Una transformación histórica para la agricultura sevillana. Así ha definido Javier Fernández, presidente de la Diputación de Sevilla, durante la visita que ha realizado este viernes junto al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, a las tres grandes obras de modernización de los regadíos en las Marismas del Guadalquivir. Con un presupuesto que supera los 170 millones de euros, esta actuación está llamada a marcar un antes y un después en uno de los sectores más estratégicos de la provincia.
Financiado en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, con fondos europeos Next Generation, este conjunto de proyectos beneficia a 774 agricultores y abarca más de 12.000 hectáreas. La Comunidad de Regantes de las Marismas del Guadalquivir, que cofinancia el 20% de la actuación, se convierte así en protagonista de un salto tecnológico sin precedentes.
La obra principal comenzó en abril de 2024 y contempla la instalación de una red de tuberías de 320 kilómetros, junto a la construcción de hidrantes y un avanzado sistema de telecontrol. Actualmente, esta infraestructura ya se encuentra ejecutada en un 35%. Reemplazará los antiguos canales abiertos, evitando pérdidas de agua y promoviendo un uso más eficiente.
A esto se suma la ejecución de balsas de regulación y modernos sistemas de bombeo, iniciada este mes, con un presupuesto adicional de 60,3 millones de euros. Estas infraestructuras permitirán reducir el consumo hídrico, generar ahorro energético y aprovechar fuentes de agua no convencionales.
El proyecto va a suponer "modernizar el regadío" porque "es clave para ganar eficiencia, con la monitorización de todo el sistema, e implica dar un paso adelante en medidas de sostenibilidad y de lucha contra el cambio climático, así como en la cultura de la protección y la sostenibilidad del agua".
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha subrayado que los regadíos forman “la columna vertebral del sistema agroalimentario español” y resultan imprescindibles para garantizar la seguridad alimentaria. Por ello, ha justificado la apuesta del Gobierno por la modernización de las redes e infraestructuras de riego con una inversión sin precedentes de 2.500 millones de euros hasta el año 2027 en el conjunto de España.
De esta cantidad, la cuarta parte o unos 390 millones se corresponden con los 22 proyectos que hay en marcha en Andalucía, incluidos estos tres que se ejecutan con la Comunidad de Regantes de las Marismas del Guadalquivir.
Planas también ha puesto el acento en que, en el contexto de incertidumbre que genera el cambio climático, la sequía y otros fenómenos extremos, el regadío es más necesario que nunca.
Por su parte, el presidente de la Comunidad de Regantes Marismas del Guadalquivir, Juan Muñoz, ha instado a la colaboración entre administraciones: “Aquí no hay colores, el único es el del botón verde para comenzar a regar”. “Unión, voluntad y trabajo, con esas tres cosas conseguiremos que esto vaya adelante”.
La modernización de las infraestructuras hidráulicas, con la rehabilitación de balsas, estaciones de bombeo y la construcción de una nueva estación en Palmillas, garantiza una gestión mucho más eficiente del recurso hídrico, reduciendo pérdidas, mejorando la presión y fiabilidad del sistema y permitiendo un a distribución más equitativa del agua entre los regantes.
Estas mejoras son especialmente relevantes en un contexto de escasez estructural de agua y mayor exigencia de sostenibilidad ambiental.
Además, la incorporación de tecnologías de telecontrol y automatización convierte a este proyecto en un modelo de riego inteligente, capaz de optimizar el uso de agua y energía en un tiempo real.


