Julia Cuberos, la jerezana de 19 años que escribe de la depresión: "Las personas trans somos rechazadas"

Esta joven estudiante de Filosofía publica 'Transexualidad y depresión', donde intenta ayudar a jóvenes como ella a través de consejos y de su propio testimonio, en el que narra su proceso de transición: "Es muy importante estar bien mentalmente"

Julia Cuberos posa para lavozdelsur.es con 'Transexualidad y depresión' donde reflexiona y cuenta sus testimonios
Julia Cuberos posa para lavozdelsur.es con 'Transexualidad y depresión' donde reflexiona y cuenta sus testimonios MANU GARCÍA

Ayudar a los demás con la experiencia de una misma

Julia Cuberos (Jerez, 2004) estudia Filosofía y este año se traslada de la Universidad de Granada a la de Sevilla. A raíz de la depresión que ha sufrido durante su adolescencia, esta chica jerezana ha vivido momentos difíciles. Ahora, a sus 19 años, ve un poco de luz gracias al tratamiento de su depresión, a su "filosofía de vida" tras haber "salido del armario" y al haber iniciado su transición para poder ser ella misma. La publicación de su libro 'Transexualidad y depresión' (Autografía, 2023) no es sino el producto final de un proceso de autodescubrimiento, cuidados y ayuda mutua con otros compañeros y compañeras que ha conocido en el "camino" de estos años.

"Este primero habla de mi vida, en el segundo luego hablo sobre la culpa que sienten las personas trans cuando salen del armario... sienten que están haciendo daño a su alrededor"; explica durante la entrevista a lavozdelsur.es con el libro en sus manos. Al enumerar los capítulos, va contando poco a poco un proceso que ha vivido en primera persona como persona trans con depresión y que ahora quiere que los demás conozcan con el único objetivo de poder servir de ayuda. "Estamos para eso", dice cuando se le pregunta por su propia experiencia, un testimonio que refleja en las páginas de esta obra, disponible a través de la página de la editorial y Amazon


¿Qué cuentas en 'Transexualidad y depresión'?

Cuento un poco mi experiencia como persona transexual y con depresión. El objetivo del libro realmente es ayudar a las personas trans que pueden tener depresión; pero también va dirigido a las personas trans y a las personas con depresión. Va con mi biografía. Hay capítulos que van sobre cómo ayudar a una persona con depresión o cómo entender mejor a una persona transexual. 

La Federación Estatal LGTBI habla de que más de un 60% de las personas trans ha pensado en quitarse la vida en alguna ocasión. En tu libro hablas de "desafíos" en referencia a las personas trans. 

El primero de todos los desafíos que surge es salir del armario, ya sea con tu familia o con tus amigos. El primer paso que hay que dar es darte cuenta de lo que eres y seguramente es el más difícil. No es fácil darte cuenta de que has sido algo que no es. En realidad, siempre has sido el mismo, pero va a haber un cambio en tu vida. Procesar mentalmente eso es muy complicado y dar el paso de abiertamente decirlo es peor, porque no sabes cómo va a reaccionar la gente. Para ellos tú has sido algo y ahora vas a ser una cosa totalmente distinta porque es muy difícil. También está la aceptación social, fuera del ámbito de tus amigos, ya sea en el instituto, en el trabajo, donde sea. De hecho, hay muchas personas transexuales que no tienen trabajo por esto mismo. 

Julia Cuberos durante la entrevista con lavozdelsur.es
Julia Cuberos durante la entrevista con lavozdelsur.es.    MANU GARCÍA

Hay una edad en la que todos cambiamos un poco y es cierto que la pubertad y la adolescencia es un proceso de cambio. Pero, ¿en qué momento te diste cuenta de que no tenías el género que culturalmente te asignaron al nacer? 

En realidad siempre lo he sabido. Con 11 ó 12 años le dije a mi primo: "Yo me siento una chica". Lo que pasa es que no lo procesó muy bien, tenía mi misma edad y tampoco sabía muy bien lo que estaba diciendo en el sentido que no sabía lo que era una persona trans. Sabía que no me sentía como un chico, pero el pobre niño no sabía qué decirme. Se lo dije a él, pero ya me callé. No fue hasta la cuarentena de 2020 cuando decidí que tenía que dar el paso. Me di cuenta en el Día de la Visibilidad Trans, vi a gente que habían hecho el cambio y tal, y dije: "Ahora mismo es mi oportunidad, yo me siento así". La cuarentena me ayudó, tanto tiempo me hizo pensar sobre mí misma y fue cuando se lo dije a mis padres y mi hermano.

Tenías...

16 años. Ahora tengo 19. 

En el libro narras tu testimonio. Hablas de tu experiencia y luego aconsejas a quienes puedan estar en una situación similar.

En el primer capítulo hablo de mi vida, donde contextualizo un poco mi historia. En el de transexualidad ya sí hablo de cosas más generales en relación con mi experiencia, y en el de depresión es más para ayudar a personas y en el de suicidio vuelvo a hablar más de mí y mi experiencia con la depresión.

¿Cuándo empezó?

Siempre he sido una persona un poco depresiva, pero lo he tenido muy escondido... trataba de poner buena cara. Fue en 2021 cuando no podía aguantar más y me diagnosticaron depresión mayor por lo que desde ese momento estoy tomando antidepresivos. Me acuerdo una vez que fui con unos amigos por la noche a la playa y me di cuenta de que los necesitaba. Yo no estaba bien. En plan, no...

¿Qué pasó allí?

Sentía simplemente que no tenía ganas de vivir, no tenía ganas de estar en este mundo y no fue por el día en sí, sino que simplemente fue un proceso de reflexión al estar en la playa, donde me gusta mucho pensar, y ese día decidí hablar con mi psicológo. Le dije: "Tengo que tomar antidepresivos porque no estoy bien".

Lo relacionas con toda tu historia y las dificultades al ser una persona trans.

Todo está relacionado con experiencias de mi vida, pero tiene que ver con la transexualidad. 

Esta joven jerezana ha escrito el libro 'Transexualidad y depresión' a sus 19 años.
Esta joven jerezana ha escrito el libro 'Transexualidad y depresión' a sus 19 años.      MANU GARCÍA

Cuentas que has ayudado a otras personas con drepresión y personas trans en el camino.

Ayudé a una chica que estaba en mi clase en Granada. La conocí y acababa de salir del armario. Ella, de primeras, se había presentado como un chico y luego ya dijo "quiero que me tratéis de esta forma y tal". Fui y le dije que si necesitaba ayuda me lo dijera, que tenía más experiencia que ella, que si necesitaba algo en el futuro me llamara, si tenía que defenderla... total, que un día me dijo "vamos a quedar y a ver cómo me puedes ayudar". Quedamos un día después de clase y estuvimos hablando un buen rato. Le comenté mi experiencia, se identificaba mucho con eso y eso también me hizo darme cuenta de que mi experiencia puede ayudar a otras personas. También hay otras personas que me han hablado por Instagram preguntándome por cosas. 

Pese a los avances que ha habido, hace tan solo unos años que la Organización Mundial de la Salud catalogaba a la transexualidad como trastorno. Hay gente que se empeña en seguir viéndolo como tal. ¿Cómo ves la situación actual? Parece que hay una parte de la sociedad que va por un camino y otra hacia otro muy distinto.

Obviamente, me parece muy necesario que la OMS diga que la transexualidad no es una enfermedad mental. (Ríe). Si te hablo de España, que nos pilla más de cerca, hay dos vertientes principales: la de la derecha y la de la izquierda. La derecha que a lo mejor no lo ve como una enfermedad, pero sí como algo que se tiene que tapar; y la izquierda, con el tema de la Ley Trans y demás, como algo visibilizable. Me parece evidentemente mucho mejor el cambio que está tomando la izquierda. 

En parte de la izquierda y en el feminismo parece haber habido un debate muy fuerte en torno a la cuestión trans. 

Debería haber más personas trans en el gobierno, en el Congreso... deberían haber incluso plazas, cuotas... porque estos temas, ¿quién va a hablarlos mejor que una persona trans? Igual que se hace para las mujeres, debería hacerse para las personas trans. Es algo muy importante porque nosotros, somos los que lo hemos vivido en primera persona. 

Te refieres a no sólo la política, sino a la administración, por ejemplo.

Sí, claro, porque hay muchas personas trans en desempleo y están así porque las personas trans somos rechazadas. 

Julia Cuberos, con su libro en las manos, posa para lavozdelsur.es
Julia Cuberos, con su libro en las manos, posa para lavozdelsur.es    MANU GARCÍA

Algunos sectores también especulan sobre la transición. Es un proceso delicado en el que las familias están recibiendo últimamente mucha desinformación mediática. ¿Qué les dirías a las personas trans que están pensando en hacer la transición y a sus familias?

Creo que es muy importante estar bien mentalmente. Hay que tener claro si te quieres hormonar y si te quieres operar. Bueno, lo de operar más adelante... si lo quieres hacer por la seguridad social tienes que esperar años literalmente. Pero lo principal es estar bien tú y a partir de ahí ver qué es lo que quieres hacer. Son decisiones muy importantes y para toda la vida.

E imagino que tener una red de cuidados y de apoyo.

Obviamente. Necesitas apoyo porque si estás solo lo vas a llevar mucho peor. 

Tu caso personal lo cuentas en el libro...

Sí, todo empezó en 2020. Quería ser una chica, salir del armario y que me tratasen de esa manera; siempre me habían gustado las cosas de chicas y me sentía así. Fue más o menos bien al principio. Mi madre no lo tragaba mucho y a mi padre es que no me atrevía a decírselo porque no sabía cómo iba a reaccionar. Sentí mucho apoyo de mi hermana que fue como un pilar para todos porque mi madre no sabía qué hacer, no sabía cómo llevar esto y nunca había estado cerca de una persona trans... mucho menos una hija. Entonces, bueno, fue muy duro. Ella recurrió a una asociación que le explicó un poco cómo iba las cosas y fue lo mejor que pudo hacer. La mujer le explicó: "Tu hijo ha nacido chica y lo tienes que aceptar. No es algo que ha ocurrido ahora, sino que ocurrió en ese momento, 16 años". También se lo comentó a mi familia materna y el mayor problema en ese momento era: ¿Cómo se lo decimos a mi padre? Mi padre es una persona muy callada, sabíamos que lo iba a llevar por dentro y no sabíamos cómo iba a reaccionar. Al final, yo no me atreví a decírselo y se lo dijo mi madre. Me acuerdo que mi padre llegó y me dijo: "Tú sabes que hay muchos sitios donde te van a rechazar". También me preguntó si era reversible y otro tipo de preguntas que no se deberían hacer cuando alguien sale del armario...

La joven es estudiante de Filosofía e inició su transición hace tres años, cuando tenía dieciséis.
La joven es estudiante de Filosofía e inició su transición hace tres años, cuando tenía dieciséis.     MANU GARCÍA

Porque hacen que te cuestiones a ti misma.

Claro, hacen cuestionarme y son muy duras porque siento que me estás cohibiendo, me estás rechazando. Luego, yo estaba en un colegio católico y me cambié porque sabía que allí no podía hacer el cambio. Decidí cambiarme a uno público, imaginé que el ambiente iba a ser mucho más distinto y me iban a aceptar mejor. Evidentemente, tenía razón. Fue llegar allí y un ambiente tan abierto... todo tan guay. O sea, yo llegué y me presenté como un chico porque no me atrevía a presentarme de primeras como una persona trans porque me daba miedo y no sabía si me iban a aceptar. Luego, cuando empecé con la hormonación, decidí que tenía que decirlo porque era más cómodo así y tuve un apoyo increíble tanto de profesores como por alumnos. Me sentí muy muy apoyada, aunque tuve problemas con gente, como un chaval que decía que me iba a nombrar en masculino y me acuerdo que una oleada de personas fue hacia él y le dijeron: "¿Tú cómo vas a decir eso?... No sé qué". (Ríe). Cosas así, pero fue prácticamente el único problema que tuve. Evidentemente, había gente que no lo entendía tanto, como una limpiadora que me preguntó: "Pero, ¿tú eres un chico o una chica?" Y yo le decía: "Una chica, una chica". Lo de si soy un chico o una chica es una pregunta que me han hecho mucho y yo ya no me enfado. Mira, yo qué sé, no creo que lo hagan con maldad. Una cosa que sí me costó mucho fue hacer el tema de los baños; yo no quería incomodar a nadie y me sentía incómoda yendo al baño de chicos y tampoco sabía si las chicas se iban a sentir incómodas en el baño conmigo. Al final es lo que tengo que hacer porque soy una chica, pero no quería incomodar a nadie. Al final, cuando socialmente y físicamente ya era más una chica, ya ahí sí decidí ir al baño de chicas porque me sentía más cómoda. 

¿Crees que influye mucho el entorno en el que creces, a nivel socioeconómico y cultural, para poder llevar a cabo una transición como persona trans? 

Sinceramente, creo que las familias más asociadas a la derecha sí suelen ser más cerradas para esto. Es mucho más complicado para una persona de familia de derechas salir del armario que para una de izquierdas. Mi familia es más de centro. Bueno, no sé. (Ríe). Digamos que una parte de la familia lo aceptó bien y a otra le costó algo más. Conozco a personas homosexuales que lo han pasado mal por su familia. No me quiero imaginar si fueran trans. 

Sobre el autor:

Sebastián Chilla.

Sebastián Chilla

Jerez, 1992. Graduado en Historia por la Universidad de Sevilla. Máster de Profesorado en la Universidad de Granada. Periodista. Cuento historias y junto letras en lavozdelsur.es desde 2015. 

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Comentarios (1)

Sergio Hace 8 meses
Bravo por ella.
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