Veganitessen, un sitio "politizado" para comer vegano a pocos metros de la Maestranza

Lo que comenzó hace 14 años siendo una pequeña pastelería de productos veganos se ha convertido en uno de los principales restaurantes a los que acudir en el Mercado del Arenal

Anabel e Irene, dos de las responsables de Veganitessen.
Anabel e Irene, dos de las responsables de Veganitessen. MAURI BUHIGAS

Cuando uno pasea en Sevilla por la calle Adriano en pleno barrio del Arenal espera ver muchas cosas. El edificio más emblemático es, sin duda, la Plaza de Toros de la Maestranza. En sus inmediaciones, además de bares y restaurantes, hay numerosas tiendas de souvernirs donde sobresalen los motivos taurinos. En Sevilla, la afición por esta actividad aún se mantiene con grandes afluencias. Prácticamente es imposible separar el Arenal de lo taurino.

Cuando uno pasea por el Arenal, lo que no espera es encontrarse con un lugar que rompa con todo esto. O quizás sí lo espera. En otro de los edificios más significativos del centro histórico de Sevilla, el Mercado del Arenal, lo hay. A apenas 200 metros de la Maestranza se encuentra Veganitessen, un lugar que es la suma de lo vegan y las delicatessen. No hay que ser muy avispado para concluir que en este restaurante no hay nada de origen animal. Aunque su motivo de estar donde está va mucho más allá.

Seguramente sea el establecimiento más llamativo de un Mercado en el que cuesta encontrar ambiente. Nada más entrar en él, uno ve mesas de madera. En la mayoría emerge un metal clásico de los restaurantes en el que se puede leer la palabra 'reservado'. Anabel, Tina, Irene, Patri y en ocasiones Isaac están al frente de él.

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Uno de los dulces que se pueden probar.   MAURI BUHIGAS

El lugar no esconde su ideología. De hecho, de lo más alto de los puestos cuelgan barias banderas LGTBIQA+ que integra a las personas de la comunidad LGTBI, Trans y a las personas racializadas. Podemos decir que se trata de la bandera más inclusiva de todas. Además, en uno de los carteles puestos sobre la barra se puede leer: "Espacio libre de actitudes sexistas, racistas, especistas, xenófobas, autoritarias y LGTBIQ+fobas". Es un lugar para comer, pero también para mucho más que eso.

Aunque habitualmente hay cuatro personas, podemos decir que el germen de Veganitessen está en la vida laboral de Anabel. Fue en 2009 cuando decidió dejar de comer todo lo relacionado con los animales. Lo más curioso de esto es que entonces trabajaba en la pescadería familiar. La dejó para convertirse en cocinera de un restaurante vegano en el que se encargaba de la carta. Pero llegó el momento en el que decide comenzar su propia aventura. "Decidí montármelo todo por mi cuenta. Hace 14 años no había nada vegano", cuenta a lavozdelsur.es la propia Anabel. Lo que montó fue la primera pastelería vegana de España. O lo que es lo mismo, el primer negocio vegano que nació en Sevilla.

Aquello, un local pequeñito, fue creciendo poco a poco y la gente comenzó a demandar cosas saladas. Sin embargo, uno de los grandes puntos de inflexión no llegó hasta 2017 cuando conoció a Irene. Lo que empezó con un puesto pequeño en el mercado, ahora abarca varios modulos. "Cuando yo monté la pastelería esto era un desierto, todos los puestos estaban cerrados y nadie lo conocía", recuerda sobre los inicios. Aunque nace como un pequeño local para comprar y llevar, lo cierto es que no dudaron en poner mesas y convertirlo en restaurante cuando se dieron las circunstancias.

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Conforme va llegando la hora de comer, el local se llena.   MAURI BUHIGAS

Se puede decir que este proyecto fue uno de los primeros que intentó resucitar el Mercado del Arenal. "Empezamos sin que entrara nadie en el mercado. Poco a poco nos fue conociendo la gente y empezó a venir otro tipo de negocio en sintonía y más alternativos", señala una de las encargadas del proyecto. De esta forma se ha convertido en uno de los mercados más alternativos de Sevilla hasta el punto de que es complicado encontrar un hueco en hora punta. Y es que, pese a que la clientela ha ido variando, no falta. "Al principio teníamos mucha de Sevilla con determinadas intolerancias. Ahora es más internacional y de paso que de Sevilla", comenta. No obstante, esto no significa que no haya clientes autóctonos y fieles.

A pesar de que la conciencia vegana ha aumentado mucho en los últimos años, Anabel es consciente de que siempre van a existir prejuicios en gente que tiene la mente cerrada. Aun así, tiene claro que "quería venir a un sitio en el que chocase. En un lugar fácil sólo habría gente del entorno. Aquí conseguimos que gente que viene a los toros vea que hay un sitio vegano". En este sentido no han tenido muchos problemas, ni siquiera cuando se llena en temporada taurina y los aficionados ven los mensajes tan claros que hay escritos en el local. "Creo que aquí el mensaje puede calar y puede llegar a gente que no le llega en otro sitio".

Y es que el compromiso es una de las señas de identidad. "Tenemos claro que es un sitio politizado. No sólo queremos comer vegano, sino que queremos mostrar que el veganismo está relacionado con otro tipo de explotaciones", expresa Anabel sobre los principios que sostiene un espacio que define como "interseccional". "Desde el principio fue así. La filosofía es la misma y toda la gente que entra a trabajar lo hace con esa mentalidad. Si no, no encaja", apostilla.

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Uno de los productos que se pueden degustar.   MAURI BUHIGAS

Otro de los objetivos desde el inicio ha sido desmontar que comer vegano es más caro, "lo es si comes de herbolario", explica. La base en Veganitessen está en los vegetales y en las legumbres y, aunque actualmente también han subido, no lo han hecho más que la carne o el pescado. Este año tampoco han podido escapar del incremento de los productos y tras 14 años con los precios congelados, han tenido que subir determinadas cosas. Allí se mezcla gente de todas las edades, pese a que predomina la juventud. "Últimamente vienen familias enteras con abuelos y padres. Antes sí había mayoritariamente jóvenes", explica la propietaria. Además, muchos de los visitantes no son veganos, pero se van encantados, "preferimos que venga ese tipo de gente para que desmonte prejuicios". Lo cierto es que la sociedad ha cambiado y la propia Anabel lo palpa, "antes decías vegano y creían que era una secta. Ahora se escucha más, se conoce y no suena tan raro".

Sobre el autor:

Emilio Cabrera.

Emilio Cabrera

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