Lo venían reclamando ambas partes, y finalmente, se ha producido el encuentro. Este martes, el recientemente estrenado subdelegado del Gobierno de Sevilla, Curry Toscano, y el alcalde de la capital, José Luis Sanz, por fin se encontraron en una primera toma de contacto cara a cara.
Ambos hablaron al salir de esta reunión de "cordialidad", algo que puede parecer una frase hecha, pero que en estos tiempos de continua discusión parece ya noticiable. Hubo diálogo en esta primera cumbre. Ambos han coincidido ya previamente, por ejemplo, en la reunión sobre seguridad en Semana Santa, donde Toscano acabó persuadiendo al Ayuntamiento para que mantuviera la ley seca durante la Madrugá. El regidor acabó aceptando que, en un clima de amenaza persistente de atentado, lo mejor era evitar el alcohol en la noche más larga de Sevilla, frente a lo que había defendido hace un año en campaña electoral.
Ahora, había dos grandes asuntos pendientes para la reunión. El primero, el número de policías nacionales en la capital. Sanz defiende que hacen falta 400 nuevos efectivos. Las razones: que hay que actualizar la distribución de agentes en todo el territorio, una labor que corresponde al Ministerio del Interior. Porque Sevilla es una ciudad de aglomeraciones en momentos puntuales del año, y porque seis de los barrios más pobres de España están en la capital. El subdelegado fue conciso: siempre va a reclamar más para Sevilla, pero mantiene una postura 'mesurada', recordando que ya se ha ampliado desde 2018 la plantilla en un 7,5% desde 2018, cuando Pedro Sánchez llegó al poder. Por eso, empate.
Por otro lado, está la Plaza de España. Al tener allí su sede, la Subdelegación es clave. Y ya ha dicho que no va a permitir el cierre con cobro de entrada en varias ocasiones. El alcalde insistió en esa idea de que cobrar tres euros es algo que se produce en muchos grandes destinos europeos, y lo comparó con cobrar por entrar en el Coliseo de Roma. Sanz, además, ha pedido entrevistarse con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y con los responsables de patrimonio.
En ese sentido, hay dos grandes razones esgrimidas por el Ayuntamiento para el cierre y cobro de entrada: mejorar la seguridad en el entorno, acabar con el vandalismo, por un lado; y llevar a cabo arreglos importantes. El subdelegado le recordó que ya está en marcha una mejora del inmueble donde reside la Subdelegación. Posturas, entonces, que no se han movido. Otro empate.
La mejor noticia es que existe el diálogo y la predisposición. La mala es que no han trascendido avances entre las partes para el futuro. Lo que está claro es que Toscano, a diferencia de otros subdelegados, sí va a mantener una agenda mucho más pública e intervencionista que otros predecesores. Lo ha demostrado en su reciente incorporación, y no se va a limitar a ser una voz que se sume solo en actos puntuales a defender la postura del Gobierno de España en el territorio.
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