Beatriz Gandullo: "Los primeros días me quería morir por los tiempos de la administración"

La concejala inesperada vive su primer Carnaval como delegada de Fiestas y repasa una frenética actividad laboral que la ha situado en el núcleo del gobierno municipal de Cádiz como independiente

Beatriz Gandullo, en el balcón del Ayuntamiento de Cádiz con el puerto en el que trabajó al fondo.
Beatriz Gandullo, en el balcón del Ayuntamiento de Cádiz con el puerto en el que trabajó al fondo. JUAN CARLOS TORO

 

Ni gaditana, ni experimentada, ni militante pero llamativa revelación de la política municipal

"Ahora me toca ser más visible, estar en todas partes, porque como delegada de Carnaval es el momento en estos meses pero luego vendrá otra etapa para centrarme desde atrás en los planes de empleo que es lo que más me llena, en lo que siempre he trabajado, mi especialidad". A Beatriz Gandullo Sosa le cayeron hace ocho meses unas responsabilidades abrumadoras. Empleo, Comercio, Mercados, Carnaval y Fiestas. Nada menos. Con 35 años, sin afiliación al PP ni experiencia política previa.

Esas circunstancias la convierten en la revelación, la sorpresa municipal en Cádiz. A varios de sus compañeros bajo el foco de una inesperada mayoría absoluta (del alcalde al exportavoz Ortiz, de número dos Cossi a su inseparable Maite González) se les conocía alguna tarea política anterior, mayor o menor. Bea, la de Cádiz Centro se confiesa polvorilla e hiperactiva pero tanto nervio, explica, lo doma con método, disciplina y previsión. Se embrida constantemente pero se le escapan el entusiasmo, la gestualidad. Es directa cuando se le pregunta por su año de nacimiento. La web oficial del Ayuntamiento dice que nació en 1989 (Cortegana, Huelva) pero ella ataja: "No, no, el año de nacimiento es 1988". Buen principio que un representante público evite disimular respecto a la edad (algo común en tantos humanos) y admita que tiene un palo más.

Llegó a Cádiz en 2011 y lleva menos de la mitad de su vida pero parece improbable que haya más mudanzas con dos hijos gaditanos, con una trayectoria institucional recién iniciada. Se declara adicta a los retos y a la gestión ("me divierte, es mi carácter, lo que me hace feliz"), procede del mundo del comercio y la empresa pero ahora ha descubierto la tarea pública. Una vez superado el periodo de adaptación ("las primeras semanas lo pasé muy mal") ha organizado su primera Navidad y ahora vive su primer Carnaval, con su mes de Concurso del Falla. En Cádiz, si sale de tal desvarío con cierto ánimo, indemne, podrá con todo.

Usted no nace ni vive su infancia en Cádiz ¿Cómo acaba en esta ciudad?
Llegué a Cádiz hace 14 años. Se viene primero mi pareja y se instala. Le contratan aquí y yo también empiezo a trabajar en Cádiz. Digamos que detrás de él me vengo yo. Cádiz, a priori, es una ciudad preciosa para pasar un verano pero la cuestión es que se alargó. Llegué en las vacaciones de 2011, creo. Todo se ha alargado bastante [ríe]. Ahora tengo mi vida aquí, mi casa, dos hijos gaditanos, toda mi vida laboral más estable, más seria, podríamos decir, la he hecho en Cádiz. Curiosamente jamás me ha faltado trabajo en Cádiz.

Es una pequeña emigración sentimental, una de las motivaciones más antiguas en la historia de la humanidad
Le comunico a mi familia que me voy a venir ese verano con mi pareja. Llevamos juntos 18 años, he pasado más tiempo de mi vida con él que sin él. Mi familia le conocía. Les dije aquello de Pablo está en Cádiz así que vamos a buscar algo para alquilar. Mis padres siempre me dijeron que les parecía una idea estupenda. Porque los padres siempre quieren saber dónde vas, cómo estás, qué haces...

A pesar de llegar con 20 ó 21 años, de tener una edad asociada aún con la etapa de estudios y preparación, empieza a trabajar enseguida
Es que yo soy muy activa. Mucho. No puedo parar, tengo que estar haciendo cosas, donde sea, en mi casa, en una reunión con amigos, en una barbacoa, donde esté. Es mi personalidad. Es como soy feliz y como realmente me encuentro bien. Ese primer verano que llegué, empecé a preguntar por prácticas [licenciada en Dirección y Administración de Empresas]. Entre los sitios a los que mandé una carta preguntando estaba la Confederación de Empresarios. Me dicen que sí, que se pueden hacer prácticas y empecé. De unas pasé a otras, luego a un proyecto, a otro y hasta hoy, sin parar.

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La delegada de Empleo, Comercio, Carnaval y Turismo, entre otras áreas, durante la entrevista.   JUAN CARLOS TORO

A usted se le conoce principalmente en la ciudad por su actividad en Cádiz Centro Comercial Abierto, durante los años previos a su llegada al Ayuntamiento
Pero he hecho más cosas. Primero, la Confederación de Empresarios de Cádiz, en prácticas. Luego hice un proyecto con la Federación de Autónomos. Después trabajo en la Federación Provincial de Comercio, Fedeco. También hubo una etapa en la que me hago autónoma. Fue porque una vez me dijeron que un proyecto estaba finalizado y había que esperar al siguente. Yo me preguntaba cuánto tiempo, hasta cuando iba a estar esperando sin hacer nada. Así que me hice autónoma y empecé a trabajar en la moda, que era un área que siempre me ha gustado mucho. Me hice proveedora de marcas de ropa que no llegan a Andalucía. Establezco contactos y empiezo a trabajar con gente de Barcelona, La Coruña, Madrid. Era la proveedora de esas marcas por esta zona, las vendía, las distribuía por distintos sitios.

¿Por qué no siguió como autónoma, en la moda?
Pues me vuelve a llamar a la Confederación de Empresarios. Que ha llegado el siguiente proyecto. Ahí me encuentro la disyuntiva de qué hacer. Con la moda me iba muy bien, era muy feliz porque siempre me ha gustado mucho. Pero la familia, tu entorno, te dicen lo importante que es tener experiencia profesional en una empresa o una institución, en un sitio serio ¡Como si lo que yo estaba haciendo no fuera serio! Ahora, unos años después de aquello, mi madre me recuerda lo bien que iba, que ganaba dinero, me desenvolvía sola, estaba muy feliz. Aquello me dio mucha soltura profesional. Pero bueno, pensé en hacer el proyecto para el que me llamaban y volver luego a la moda. Pero después vino otro y otro, y luego me llamaron del muelle, una empresa que trabaja con transporte de contenedores. Estuve año y medio. Aprendí muchísimo. Se portaron maravillosamente conmigo, estoy eternamente agradecida.

"Me hice autónoma, empecé a trabajar en la moda, me gusta mucho. Ganaba mi dinero, me desenvolvía, me dio soltura, estaba feliz"

¿De la moda al tráfico marítimo internacional? Considerable cambio
En Cádiz, entonces, no había muchos contenedores. Eran muy poquitos aquí pero yo trabajaba con Algeciras, donde estaba el gran volumen de carga. Mis jefes empezaron a confiar mucho en mí. Vieron que yo tenía una intensidad tremenda, que llegaba a las nueve de la mañana y a las diez de la noche seguía allí. Cuando trabajaba en el puerto me llaman otra vez de la Confederación de Empresarios para un proyecto nuevo que era reactivar al colectivo de los comerciantes del centro. Ahí conozco a Manuel Queiruga [expresidente de la asociación Cádiz Centro Comercial Abierto] y me lanzo.

¿Hubo mucho de riesgo en pasar de una empresa consolidada a un proyecto por definir?
Sí que lo piensas. Pasas de algo muy estable a una idea que no se sabe cómo va a ir. Al mismo tiempo, era un nuevo reto. Me encantan los retos. Era una oportunidad de poder decirme, de demostrar, que yo podía hacerlo. Dejo esta empresa, a la que le estoy inmensamente agradecida, y me dan otra oportunidad en otro sector.

Un sector, el comercio tradicional en el centro de las ciudades, en estado depresivo
La gente había perdido la confianza en las asociaciones de comerciantes. Quizá fue lo que costó más revertir: que la gente confiara en que era un proyecto serio y un plan estratégico. Yo soy muy metódica y me encontré en un lugar, con un señor [Queiruga] que se lo tomaba tan en serio como yo. Y eso que él no cobraba un euro, le echaba horas de forma altruista. Al fin y al cabo, a mí me pagaban, era mi trabajo, pero él lo hacía por amor al comercio, a la ciudad. Aquello empezó a coger vuelo y más vuelo. Nos convertimos en la referencia de los centros comerciales abiertos de Andalucía. Era una satisfacción tremenda. Y hoy día sigue siendo un proyecto consolidado con un presupuesto más que decente. Es de los pocos centros comerciales que trabajan así.

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Beatriz Gandullo, tras la conversación con lavozdelsur.es   JUAN CARLOS TORO

¿Ahí descubre su faceta política o, al menos, gestora?
Tuve la suerte de pertenecer a la asociación de gerentes de centros urbanos de toda España. Conocí bien su problemática. Le decía a la gente de Cádiz que no somos los peores ni los únicos con estos problemas. Sucede lo mismo en muchas ciudades de España, en muchos centros históricos del país. Yo estaba feliz con mi trabajo. Me encanta el trato con la gente. Y creo que con los comerciantes era recíproco. Me he sentido muy querida en esa etapa. Yo era Bea, la de Cádiz Centro. Me encantaba. Nada de disgustarme. Era un orgullo. Yo le decía a mi marido que, al final, me había hecho un hueco en la ciudad. Una persona que no es de aquí. Entre todos, con todo el cariño, levantamos algo, ayudamos a un sector muy dañado durante los últimos años. Y ahí aparece Bruno García en mi vida.

Tal y como lo dice pareciera que irrumpió en la calle Columela con caballo alado y una espada flamígera en la mano
No, no, cualquiera que le conozca un poco sabe que no es muy dado a esas imágenes épicas, que es un hombre muy cercano pero muy discreto. Apareció con un proyecto. Es lo que más me gusta en este mundo. Un proyecto, un reto. La gestión me apasiona, me divierte.

Pero sin carné del Partido Popular, sin ser militante. Usted es independiente
Yo no había tenido ninguna relación con el Partido Popular ni con ningún otro partido. Yo me llevaba bien con todos. Con el anterior equipo de gobierno hacíamos un trabajo conjunto. También con Ciudadanos, en su momento, que tenía unas concejalas con las que me llevaba maravillosamente. Con Óscar Torres [portavoz municipal PSOE] me había sentado millones de veces. Era algo normal para mí pero nunca había pensado en dar el salto a la política. Yo estaba muy bien en mi trabajo, ni me lo había planteado.

"No es que yo llegue diciendo que soy independiente. No es algo importante. No quiero llamar la atención por eso. El alcalde quería que viniera y vine"

¿Mantiene esa buena relación con la oposición ahora, con los que formaban el equipo de gobierno con el alcalde anterior?
Creo que ellos están también sorprendidos de que yo esté cómoda, a gusto. Mi perfil gestor se sigue manteniendo aquí. Yo sigo haciendo, en cierto modo, algo parecido. Es verdad que los papeles han cambiado porque estás en un gobierno municipal y eso abre la opción de hacer muchas más cosas. Antes los recursos eran más limitados, tenía menos margen de maniobra, pero en el fondo en la misma línea, en la misma tónica. Lo único que me preocupa es que estemos coordinados, que se hagan cosas, que salgan. Y no la relación con la oposición aunque me sigo llevando bien. Con Óscar Torres, con varios concejales, no digo que seamos amigos pero es una relación muy amable.

¿Se ha planteado afiliarse al Partido Popular? ¿Se lo han planteado?
Nadie me lo ha propuesto. Ni me lo he planteado. Tampoco es que yo haya llegado aquí diciendo que soy independiente. Creo que no es algo importante para nadie. No quiero llamar la atención por eso. El alcalde quería que viniera. Quiere que esté en este proyecto y al final, vine. Eso es lo que cuenta.

¿Qué le convence de la propuesta de Bruno García? ¿Su actitud como líder de la candidatura? ¿Sus objetivos?
Cuando me llama dice que está buscando un equipo de gestores. Quiere que yo forme parte de ese equipo. En ese momento no era alcalde pero tenía muy, muy claro qué quería para la ciudad, para un equipo de gobierno futuro en el que estaba trabajando. Y cuando me lo propone, el proyecto me encanta porque coincide con lo que yo creía que Cádiz necesitaba. Yo estaba muy pegada al equipo de gobierno anterior, a la gestión. Me había quejado tantas veces de tantas cosas que ahora veía la ocasión de aportar. Me quejaba, y me quejo, siempre desde la crítica constructiva, en conversaciones internas, intentando añadir y ayudar, formar parte de las soluciones.

"Es curioso cómo se produce todo: la gente me veía en la cabalgata de Reyes Magos, físicamente, pero yo esos días estaba con la cabeza en la de Carnaval"

¿Ha sido difícil el paso de la empresa privada, del comercio, a la administración pública, siempre con otros ritmos?
Las primeras semanas me quería morir. No por el puesto o por las responsabilidades, no. Por los tiempos de la administración. Son otros distintos. Yo organizaba, coordinaba, gestionaba algo y, al día siguiente, creía que todo lo de la tarde anterior ya estaba resuelto. Entonces me decía un funcionario que no, que ese proceso tenía otros diez días. Y que luego vendrá otro paso de otros diez días. Yo le miraba y pensaba ¿de verdad? Las primeras semanas lo pasé muy mal. Esa es la realidad, muy mal. Yo veía que nosotros no parábamos, imprimía fuerza, pero no avanzábamos a la velocidad que yo esperaba. Hasta que entendí que así son los procedimientos, y que hay que iniciar varios procesos de forma paralela. Por eso hemos llegado al Carnaval y a la Navidad a la vez, a través de líneas de trabajo paralelas. En la administración no te puedes permitir empezar una gestión después de terminar otra. Tienen que ser paralelas. Había trabajado con fondos europeos, con administraciones públicas. Conocía bien los tiempos de ejecución, de planificación previa. Tampoco me podía sorprender. Un día me volví al despacho, sola, y me hice cuadros con los tipos de contratos y los plazos que tiene cada uno. Este es para un tipo, este para otro. Así me puedo hacer un calendario, planificar y trabajar de forma paralela. Así he podido ganar la tranquilidad que necesitaba porque he visto que sí se puede.

Los primeros retos como delegada de Empleo, Comercio, Turismo y Fiestas son la Navidad y el Carnaval. De las fiestas navideñas se han hecho muchos balances pero la gran fiesta local está en marcha, en pleno Concurso Oficial de Agrupaciones
Es curioso cómo se produce todo. Yo estoy mucho en la calle. Así que la gente me está viendo físicamente en la cabalgata de Reyes Magos, pero yo ya estaba esos días con la cabeza en la de Carnaval. Todo el día en reuniones, con gestiones, para la de Carnaval. El otro día, salgo de casa y le digo a mi marido que me voy a una reunión del alumbrado de la Navidad de 2024 y me mira como si estuviera loca. Pero es que tiene que ser así. El ciclo tiene que funcionar así o no lllegas. Si quieres que las cosas salgan bien tiene que haber una previsión, una coordinación. A mí me divierte la gestión, ahí es donde creo que puedo hacerlo bien.

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La delegada multiplica estos días sus apariciones por vivir el primer Carnaval como concejala del área.  JUAN CARLOS TORO

¿Cómo ha vivido el estreno en la organización del Carnaval y el Concurso del Falla, siempre con sus polémicas obligatorias y cíclicas?
Cuando se me dan las competencias y me entero de que voy a ser yo la persona responsable de Fiestas y Carnaval... Bueno, fue la sorpresa del reparto de competencias. Nadie sabía lo que Bruno tenía en su cabeza. Nosotros no sabíamos las áreas que nos iba a dar. Lo que más me sorprendió fue que me confiara un área que para la ciudad es tan importante, a la que se le pone tantísimo el foco. Cuando me encargan algo en lo que creo que no tengo mucha experiencia, me pongo a estudiar como una loca. Me puse a planificar cómo íbamos a hacer esto. Yo quería saber cómo afrontarlo, de qué manera. Además, el alcalde se toma la molestia de estar en primera persona en todos y cada uno de los consejos de participación que se han realizado. Y fueron muchísimas horas. En campaña ya lo dijimos, queríamos escuchar a todos los colectivos de la fiesta, que no es fácil porque cada uno tiene su opinión y defiende los intereses de la modalidad o la parte del Carnaval en la que se encuentra. Intervención Municipal nos dijo que el consejo es una herramienta participativa que puede funcionar. Y creamos el consejo del Concurso y el de la calle.

Invitan a la oposición a esos consejos, a esos foros
La oposición era muy importante porque si realmente estamos en el ánimo de ayudar, la anterior concejala de Fiestas [Lola Cazalilla] llevaba al frente unos cuantos años sabiendo lo que funciona y lo que no. Era importante escucharla. Entendimos que debían de estar todos los grupos. Lejos de restar, su presencia no hace más que aportar. Empezamos un camino que creíamos muy complejo pero, por sorpresa, resultó que coincidía en la mayor parte de las opiniones y peticiones de todos los participantes. Al final, fueron encuentros muy prácticos. Hoy venimos con estos tres puntos y debatimos estos tres puntos. No hablamos de otra cosa. Otros puntos, en la reunión siguiente. Conseguimos cierto dinamismo, cierto pragmatismo dirigido a un solo objetivo: que los colectivos que hacen el Carnaval estuvieran a gusto haciendo el Carnaval.

"Si realmente estamos en el ánimo de ayudar, era importante escuchar a la anterior concejala de Fiestas. Lleva unos cuantos años sabiendo lo que funciona y lo que no"

Puede parecer desde fuera que el Concurso del Falla ya va solo, que no tiene remedio para lo bueno y para lo malo
Desde fuera y como aficionada, porque he hecho mucha cola y he visto muchas sesiones, el Carnaval siempre me ha gustado mucho, puede parecer sencillo. Entras, te sientas en tu butaca y ya está. Pero cuando conoces todo lo que hay detrás entiendes que no hay un lugar en el mundo donde se dé un espectáculo como este. No hay un sitio en el que se monten seis, siete escenografías con diez minutos de margen cada día, un día tras otro, con los medios dentro del teatro, con las televisiones haciendo directo cada día, tantos días. Es increíble la gente que está coordinada para que todo eso pase. En realidad, es bueno que la gente piense que va solo. Es un signo de que lo hacemos, de que se gestiona bien, pero hay mucho trabajo detrás, son muchas personas durante mucho tiempo, no solo el mes de Concurso. Me he quedado sorprendida de la cantidad de personas que hacen que esto vaya bien.

¿Le han planteado los eternos dilemas sobre horarios, excesiva duración del Concurso, necesidad de preselección?
Hemos debatido sobre la preselección. Sí que es verdad que no hubo una propuesta seria, unificada, donde una mayoría dijera que hay que hacerla. También hemos debatido mucho sobre la duración de cada sesión, sobre el teatro vacío en determinadas horas. Era desolador ver las butacas vacías cuando eran las dos de la mañana y quedaban dos por salir. Eso no era lo que quería nadie. El propio espectador se aburre, se va. En estos 17 días de preliminares, por ejemplo, la satisfacción es que se abrían las puertas para evacuar al final de la sesión y aquello estaba lleno, la gente estaba allí.

"El Carnaval es una fiesta popular en la que muchos quieren participar. Yo lo quiero ver como un éxito, no como un problema"

¿Cómo de complicado ve excluir a participantes con una preselección? ¿Cómo decirle a los que quieren estar en concursos, el Falla, romanceros, cantera, que son demasiados, que no pueden?
Es que se ha hecho una fiesta popular en la que la gente participa. Participan muchos. Quieren participar muchos. Yo lo quiero ver como un éxito. No lo quiero ver como un problema. Para la organización es un éxito, obviamente. El Concurso es algo que tiene que estar vivo y cuando veamos un problema tenemos que buscar una solución. Así, siempre, con todo. Quiero decir que las cosas, las reglas, las organizaciones no son definitivas, inamovibles. Tenemos que intentar siempre mejorar. Todo tiene margen de mejora.

¿Ha oído, leído, eso de que Canal Sur ha recortado retransmisiones como forma de censura por críticas al presidente de la Junta?
La única forma de medir las cosas es objetivamente. Estamos en el mayor despliegue de Canal Sur de la historia. Esto es así, es una realidad, son datos. La relación con Canal Sur no es de mi competencia directa pero los he visto más volcados que nunca con Carnaval. He tenido la ocasión de compartir conversación con muchos de los presentadores, técnicos, directivos y están entusiasmados por poder llevar a la gente el Concurso por todos los medios, por internet, por la radio. Sin querer dejar atrás ninguno porque todos tienen su espacio, su público. La persona que pueda llegar a pensar en censura en Canal Sur creo que está bastante, pero bastante, alejada de la realidad. Igual se ha querido hacer política de esto pero sólo hay que ser un poco inteligente y atender a los datos para ver que no es real. La gente no es tonta y sabe perfectamente lo que está ocurriendo.

"La gente no es tonta. La persona que pueda llegar a pensar en censura en Canal Sur creo que está bastante, pero bastante, alejada de la realidad"

En varias declaraciones se ha declarado usted muy decepcionada por el estado en el que su equipo ha encontrado la Casa del Carnaval, el proyecto estrella del anterior alcalde, de la anterior Concejalía de Fiestas, inaugurado a pocos días de la campaña electoral.
Es que yo pensé que era un proyecto que estaba bien pensado, bien armado, bien desarrollado. Lo digo con toda la honestidad. Creía que tenía una solidez en la gestión, es decir, que se había pensado y desarrollado. Así que yo iba a encontrar un proyecto para darle una línea continuista. Y no. Ha sido todo lo contrario. Cuando fuimos el primer día, cuando pido documentos a los técnicos, me dicen que no hay nada. Pido proyecto, programación, y veo que no hay nada.

Yo estuve en varias ocasiones, con el alcalde anterior, en visitas a las obras. El alcalde nos contaba el proyecto con una ilusión tremenda que yo creo que era sincera. Pero, de repente, ya como delegada, vuelvo a ir y me encuentro que no hay nada, las exposiciones permanentes, el jarrón de Accame y poco más. Empiezo a ver que los baños no funcionan, que las humedades están por muchas paredes, la tienda y la cafetería no se han licitado, no hay personal... Si hasta folios me dijeron que no tenían. Me he empezado a sentar con los colectivos. Quería tener primero una toma de contacto con todos ellos.

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La concejala gaditana gesticula durante la entrevista.   JUAN CARLOS TORO

¿Para criticar el estado del centro que había sido un símbolo de todo el mandato para el alcalde José María González?
No, no, no quería reunirme para criticar. No, no, nada de eso. Ninguna intención de, cómo diría, malmeter. Yo quería conocer honestamente. Si me hubiera encontrado una programación de exposiciones la hubiéramos desarrollado. No hemos dejado ningún proyecto del equipo de gobierno anterior sin realizar. Todo lo contrario. Lo cogemos, lo mejoramos, damos nuestro punto de vista y lo impulsamos. Para adelante. Si abandonas algún proyecto anterior, al final le estás fallando a la gente que lo está esperando, a los gaditanos.

¿Entonces, este equipo de gobierno va a adoptar como propia la Casa del Carnaval?
Están las exposiciones permanentes, la de Julio González, las que van a estar abiertas durante el Carnaval. Lo que pasa que, bajo mi punto de vista, tiene una serie de deficiencias que nadie ha contemplado. Por ejemplo, nos llevamos a la cantera a cantar y descubrimos que no estaba insonorizado. Una vecina nos dijo con mucho respeto que parecía que los niños estaban cantando en su salón. Ponerlo en marcha fue realmente precipitado. Nadie tenía una previsión. Descubrirlo fue muy decepcionante. Me dio rabia, es la realidad. Se supone que era una cosa que yo, como ciudadana, creía que me tenía que haber encontrado andando y no la hemos encontrado así. Se le había puesto tanto el foco, se le había dado tanto bombo... Para que al llegar nos encontráramos que ni las azafatas tenían contrato para trabajar en verano.

Sobre el autor:

Afot

José Landi

Nacido en Cádiz, en 1968. Inicia su trayectoria en 1990. Columnista, editorialista, redactor, colaborador, corresponsal o jefe de área en 'El Periódico de la Bahía de Cádiz', 'Cádiz Información', 'Marca', 'El Mundo' y 'La Voz de Cádiz'. Ha colaborado en magacines o integrado tertulias de Canal Sur Radio, Cadena SER, Canal Sur Televisión, Onda Cero y COPE. Premio Paco Navarro de la Asociación de la Prensa de Cádiz en 1997 y 2012 (a título colectivo). Premio Andalucía 2008 a la mejor labor en internet (colectivo). Ganador del I Premio de Relatos Café de Levante. Autor de la obra de autoficción ("no sabía que existiera ese género", dice) 'Ya vendrán tiempos peores' (Editorial Cazador, 2016). Puso en marcha el proyecto de periodismo gastronómico 'Gurmé Cádiz' y mantuvo durante diez años blog como 'El Obélix de San Félix' y 'L'Obeli'. Forma parte del equipo que realiza el 'podcast' de divagación cinematográfica 'A mitad de sala'.

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