La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha explicado este jueves las razones por las que no se activó un aviso de nivel rojo en la provincia de Sevilla pese a la intensidad de las lluvias registradas y por qué el aviso no se aumentó hasta bien entrada la mañana en Huelva. La institución ha respondido así a las consultas de varios usuarios que cuestionaron si el nivel de alerta había sido el adecuado ante las precipitaciones que afectaron a distintas zonas de Andalucía.
Según la agencia, el aviso naranja ya implica un riesgo meteorológico importante y las cantidades de lluvia asociadas a ese nivel pueden provocar impactos graves, como inundaciones o crecidas en áreas determinadas. La Aemet ha subrayado que no es necesario alcanzar el nivel rojo para que se produzcan daños o alteraciones significativas, ya que el naranja contempla escenarios de peligro considerable.
Sobre Huelva, la agencia asegura que "los modelos matemáticos de predicción pronosticaban probables lluvias muy fuertes y persistentes en la provincia de Huelva, pero las tormentas más intensas estaban previstas en un principio para la zona del Cabo de San Vicente, en Portugal. Finalmente, se ha formado un tipo de tormenta organizado que se denomina sistema convectivo de mesoescala, y que ha entrado unos 100-150 km más al este de lo inicialmente previsto. Ha afectado, sobre todo, a la zona de Ayamonte y proximidades, desplazándose después a otras zonas".
El organismo señala que la diferencia entre ambos niveles radica en la magnitud y extensión de los efectos esperados. Dentro de los umbrales del aviso naranja, los fenómenos adversos tienden a ser más locales o de menor gravedad, mientras que el nivel rojo está reservado para situaciones con potencial catastrófico, capaces de generar daños generalizados o muy severos.
El caso de Sevilla
En el caso de Sevilla, la Aemet ha precisado que las lluvias se mantuvieron mayoritariamente dentro de los parámetros del aviso naranja, aunque en algunos puntos concretos se pudieron alcanzar valores cercanos al umbral rojo. Cuando se detectan esas situaciones, indica, se comunica a los servicios de Protección Civil la posibilidad de que se superen los límites previstos.
La agencia ha destacado además la importancia de la vigilancia meteorológica en días marcados por borrascas de reducido tamaño pero con un alto potencial de adversidad. En estos contextos, añade, el seguimiento continuo por parte de su equipo de meteorólogos resulta esencial para garantizar una respuesta adecuada ante fenómenos de evolución rápida.






