Manos universitarias para un verano de 'cirugía' y limpieza del inmenso tesoro eclesiástico de Sevilla

Trece estudiantes participan en la iglesia de Santiago, dentro del programa de prácticas de alumnos del Grado de Conservación y Restauración de Bellas Artes, acordado con el Arzobispado

Universitarios de Sevilla restauran parte del inmenso patrimonio eclesiástico En la imagen, el andamiaje instalado en el retablo .
Universitarios de Sevilla restauran parte del inmenso patrimonio eclesiástico En la imagen, el andamiaje instalado en el retablo . MAURI BUHIGAS

La recuperación del inmenso patrimonio artístico eclesiástico de Sevilla es una tarea tan enorme que precisa de iniciativas que actúe en esos bienes que no destacan por la firma de sus autores o que se sitúan en un segundo o tercer nivel de importancia artística que, sin embargo, se está perdiendo por el pésimo estado de conservación y la falta de atención.

Una de esas acciones que palian el ‘debe’ que en esta materia tiene Sevilla y, especialmente, la Archidiócesis, por ser la titular de casi la totalidad de estos inmuebles que encierran pinturas, retablos, imaginería e innumerables piezas, se localiza en la actividad que cada verano se realiza con alumnos del Grado en Conservación y Restauración de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla.

Antonio Gamero, tutor de esta actividad hablando con dos estudiantes en prácticas.    MAURI BUHIGAS
Antonio Gamero, tutor de esta actividad hablando con dos estudiantes en prácticas.    MAURI BUHIGAS

Estos llevan a cabo un programa de prácticas extracurriculares, desde el pasado 12 de junio. Un grupo de ellos centra su trabajo en la Iglesia de Santiago el Mayor, sede de la Hermandad de la Redención. Allí se encargan de trabajos de restauración en el retablo mayor, pinturas murales y artesonado. El tiempo estimado de los trabajos es de mes y medio. El templo tiene prevista su reapertura en septiembre.

La delegación de patrimonio cultural de la Archidiócesis de Sevilla impulsa desde 2015 estas campañas de verano de conservación y restauración en colaboración con la Universidad. Se han llevado a cabo ocho campañas en las que han participado un centenar de alumnos. En la de 2023 son 13 los que están haciendo prácticas.

Esta iniciativa ha hecho posible, en sus ocho años de recorrido, intervenciones en la iglesia de Santa María la Blanca en Fuentes de Andalucía, iglesia de San Lorenzo en Sevilla, iglesia de Santo Domingo en Osuna, la de la Magdalena, San Andrés, Santa María en Estepa y la iglesia de Santa María en Carmona.

Dos participantes en el programa empleados en una parte del retablo de Santiago.     MAURI BUHIGAS
Dos participantes en el programa empleados en una sección del retablo de Santiago.     MAURI BUHIGAS

Un reto para el alumnado

En esta novena edición, según explica uno de los dos tutores que coordinan la campaña, Antonio Gamero, los alumnos se enfrentan “a todo un reto, ya que abarca el retablo mayor, el artesonado y las pinturas murales del presbiterio”. Gamero cuenta que “el estado de conservación es malo, especialmente en las pinturas murales con problemas de embolsamientos, aunque los daños más generales son debidos al uso, los problemas ambientales y el paso del tiempo además del escaso mantenimiento que han tenido las obras”.

Los trabajos que están llevado a cabo los alumnos consisten en la consolidación general y estructural de las piezas, limpiezas de depósitos superficiales. El objetivo final, asevera el tutor, es conseguir la estética original de las obras y “conseguir su permanencia  en el tiempo”.

Intervención sobre una de las pinturas en los muros del templo.    MAURI BUHIGAS
Intervención sobre una de las pinturas en los muros del templo.    MAURI BUHIGAS

Para Antonio Gamero, Santiago es "un templo que “reivindica su historia en el patrimonio monumental de Sevilla”, y subraya que su labor es coordinar y vigilar el trabajo de estos jóvenes que tienen hasta septiembre para poner todos sus conocimientos en la recuperación de estas obras.

Sevilla contiene un ingente catálogo patrimonial especialmente en sus edificios religiosos, “de ahí la necesidad de su conservación de un patrimonio mueble, tan ingente y diverso en la Archidiócesis”, manifiestan desde el arzobispado sevillano, al tiempo que evalúan muy positivamente los logros alcanzados en los ocho años de experiencia del programa.

Un enorme patrimonio eclesial

El Arzobispado, en definitiva, ve en este convenio una forma de acometer el mantenimiento de un patrimonio que “está ahí, que precisa de ser restaurado pero que sería imposible acometerlo con fondos propios de la Archidiócesis”, que bastante tiene con hacerse cargo de los inmuebles cuando estos presentan graves problemas que obligan a su cierre y reparación.

Minucioso trabajo de recuperación sobre el policromado de una zona tallada.   MAURI BUHIGAS
Minucioso trabajo de recuperación sobre el policromado de una zona tallada.   MAURI BUHIGAS

El Arzobispado, en el caso de Santiago, relata que el aspecto superficial del retablo y las pinturas murales se encontraba "totalmente alterado, no dejando visualizar los matices originales de las obras".

De hecho, tanto la capa de dorado como las policromías de las esculturas se encontraban "muy oscurecidas". En el caso del retablo, el principal deterioro se ha debido al polvo acumulado, pérdidas puntuales de adherencia de las capas pictóricas, el hollín, acumulación de grasas, restos de cera en superficie, las reparaciones y la falta de mantenimiento.

La estructura del retablo está "en buenas condiciones aunque se observan grietas y desprendimientos puntuales, las pinturas murales se encuentran con grave riesgo de desprendimientos debido a la alteración de las capas y mortero del muro”.

“Pones en práctica lo que has aprendido”

Pablo Tejero es uno de los estudiantes de cuarto. Está empleado en el banco del retablo con un trabajo de limpieza. Con sus manos maneja un hisopo con un producto químico y unas pinzas. Es un trabajo minucioso, casi quirúrgico, “pero no demasiado complicado, eso sí, es muy entretenido” y sobre todo trabajar “con las temperaturas tan altas”.

Una estudiante de Conservación y Restauración tratando otra de las pinturas.    MAURI BUHIGAS
Una estudiante de Conservación y Restauración tratando otra de las pinturas.    MAURI BUHIGAS 

Cuenta a lavozdelsur.es que es la segunda vez que participa en el programa y “la verdad es que pones en práctica lo que has estudiado en los cuadro años, consolidando lo que has aprendido, es una buena oportunidad”. Ha concluido la restauración de san Hermenegildo, uno de los cuatro santos que figuran en el banco del retablo.

Sobre el autor:

KIKO ABUIN 1

Kiko Abuín

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Comentarios (1)

María Hace 9 meses
"cirugía"
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