Sandra Pérez: "Juan Carlos Aragón demostró que el Carnaval es un formato apto para la filosofía"

La periodista y filósofa desgrana en el libro 'Juancarlismo, la palabra disfrazada' toda la obra de uno de los autores más importantes de la historia del Carnaval de Cádiz desde una perspectiva filosófica

Sandra Pérez Castañeda ha publicado 'Juancarlismo, la palabra disfrazada'.
Sandra Pérez Castañeda ha publicado 'Juancarlismo, la palabra disfrazada'. MAURI BUHIGAS
17 de abril de 2023 a las 19:43h

'Juancarlismo', la palabra disfrazada

Para aquel que conozca un poco el Carnaval de Cádiz, el juancarlismo no le será ajeno más allá de que lo profese o no. La muerte de Juan Carlos Aragón en 2019 fue un auténtico palo para la fiesta. Muchos aficionados aún no han asimilado la pérdida de una autor que, posiblemente, pasaba por su mejor momento. Sus letras siempre han sido descritas como complejas. El trasfondo, como no podía ser de otra forma, era filosófico. La periodista y filósofa Sandra Pérez Castañeda (Cádiz 1972) compartió espacio y tiempo con Juan Carlos Aragón en el barrio de La Laguna. Cuatro años después de la muerte del autor ha presentado Juancarlismo, la palabra disfrazada, una obra en la que se desgranan todos los aspectos filosóficos de uno de los comparsistas y chirigoteros más geniales que ha dado Cádiz y que, para suerte de los gaditanos, decidió emplear todo su talento en la fiesta de su ciudad.

En el libro viene una frase que dice que los filósofos aplicáis los métodos de pensamiento de la filosofía de manera casi inconsciente. ¿Juan Carlos Aragón era consciente de la filosofía de sus letras desde el inicio?

Yo creo que es intencionado, aunque la filosofía esté interiorizada en él. Lo creo, porque los métodos que usa son los que se destinan en filosofía a la validación de verdad. Hay muchos tipos de métodos de conocimiento, pero lo que él utiliza, de la rama de lógica formal y lógica de predicado, lo que busca es la verdad por forma. Ahí hay una intencionalidad de hacer discurso de verdad.

Sí que están interiorizados los temas. Por todos es sabido que tiene recurrente la llamada a la muerte, la llamada a Dios, a la religiosidad. Son temas que trabajamos en filosofía. Hay una rama de la filosofía que la teología, otra rama, la teodicea, ontología. Son ramas en las que estás trabajando Dios, el ser, es la muerte.  Aparte de por experiencias personales como la pérdida de un hermano en el caso de la muerte, son temas recurrentes en la trascendentalidad en general. 

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Sandra Pérez es periodista en Canal Sur.   MAURI BUHIGAS
Calixto, uno de los mejores amigos de Juan Carlos Aragón, dice en el prólogo que para él era más fácil escribir la comparsa que la chirigota. ¿Dónde se encuentra más filosofía?

Yo encuentro las dos, pero es verdad que el formato de la comparsa le da a Juan Carlos una facilidad para entrar en el registro de pasodoble ensayo, como yo llamo, para coger un tema y escudriñarlo, hacer una analítica. También va parejo a la madurez de él. Al principio va más por la cuestión de los amigos. Yo creo que eso fue madurando hasta que él empezó a sentir que era un medio de expresión para sus temas.

¿Se nota mucho la diferencia sobre este aspecto entre la última chirigota y esa etapa primera que parece más desenfadada?

Con menos enjundia. El paso a la comparsa en Juan Carlos va anticipándose con pasodobles de corte acompasado que ya se empiezan a ver en Las Ruinas Romanas. Creo que es un salto natural. Él expresa opiniones en la chirigota, pero más en tono de broma. Pero cuando empieza a hacer un pasodoble tipo 'En el norte los del norte' ya están diciendo cosas muy serias. Y el nivel de seriedad que tiene el pasodoble de Blas Infante pues nadie puede dudar que tiene una enjundia de la trastienda de Andalucía muy fuerte.

"Desde el principio Juan Carlos está desplegando filosofía del gaditano"

¿Alguna obra con la que comience claramente la dimensión filosófica de Juan Carlos?

Hay filosofía en todo si lo miramos desde una perspectiva amplia. Yo entiendo que es así. Desde el principio él está desplegando filosofía del gaditano. Pasar de salir en un coro a crear una chirigota para hacer una crítica irónica del coro es una perspectiva filosófica. Desde los inicios de su autoría completa ya está la perspectiva filosófica. 'En el norte los del norte' está dividiendo el hemisferio en dos modos de vida, en dos búsquedas de felicidad, en búsqueda de justicia. 

Él muchas veces ha explicado que no hacía referencia a ningún territorio concreto. ¿La letra analizada valida esto teniendo en cuenta el contexto sociopolítico de España?

Él habla muchas veces del conflicto vasco hablando de asesinos. Porque el derecho a la vida es un derecho que él ve irrenunciable. Pero ahí habla de crear las armas, no habla de matar. No creo que sea una cosa localizada tanto en nuestro país. Yo creo que todos los textos tienen lecturas distintas y la intención del autor incluso se escapa. Si un vasco se siente ofendido por eso, porque reconoce una caracterización de su pueblo, pues es porque ahí está. 

¿Cómo conjuga el ser y el parecer en su obra?

Juan Carlos está en el ser totalmente, porque está en la verdad, utiliza el Carnaval como acceso a la verdad. El parecer es el juego de los sentidos que te puede dar el Carnaval o el manejo de sentidos que hay en Cádiz. Aparte de que se ven las letras, porque la obra tiene una coherencia interna impresionante él en entrevista dice, "no, no, yo escribo con el corazón". Y él está escribiendo con el corazón y eso significa que está escribiendo en el ser.

Su entorno dice que era una persona muy tímida, que era muy difícil que hablara de sus emociones. El Carnaval le sirve a él para desnudarse. Además, aunque habla en primera persona, la voz que suena es la voz del grupo. Incluso saliendo a escena, esa timidez es protegida por el grupo.

"Con la Torre de Preferencia consigue poner en boca de todo el mundo su nabo"

Desde la perspectiva filosófica, ¿cómo se explica que el mayor intelectual del Carnaval de Cádiz tuviera esa predilección por el bastinazo?

Cuando llegué a Juan Carlos me di cuenta de la conciencia que tenía sobre la esencia del Carnaval. Ha hecho método filosófico también en el análisis del Carnaval. Juan Carlos sabe que hay que divertir. Le encantaba atacar al puritanismo. Con la Torre de Preferencia que él hace una virguería porque hace una marca de autoría, escandaliza, consigue poner en boca de todo el mundo su nabo. Con los niveles de sentido que maneja, él estaba en eso.

Divertir es necesario en el carnaval. Además se basa en convertir la voz de uno en la voz de muchos. No sólo pone ideología política o mensajes de valores. También cachondeo o palabras inventadas porque busca meterse en la boca del otro. Para mí es revolucionario por eso, por su facilidad para colarse en las gargantas de los demás y cumplir el mandato del Carnaval, que es ese intercambio de voces con el pueblo. El bastinazo no es irreconciliable con la filosofía porque es una ruptura y como ruptura abre una grieta y como grieta abre sentido. La filosofía tiene un tiene una capacidad de creatividad increíble, juguetona.

¿Se puede considerar su obra repetitiva?

Para los juancarlistas no porque el reconocimiento da placer como dice Aristóteles en Poética. Todo lo que tú consigas disparar reconocimiento es placentero en la en la escucha, la retención. Ahora, también eso le provocaba críticas porque a los que no estaban tan abiertos a las propuestas de Juan Carlos les resultaba el egocéntrico, ególatra y repetitivo. La repetición es necesaria para para activar la memoria. Lo que él pretendía hacer, que era ser reconocible y ser cantado, necesita repetición. 

"Juan Carlos ama al Carnaval, ama a Cádiz y ama a sus vecinos"

¿Qué has descubierto del autor que no conocías?

Muchísimo. Mucha honestidad. He descubierto a un Juan Carlos hombre que no me había parado a pensar. Se sabía que escribía bien. Si no piensas bien no puedes escribir bien. ¿Qué me he dado cuenta con Juan Carlos? Del nivel de compromiso que tenía con el Carnaval, de lo fundamental que era el Carnaval en su vida, no como vía económica, sino vía expresiva. Lo clásico que era en cuanto a su fidelidad con las funciones del Carnaval.

Era esencialista con el Carnaval y hay que valorarlo. Daba apariencia de moderno y rompía con muchas cosas pero sin embargo era fiel a los orígenes y fundamentos del Carnaval. Eso habla de una persona reflexiva. Yo hablaría de amor. Juan Carlos ama al Carnaval, ama a Cádiz y ama a sus vecinos. Tiene un compromiso vital con el Carnaval.

¿Qué es lo que más te ha costado entender?

Casi nada porque era muy cercano a mí. Yo nací en el mismo barrio. Su lenguaje es un lenguaje cercano. No me ha costado, me he complacido mucho. Yo estaba muy orgullosa antes, pero no te puedes imaginar lo orgullosa que estoy después como gaditano que ha llevado el Carnaval a ese nivel y se lo ha tomado tan en serio.

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Se crió durante la misma época en el mismo barrio que Juan Carlos Aragón.   MAURI BUHIGAS
Me llama la atención en su obra el tema de las contradicciones que hablas en el libro. Es antimilitarista pero llama a la guerra contra el tirano. Su relación con Dios parece muy contradictoria o lo que comentas de la complejidad de los repertorios con la fidelidad a la esencia. ¿Cómo se explica todo esto?

Eso en identidad es súper normal. Ser seres puros en esta sociedad es muy difícil. En lo de Dios observo que Juan Carlos no niega a Dios, sino el relato católico de nuestra religión. Niega que sea todopoderoso o una serie de aspectos que se han relacionado con Dios a partir de atribuciones de la Iglesia Católica. Creo que Juan Carlos no se puso a investigar otro tipo de divinidades, pero pienso que él se hubiera sentido más cercano a otras religiones. 

Desde luego lo que sí tengo claro es que él es consciente de la importancia del sentimiento religioso, porque además piensa que la religión es una religación que te está uniendo a lo trascendente, que lo trascendente no sólo es lo de arriba, eres túÉl es humanista, tiene unos valores muy sólidos y la religión cabe ahí. Él se rebela contra el relato católico.

"Juan Carlos no niega a Dios, sino el relato católico de nuestra religión"

También sobre el cierre de fronteras y Cádiz como patria.

Él está en contra del cierre de fronteras. Pero también saca un Chele Vara para devolverle Cádiz a los gaditanos. ¿Hasta qué punto ese tipo de propuestas son bromas o van en serio? Lo que pasa es que son bromas que se hacen mucho en Cádiz con ese ombliguismo gaditano que tenemos. El Carnaval sirve para unir a la comunidad y ese tipo de bromas hacen que el gaditano también se enorgullezca.

Con la guerra él es contrario, pero también dice que con Cádiz se lo pensaría. Lo que sí tiene es un germen revolucionario y cuando estás ahí te mueves en esos términos. Él lo que quiere es una revolución que consiga que el pueblo tenga el poder. Me dijeron que él era ácrata. Yo barajé el anarquismo, pero no lo pude justificar. Es ácrata, niega los gobiernos y preferiría vivir en sistemas donde no haya jerarquía. Pero si hay algún tipo de gobierno que sea de pueblo.

¿Cómo has conseguido conectar y relacionar todas sus obras? Por ejemplo, a simple vista, no parece que Los Inmortales Las Noches de Bohemia puedan tener relación.

De todos los trabajos que he hecho filosóficos y literarios este ha sido el que menos trabajo me ha costado porque me he divertido mucho. Cuando lo descubrí dije 'pero esto qué es'. No lo había pensado nunca, pero trabajando empecé a hacer juegos de antecedentes y consecuentes y comencé a darme cuenta de cómo toda la obra tenía coherencia interna. Yo buscaba marcas de autoría.

Yo identifiqué algo que creo que no se había identificado que era la relación amor-tiempo, algo que tiene mucha importancia en Juan Carlos. El espacio tiene importancia, pero es que el espacio es Cádiz. Él no está trabajando los espacios porque lo tiene claro, el espacio es fundamental y la raíz de todo es un espacio que es Cádiz.

Y ahora, a partir de ahí trabaja el tiempo. Trabajando el tiempo ves que empiezan a salir relaciones ligadas al tiempo. Cómo ha sido un personaje en este tiempo y cómo es su evolución. Los Parias Los Millonarios pueden considerarse contradictorios también. Un sintecho vive su mendicidad desde el pesar y otro desde la liberación. Es una evolución.

¿A qué responde su obsesión con la libertad y a los límites que le pone como la vida y el amor?

La libertad es algo que en Cádiz es importante. Por ejemplo en Sevilla no se ve esa preocupación. Juan Carlos entra en una cuestión que en filosofía se llama aporía. No está resuelto. No hay una definición de qué es libertad. Él empieza a trabajar qué es porque quiere ser libre. Su necesidad vital le empieza a mover en este sentido.

Está el juego de Los Condenaos que es un juego clásico de la filosofía. Si la libertad está en el movimiento físico o si la libertad está en el pensamiento libre, pero va más alláPor ejemplo con la libertad de decisión. Yo decido la cárcel del amor, pierdo mi libertad por amor. Eso es un acto libre. La pérdida del reino de los cielos por el reino de su amada.

Hasta que llega a directamente a que la libertad está en la acción. Entra en esa sacudida al gaditano que lleva desde sus orígenes. Pero pienso Las Noche Bohemia es la comparsa con la que más ha empujado a la acción como modo de libertad. Hacer acciones audaces para sentir que tu vida es auténtica y que has decidido tú. Que es la forma de libertad que puede permitir vivir en sociedad y con gobiernos.

"El público carnavalero está cantando filosofía y no lo sabe"

¿Por qué hay que leer el análisis si en el propio libro se dice que la obra de Juan Carlos hay que interpretarla personalmente? ¿Qué puede aportar un libro filosófico como este?

Porque yo creo que la filosofía es una gran desconocida en nuestra sociedad y de hecho siempre se ha hablado de Juan Carlos Aragón como poeta, cuando para los que trabajamos la filosofía, vemos claramente el corte filosófico. Yo me he dado cuenta de que de que Juan Carlos no estaba visto desde la filosofía.

Y luego Juan Carlos ha hecho una cosa muy importante para la filosofía, que es demostrar que el Carnaval es un formato apto para la filosofía. Eso que desde la parte de la disciplina filosófica hay que reconocerle a Juan Carlos que haya vertido tal cantidad de filosofía en un público tan heterogéneo como es el público carnavalero. Están cantando filosofía y no lo saben. Es muy bonito eso que ha hecho.

¿Es posible conocer el sentido completo de la obra ignorando su vida personal como haces?

Eso es algo que lo hacemos constantemente. De Juan Carlos sí tenía conocimiento porque somos coetáneos y del mismo barrio. Todos nos conocemos. Lo que yo no me he preocupado es de conocer datos biográficos. No me he preocupado de saber a quién estaba cantando. Si él no lo decía yo no he intentado adivinarlo. Porque tampoco creo que aporte. Juan Carlos nos ha hablado a los gaditanos, e indirectamente al mundo entero. El gaditano que preste atención puede conocer al hombre que le está hablando.

¿Por qué usaba la narrativa en todas sus piezas menos en el pasodoble?

Me va a tirar un pedrusco Juan Carlos desde el cielo pero no lo veo especialmente buen narrador. Es buen narrador en chirigota porque conjuga muy bien el humor, el disparate, lo ilógico, lo absurdo, lo surrealistaEn comparsa se le da mejor la filosofía. La poesía está más cerca de la filosofía en el formato carnaval.

¿Cuál es la letra con la que mejor se puede conocer a Juan Carlos?

Él se desnuda mucho en el amor y en los pasodobles de lecciones a su hijo porque es una transmisión de valores a una de las personas más importantes de su vida. Ahí hay ideología, política, el hombre que quiere que su hijo sea... 

Y el amor porque es fundamento de su vida. No lo entiendo sólo como el amor entre hombre y mujer, sino la primera trascendencia. Te estás fusionando y mezclando con el otro. La primera metafísica y la energía más importante. Juan Carlos se apoya mucho en la energía más poderosa que hay en el universo.

"Juan Carlos venía de fábrica"
¿Cómo se explica la precisión en los conceptos abstractos?

En filosofía trabajamos eso. De todas formas yo insisto mucho en que Juan Carlos venía de fábrica. El paso por filosofía te adiestra, pero si no lo tienes no llegas a ese nivel. Tiene un nivel de corrección de pensamiento muy alto. En Cádiz eso es habitual incluso con personas que no han llegado a estados altos de la educación, pero piensan bien. Pensar son asociaciones. Kant decía que pensar bien era un talento personal.

¿Qué has hecho para despojarte de tu faceta periodística?

Son niveles de conciencia distinto. En filosofía estás en abstracción. En periodismo estás en la descripción de hechos. Yo trabajo en informativos en televisión y estoy sujeta a imágenes. Además no soy de opinar libremente. Creo que opinar es una cosa muy seria que, además en España no se hace tan seriamente. No se argumenta bien.

Creo que en periodismo deberían introducir filosofía y no se introduce. Mi manera de hacer periodismo es testificar hechos. Te mueves en el qué, quién, cómo, cuándo y por qué. La filosofía es otro nivel de discurso.

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Presenta un libro en el que se centra en la obra del autor desde una perspectiva filosófica.   MAURI BUHIGAS
¿Qué posibilidades hay de que se repita un fenómeno como el de Juan Carlos?

Yo tengo 50 años y dudo que lo conozca. También porque los tiempos son distintos. Yo he vivido un Carnaval galáctico con figuras en un mismo concurso. Estamos también aún con la resaca de la muerte de Juan Carlos y el covid. Ahora mismo no tiene ese brillo el concurso.

Pasa también con el tema de la democracia y las redes. Todo el mundo está diciendo ahora qué opina. Hace 20 años que te dieran la voz era un diamante. Hoy en día no tiene esa fuerza porque todo el mundo hace opiniones públicas. La energía de reiviindicación de los carnavaleros hace 20 o 30 años ahora no está.

¿El carnaval y el gaditano estaban preparados para Juan Carlos Aragón? ¿Fue adelantado a su época?

Yo era coetánea y flipaba. Los Tintos Los Yesterday fueron chirigotas con las que su generación se identificó plenamente. Juan Carlos no es ajeno a Cádiz ni a los gaditanos. Yo al vivir muchos años en Sevilla sí veía que el fenómeno de Juan Carlos era distinto al resto. En Cádiz se tapaba y sacaban a otros autores. Me iba al norte de España y escuchaba a gente cantando sus cosas. Yo no he escuchado en el norte a nadie más que a Juan Carlos Aragón. Los códigos de habla que ha creado Juan Carlos no los ha creado nadie en los últimos tiempos. 

"Nunca dejó de ser lo que en esencia es el Carnaval, un gaditano normal que hace carnaval"

¿Qué hubiera sido de Juan Carlos si en vez de dedicarse al Carnaval, un fenómeno local, se hubiera dedicado a algo con más proyección?

Él hizo perfectamente lo que hizo. Nunca dejó de ser un gaditano cantando los gaditanos. No se profesionalizó, no fue de artista por la vida. Siempre fue con lo que él se ganaba, la vida pero murió siendo profesor de filosofía. Nunca dejó de ser lo que en esencia es el Carnaval, un gaditano normal que hace carnaval.

Juan Carlos tenía cabeza para explorar y muchos caminos. No sé cuál le hubiera venido bien. Yo creo que la filosofía pura a secas se le hubiera atragantado porque era una persona que necesita de la gente muchísimo. Escritor y todo eso son caminos muy solitarios. Por ejemplo, cantautor podía haber sido, pero yo de verdad que me alegro un montón de que Juan Carlos se mantuviera puro hasta el final.

Juan Carlos se parece muchos gaditanos que yo conozco. En esencia es la forma media del gaditano que siente que está en el reino de del cielo, trasplantado a tierra, que es Cádiz. Tiente todo lo que necesita que es el mar, una ciudad bonita y gente alegre. Quiere una vida sencilla.

Ego tenemos todo y él lo tenía seguro, pero que siempre supo mantener el valor de lo que era tener una vida sencilla en Cádiz como lo más valioso. Y yo creo que Juan Carlos perdió el anonimato muy pronto. La comunicación, que es el carnaval, se consuma en la calle. Y él se retiró de la calle pronto. Eso era algo que le echaba mucho de menos, el no terminar el ciclo del carnaval fusionado con la gente. Eso sí es una cosa que yo pienso que él perdió. Pero bueno, yo creo que él cumplió su destino. Había dicho muchas veces que su destino era el Carnaval, cantarle a su tierra. Y lo cumplió.

Sobre el autor

Emilio Cabrera.

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