Eva Zurita nació hace 35 años en Málaga en el seno de una familia de artistas. Su padre precisamente fue el batería de los míticos Tabletom en Mezclalina, el primer disco de la banda. Ahora vive en Cornellà de Llobregat junto a su hijo, su pareja, cuatro gatos y un perro. Se dedica a las artes plásticas sin una especialización concreta: pintura, ilustración, cerámica… "No me gusta definirme, soy simplemente una creadora". Realizó el bachillerato artístico para finalmente decantarse por un grado superior de ilustración en la misma escuela. "En el ciclo tocamos modelado, cerámica, fotografía, diseño… Salí de allí queriendo hacer todo", reconoce. Y así ha sido su carrera artística, entre la espontaneidad y la diversidad. En 2021, su vida dio un giro de 180 con el nacimiento de su hijo Ira, fue entonces cuando decidió ser "mamá leona" y dedicarse en cuerpo y alma a la crianza, aparcando así su mayor pasión. Hablamos con ella de conciliación y creatividad, de pasiones y también de belleza.
En una entrevista te definiste como "creadora de cosas bonitas". ¿Qué es para ti la belleza?
Algo que tenga mucha luz y color, espiritualmente hablando. Que la persona que vea lo bello, sea objeto o situación, se sienta bien, feliz, a gusto y relajada.
Aúnas pintura, dibujo, cerámica, ilustración… ¿Por qué decidiste especializarte en estos formatos artísticos?
Todo ha venido rodado. Años después de terminar mi grado de ilustración, todavía no sabía qué quería hacer. Siempre he tenido épocas en las que no sabía qué hacer, pero de repente me surgía un mural y empezaba a trabajar en ese formato. Luego me apeteció retomar la cerámica por puro placer. Y al final surgió el proyecto con el que llevo trabajando desde 2017. Mi carrera, en general, ha sido muy espontánea.
En tu obra hay mucho de mujer, pero también de naturaleza.
Son mis gustos y de lo que me rodeo. Para mí, eso es la belleza. Las plantas, el cielo… Además de tener un punto muy chulo para añadir a mis dibujos, porque les aporta vida, belleza, color. Como lo que crece, muere y luego renace.
Eres malagueña, pero vives en Barcelona. Respecto al ámbito artístico, ¿resulta más fácil ser artista allí o todo lo contrario?
Por mi experiencia diré que en Barcelona me espabilé un poco más. Hay más oportunidades, más gente y más espacios de galerías y salas de exposiciones, pero también existe más competencia. Si quieres abrirte camino tienes que espabilar. Aunque, en realidad, si quieres currártelo y vivir en Cuenca, vas a llegar al mismo sitio. El lugar donde vives es importante, pero no tanto como pensaba antes de venirme a Barcelona.
Eres conocida por tus macetetas: maceteros con forma de busto de mujer. ¿Cómo surge este proyecto?
Surgió de manera espontánea. Un día se me antojó pillar un taco de barro para hacer alguna maceta para mi casa. Justo estaba preparando una exposición, que eran pinturas de mujeres desnudas rodeadas de plantas, y se me ocurrió adornar el espacio con maceteros con bustos femeninos, manos y plantas. No me salieron muy bien, porque hacía años que no modelaba, pero a la gente le gustó. Le gustó tanto que al año aproximadamente dejé el trabajo que tenía por cuenta ajena y me dediqué a los maceteros 100%, de la cantidad de pedidos que me entraron.
Integración de la diversidad en los cuerpos modelados
Claro, es algo básico. Cuando empecé con los encargos, daba la opción del color de piel, pero de la forma de los pechos no, porque llevaba poco tiempo y no lo dominaba demasiado. Ahora sí. Vivimos en un mundo diverso y si no lo hacía... No por el hecho de vender más, sino porque me parece importante. Somos muchos tipos de personas y estamos en la Tierra con la misma validez. Hago pechos con masectomia, más grandes, pequeños... Incluso hice algunos modelos de hombres.
¿Qué te resulta más difícil, dibujar o modelar un busto femenino?
Dibujarlo. Quizás porque me metí mucho en la cerámica y me falta práctica con el dibujo. Dibujando me cuesta más que salga lo que verdaderamente quiero. Por ejemplo, las manos modeladas sí son más difíciles de hacer.
Maternidad y creatividad. ¿Qué tal esa conciliación?
Es complicado. Conciliar es muy difícil y si a eso le añades ser una mamá leona... Con esto quiero decir que no llevo a mi niño a la guarde, porque nuestra circunstancia nos lo ha permitido. He dejado de trabajar muchísimo. Ahora estoy dedicada a la crianza, porque lo necesitamos tanto mi hijo como yo. Al final, va a ser bebé solo una vez y quiero aprovecharlo. Cuando vaya al cole volveré a tener más tiempo, pero ahora mismo creo que mi cometido es estar con él y por él.
Si antes curraba entre ocho y diez horas, ahora curro dos o tres, y hay días que ni eso. Porque también soy mamá lactante y es muy pequeño aún. El trabajo ha quedado en un segundo plano. Conciliar es súper difícil también a nivel emocional. Dejar de leer o ver series, que también me encanta, ya podré hacerlo más adelante, pero mi trabajo es mi pasión, y es lo que más me gusta hacer.
Ahora apenas hago cosas. Lo que me permite esta situación es hacer cositas con la tablet, pruebas, ilustraciones y gestionar mis productos. Hago algunos encargos, pero no avanzo en casi nada. Si antes era slow, ahora soy muy slow.
¿Es viable la maternidad monomarental en España, siendo artista o creadora?
Si tienes una tribu cerca que te eche una mano, sea de amigos o familiares, se puede llevar a cabo, o si no, tirar de guardería. Pero claro, la guardería es dinero, y si quieres que te salga rentable, no sé hasta qué punto lo será. Si quieres que tu hijo vaya a la guardería seis horas para que puedas trabajar a full, igual son 500 euros.
Yo, la verdad, no me lo puedo ni imaginar. Teniendo un compañero o una compañera sigue siendo complicado. En nuestro caso, tenemos más gastos con el niño, pero también tenemos menos beneficios económicos. Es complicado. Aunque al final vas encontrando el camino. Nosotros tenemos mucha ayuda de la familia, pero aun así es muy difiícil. Y si ya tienes que pagar autónomos... 500 euros de guardería, mas 300 de autónomos y ganas 1000 o 1200, no salen las cuentas.
Emocionalmente está siendo una etapa increíble, porque soy madre y es una pasada, pero se hace duro porque echo mucho de menos mis momentos de crear. Pero bueno, poco a poco.
¿Qué ha supuesto para ti ser madre?
Vivir una vida distinta. Esta mañana pensaba cómo era mi vida antes de ser madre: las cosas que hacía y pensaba... Ahora vivo otra vida diferente, aunque en el fondo sea la misma. Es renacer. Cambia todo tanto... Es una pasada. Es duro, mucha responsabilidad, pero es precioso.
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