es la realidad de Doña Blanca o Asta Regia. El patrimonio de Jerez no es solo flamenco, vino, caballos y circuito, sino también historia.
¿Cómo puede haber tanto paro en un lugar donde hay tanto por hacer?
Soy un defensor del turismo, y eso supone que no defiendo solo al sector turístico. Supone la diversidad de otros muchos sectores, porque el turismo es un sector que integra dentro de una cadena. Permite crear empleos para quien tiene alta cualificación y para quien tiene más baja. Creo que puede ser una forma de crear empleo estable todo el año. No solo por eventos.
Un platito de verano.
El gazpacho.
Un lugar para perderse.
Donde estoy La Barrosa.
Puesta de sol o ver amanecer.
Puesta de sol en La Barrosa, cayendo por detrás del Castillo de Sancti Petri.
Un libro.
A cien años de Annual. La guerra de Marruecos, de Daniel Macias.
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