La Macarena, "presente en todos mis pensamientos"
Al flamante hermano mayor electo de la Hermandad de la Macarena, la que tiene más hermanos y nazarenos del mundo –él es el número 513 de los más de 18.000–, le faltan tres días para estrenarse en el cargo. Lo hace organizando el inminente besamanos en San Gil y concediendo decenas de entrevistas diarias, como si fuera el alcalde de esa mitad de la ciudad a este lado del río con hijos por todo el orbe.
Desde la puerta de la Basílica, y mientras la cola para la veneración serpentea casi kilométrica desde el lunes y desde más allá de la muralla, Fernando Fernández Cabezuelo mantiene esa calma difícil de encontrar en los capillitas al uso. Sonríe y habla con calma, saluda a todo el que se le acerca y, pese al mayor escándalo que ha dado su Hermandad en los últimos siglos con la fallida restauración de la Virgen y las tres intentonas de arreglar en 24 horas lo que no parecía tener arreglo, él tiene de su parte la fe inquebrantable en que la manera más idónea de acercarnos a Dios es a través de los ojos de su Madre, que aquí se llama Macarena.
Casado y sin hijos, a sus 61 años tiene toda la disponibilidad imaginable para una Hermandad a la que lleva unido desde antes de nacer, pues hasta siete generaciones antes de que lo hiciera él en el año de la Coronación Canónica fueron bautizados en la parroquia del barrio y él mismo constituye la cuarta generación seguida que ha participado en juntas de gobierno. O sea, un macareno que puede afirmar que “Ella está presente en cada uno de mis pensamientos, en cada palabra y en cada acto de mi día a día” pues, “sin Ella, mi vida no tendría ningún sentido”.
Costalero antes que fiscal y consiliario antes que hermano mayor, Cabezuelo visitaba a los titulares de su Hermandad a diario. Ahora buscará ocasiones para ir a su casa.
Hombre de una campechanía aplastante, suele abrazarse los tres dedos de la mano izquierda con la derecha, dejando el meñique libre, como en un gesto inconsciente y metafórico de que los últimos serán los primeros o de que, donde menos se le espera, salta el más pequeño en el Reino de los Cielos. Predica y rezuma humildad, como demostró el lunes haciendo cinco horas de cola para ver a una Virgen a la que a partir de ahora tendrá que dedicarle todas las horas de estos próximos cuatro años. En Sevilla se dan milagros como que él esté dispuesto.
Respuesta. Yo sabía que tenía muchísimo apoyo porque lo notaba, lo sentía y llevábamos mucho tiempo trabajando en un proyecto cuya gente, a medida se iba uniendo a nosotros, estaba muy ilusionada. Por lo tanto, sí me esperaba conseguir muchos votos. Lo que no sabía era cuántos votos iban a tener los otros hermanos que se presentaban.
"Ha sido como tener una madre en la UCI todo el verano"
R. Hay algo que está claro en los votos. A las personas que vienen a votar hay que buscarlas, y en una hermandad está claro que cuando hay una sola candidatura vienen bastantes menos personas a votar; cuando hay dos, como son dos grupos los que buscan personas para que voten y se movilizan, y encima hay una rivalidad entre ellos, entonces vienen más. Y cuando hay tres, como ha sido el caso, pues son tres grupos de personas moviéndose, buscando hermanos y, lógicamente, vienen más personas a votar. Para colmo, el tema de la Virgen también habrá influido algo…
R. Hombre… Ha sido como tener una madre en la UCI todo el verano.
R. Eso no se lo esperaba nadie porque en 430 años nunca había pasado algo así. Pero menos mal que ya la junta de gobierno ha hecho las cosas bien y ha puesto el tema en manos de Don Pedro (Manzano) y con una comisión que estaba detrás. Y entonces ya estábamos tranquilos en cuanto a que la Virgen se iba a recuperar.

R. Hay que tener en cuenta que todo el mundo tiene su historia con la Virgen y que todos la necesitamos. Nosotros venimos a compartir nuestras alegrías con Ella y, en los momentos malos, ponernos en sus manos y, más que pedirle, lo que hacemos es escucharla. Y estar cuatro meses sin Ella ha significado que muchos hermanos se han tenido que marchar sin poder visitarla.
R. Hombre… Yo mismo he conocido a varios que estarán con Ella ahora pero que no han podido venir a despedirse de Ella.
"Estar cuatro meses sin Ella ha significado que muchos hermanos se han tenido que marchar sin poder visitarla"
R. No, yo estaba seguro de que esto era reversible principalmente porque, gracias a Dios, se le había hecho un TAC previo y en él se veía por dónde iban las líneas de los párpados… Y en el momento en el que se consultó con diferentes profesionales todo el mundo decía que era reversible. Y cuando en el cabildo extraordinario Don Pedro nos dijo que todo era reversible y que lo que había que hacer con la Virgen era tratarla de los diferentes defectos que se le habían encontrado y de los diferentes problemas… Cuando yo estuve el martes en la visita privada, una vez que fui elegido, él me explicó que efectivamente la Virgen está sana y a la vista está. Lo está viendo todo el mundo.
R. Yo no estaba dentro. Lo que escucho es lo mismo que se escucha fuera. Evidentemente aquello fue gravísimo. El error fue gravísimo. En cuanto a la vigilancia de la Virgen… Yo no sé lo que pasó ahí dentro. Pero hubo una gestión malísima. Es que no lo sé. Yo viví la restauración del 78. Evidentemente yo entonces no veía a la Virgen, pero en aquel momento sí viví aquello con unas velas que se hacían de noche, en la planta de arriba, y yo me quedaba los fines de semana… Yo tenía entonces 14 años y mis padres no me dejaban que me quedara entre semana de noche, pero yo no me separé… Y luego, en 2012, cuando aquellas otras actuaciones de mantenimiento y conservación, yo estuve prácticamente todo el tiempo al ladito de Ella.

R. Claro. Era un oficial de junta, pero siempre estábamos pendientes de Ella. Yo en aquel momento era fiscal, pero quise vivirlo, preguntaba todo lo que me llamaba la atención y con cualquier cosa que hubiera visto rara, hubiera paralizado.
R. No, esa decisión fue anterior, hace ya casi dos años… Unos 200 hermanos tenían la inquietud de que la Hermandad estaba perdiendo excelencia, la vida de hermandad, esa cercanía que habíamos tenido siempre los hermanos. Cada vez se sentían más extraños y lejanos, y entonces ellos se reunieron conmigo para que yo diera un paso al frente y los representara. Yo en un principio era un poco reacio porque yo ya había salido, había sido uno de los que organizó el 50º aniversario de la Coronación Canónica… Pero dije que lo primero que teníamos que hacer era tratar de tender la mano para ver si podíamos llegar a una sola candidatura. Y eso se intentó hasta última hora, pero dentro se rompe la junta y de ahí salen las dos candidaturas…
"El error fue gravísimo, en cuanto a la vigilancia de la Virgen… Yo no sé lo que pasó ahí dentro"
R. En un principio era Eduardo Dávila el que iba por una parte, y cuando él da un paso al lado y dimite —y eso le honra—, viene Pedro (García) a coger el sitio de él, y por otro lado José Luis (Notario)… Yo intenté que hubiera una sola candidatura y, de hecho, cuando me reuní con los dos, dije que yo estaba dispuesto a dar un paso atrás porque era el que estaba fuera y que ellos se pusieran de acuerdo en quién de los dos iba a ser el hermano mayor y que ya luego cada uno de los tres aportara cinco personas para representar a toda la hermandad con una junta de quince.
R. Sí, pero me encontré con el problema de que entre las dos de dentro era imposible esa unión. Entonces ya me vinieron a buscar los dos para que yo me uniera a uno o a otro. Pero yo me hubiera unido al uno o al otro siempre y cuando ellos formaran una sola candidatura. Pero si de todos modos iba a haber dos, entonces yo prefería ir solo, la verdad…
R. La verdad es que no sé lo que ha pasado, porque yo el martes, cuando vine para la visita privada a ver la Virgen, se lo ofrecí al hermano mayor, al mayordomo, al secretario y al consiliario, y me lo aceptaron y me dijeron que había mucha generosidad en aquel ofrecimiento y me quedé tranquilo. Pero no sé qué pasó luego. Dijeron que al día siguiente habría un comunicado sobre aquella decisión generosa que nosotros hacíamos para que ellos pudieran despedirse bien de la Hermandad y de la Virgen y tenerla más tiempo, pero luego el comunicado se fue retrasando y yo noté ahí algo raro. Y hasta el sábado no se comunica que han rechazado nuestro ofrecimiento y, además, ni siquiera me llama el hermano mayor, sino que me llama el secretario…

R. Sí. Para empezar, va a ser en San Gil. Y además habrá bancos donde los hermanos se puedan sentar, puedan estar un ratito al lado de Ella…. Como se hacía antiguamente: los dos laterales para que el discurrir del besamanos no se interrumpa, pero que después el resto de la gente de la basílica, en vez de estar de pie, se puedan incluso sentar… Yo siempre pongo el mismo ejemplo: yo ahora mismo no puedo sentarme un ratito con mi padre, que tiene 92 años, porque no hay bancos. Y creo que también las personas mayores pueden tener un ratito para disfrutar de su Virgen de la Esperanza.
R. Y el mismo mes. Yo nací el 4 de mayo de 1964 y la Virgen se corona el día 31. Y me apuntaron a la Hermandad nada más nacer.
R. Sí, esta última junta de gobierno eliminó eso de que la Virgen pasara por el arco al salir, pero es una demanda que me llegaba por todas partes y vamos a recuperar esa costumbre.
"Vamos a recuperar la costumbre de que la Virgen pase por el arco al salir"
R. Nosotros hicimos un macroproyecto, efectivamente, y dicen que es el más completo que se ha visto en toda la Semana Santa, pero es que el proyecto no ha sido hecho por mí ni por mi candidatura siquiera o por un profesional, sino que han sido las ideas de más de 400 hermanos que han ido mandándolas en un correo electrónico que nosotros llamábamos “de sugerencias”.
R. En los ojos de la Virgen se ve claramente el reflejo de Dios. Como dijo el rector mayor de los Salesianos cuando vino a verla, la Virgen consigue en un solo segundo lo que la Iglesia lleva toda la vida intentado con la palabra y no termina de conseguir. La Virgen de la Esperanza conmueve y emociona, y estar un rato a su lado es estar un rato en el Cielo.
R. Hombre, evidentemente… El Señor de la Sentencia es el Señor de Sevilla que sale con más nazarenos. El que más.
R. Pues es el que más. Los primeros viernes de cada mes, en la misa que se le dedica, no se cabe. Al Señor de la Sentencia lo que le pasa es lo que decía mi abuelo: que la que viene detrás no hay quien pueda con Ella. Para los macarenos es nuestro Dios.
R. Es verdad, pero yo siempre les digo a todos los directores espirituales que vienen aquí que la Virgen atrae a toda la ciudad a la Iglesia, y lo hace todos los días. Y ellos tienen que aprovechar ese tirón de la Virgen para, a partir de ahí, enseñarnos cuál es el camino correcto, porque la formación va cada vez a más, desde los más pequeños a los adultos.
R. Pues sí. La Hermandad de La Macarena es la número uno del mundo. La que tiene la devoción más universal desde Sevilla, la más grande, la que tiene más hermanos y la que tiene más nazarenos.
"Voy a convocar a los hermanos cada vez que tenga que tomar una decisión importante para, por lo menos, escucharlos"
R. Bueno, en primer lugar yo quiero ser un hermano más y sentirme así. No yo, sino mi junta de gobierno, quiere gobernar de la mano de los hermanos. Voy a convocar a los hermanos cada vez que tenga que tomar una decisión importante para, por lo menos, escucharlos. Yo creo que eso es lo que ellos quieren: sentirse escuchados y que sepamos el sentir de la Hermandad. Y después tomaremos la decisión que se tenga que tomar, la que digan los hermanos u otra, pero por lo menos que se tome la decisión después de haber escuchado, y si la decisión es distinta de la que se ha escuchado, explicar por qué. Transparencia absoluta.
R. Evidentemente. Yo era una persona anónima y ahora, por donde quiera que voy por la ciudad, me van dando la enhorabuena.
R. Yo tengo la suerte de que trabajo en un negocio que es de mi padre y es mío y ahora mismo puedo estar aquí, delegando en mi hermano. Si estuviera trabajando por cuenta ajena, lo tendría más complicado. Ahora sí puedo tener tiempo suficiente y dedicarle a la Hermandad todo el tiempo que necesite. Voy a volcarme en trabajo y en cariño y a dedicarme en cuerpo y alma a cuidarla mucho.




