"Discúlpeme señor, pero yo me ocupé personalmente de solucionar el problema y les dije a los municipales que hablaran con los responsables de la cofradía y que cambiasen el itinerario". La respuesta fue clara: "¿Que cambiasen el itinerario? ¿Usted de donde es?". "Yo soy de Burgos", fue la respuesta ante la incredulidad de los presentes. "Nos van a linchar, usted no sabe lo que ha hecho". Es una escena de la ya mítica película El Mundo es Nuestro, ambientada en Sevilla. Una cofradía cruza por una calle donde se está llevando a cabo un dispositivo policial por el robo de una sucursal bancaria. Sin embargo, en apenas unos segundos queda reflejado que para los sevillanos las hermandades eran intocables.
Como la realidad supera a la ficción, Sevilla actualmente no está demasiado lejos de vivir momentos como este fuera de la gran pantalla. La crisis y el enfrentamiento entre la Policía Local y el Ayuntamiento se ha cebado especialmente con las hermandades, que están viéndose obligadas a suspender sus cultos externos o modificarlos por la falta de agentes que puedan garantizar la seguridad del evento. La principal damnificada ha sido la Hermandad de Las Aguas, que en una semana ha tenido que suspender dos cultos con la Virgen de Guadalupe. Además, en las últimas horas la Trinidad también ha anunciado la modificación de un Rosario con la Virgen de la Esperanza.
El Plan de Navidad, tras un mes de mucha tensión entre las partes, ha sido aprobado gracias a los votos del sindicato mayoritario. Sin embargo, no entra en vigor hasta el próximo 19 de diciembre. Pese a ello, fuentes policiales insisten en que el principal problema es que no hay agentes suficientes en plantilla para hacer frente a la cantidad de eventos que alberga Sevilla cada fin de semana.
A pesar de que en otras ocasiones se ha rumoreado que el Consejo de Hermandades y Cofradías podría plantearse limitar el numero de cultos externos para evitar situaciones como las que han tenido que vivir Las Aguas o la Trinidad, en esta ocasión, tras una consulta de lavozdelsur.es, el organismo que preside Francisco Vélez ha declinado hacer valoraciones.
Por su parte, el Ayuntamiento asegura que se dedica a responder a las solicitudes que se hacen de los eventos y que cada caso es diferente. "Si no hay suficiente policía, se da alternativas como un recorrido por zona peatonales, pero es el organizador el que decide si se adapta a las circunstancias o lo suspende", explican fuentes del gobierno municipal.
Los policías piden limitar los eventos
No obstante, existe cierto malestar en el colectivo policial. "No hay policía para tantos eventos", sentencia Santiago Rasposo, portavoz de CSIF. El sindicato, muy crítico con la gestión municipal desde la etapa socialista, señala que "la manta es muy corta. El Ayuntamiento sabe que no hay plantilla suficiente pero sigue autorizando eventos y no pone coto porque quiere quedar muy bien con todo el mundo".
Cada fin de semana, la capital hispalense concentra decenas de actos religiosos y deportivos, principalmente, a los que hay que sumar manifestaciones. "Llega un momento en el que la situación ha reventado". La Policía pide al gobierno municipal que aplique las tasas fiscales para que los organizadores de los eventos sufraguen el coste que tienen los actos. "El Ayuntamiento tiene que regular esos eventos y, a lo mejor, decirle a una hermandad que no puede salir siete veces en un mes como ha pasado recientemente con la Esperanza de Triana", comenta Rasposo a este medio, quien también denuncia que muchas empresas privadas hacen eventos sin que se les cobre un euro. "Todos tenemos que poner de nuestra parte".
Los sindicatos señalan el Covid como "un antes y un después" porque a partir de ese momento se han multiplicado el número de eventos. En lo que va de años ya se han celebrado más de 3.500 en la ciudad cuando la plantilla de policías ronda los 1.000 y sólo unos 700 hacen labores de calle. Si bien las fuentes consultadas descartan que esto pueda afectar a fechas señaladas como la Semana Santa, sí que hay meses muy críticos como mayo, donde las glorias y las cruces de mayo ponen en jaque la capacidad municipal. Esto no sólo afecta a las hermandades, sino también a salidas de heraldos "que se han multiplicado". "Hay que ponerle coto".