Parte de la hostelería del barrio de Heliópolis de Sevilla cerrará esta tarde, durante las horas previas al partido que enfrentará al Betis con el Zenit de San Petersburgo. El cierre se hará como señal de protesta por las condiciones de alto riesgo en las que tienen que trabajar en los días de partido, con la retirada de veladores y a los clientes dentro de los locales como medida de prevención.
Pilar, de El Rincón de Manolo, ha atendido a lavozdelsur.es para expresar las quejas compartidas por los siete u ocho establecimientos colindantes con el Estadio Benito Villamarín. "Estamos cansados de la persecución que se tiene con los hosteleros desde que ha empezado la liga. No podemos trabajar", afirma. Hace dos jornadas –en el partido del Betis contra el Villareal– recuerda que el encuentro comenzaba a las 18.30h y a las 17h se personó la Policía secreta. "O bien cerraba por voluntad propia o me lo precintaba", comenta esta hostelera, que finalmente cerró por voluntad propia "porque el precinto conlleva una serie de consecuencias".
Los motivos que alegan los agentes para el cierre del establecimiento son el aforo y la prohición de consumir alcohol en la calle. "Aquí nunca hemos tenido ese problema –advierte Pilar– además, una vez termina el fútbol, en media hora está todo recogido y limpio como una patena". En la previa del Betis - Villareal, la hostelera asegura que la Policía contó el número de personas que había en el interior del local. "No sé cuántos contaría, pero la mitad era de la cola de gente que había para ir al servicio", expresa.
Para la hostelería de Heliópolis, un día de partido implica una mejor venta, "sobre todo después de lo que hemos pasado", apunta Pilar, que recuerda que "para tener esa venta hay que hacer una inversión". La hostelera piensa que "a veces no merece la pena", ya que "estamos trabajando con miedo solo por vender un poco más". Los establecimientos, además de las consumiciones, ofrecen un servicio esencial, como los baños o un simple vaso de agua. "Al servicio entran clientes y no clientes. El último partido tuve que cerrar para no tener cola, porque la Policía se asomó", reconoce.
"Así no se puede trabajar", repite una y otra vez Pilar, que no tiene nada en contra de la botellona, pero sí la señala como foco de suciedad. Además, respecto al partido de hoy advierte: "Esta tarde, cuando no haya ningún bar abierto, quien tenga alguna necesidad, ¿dónde va a ir?", se pregunta. "Se irán a las esquinas de Heliópolis y los vecinos, con razón, se quejarán", sentencia.
El partido de hoy está considerado de alto riesgo y la hostelería recibió ayer la carta de notificación. "Son dos o tres horas antes del partido y no tengo sitio en el local para guardar las mesas. Eso se tiene que programar, para al menos buscar un sitio donde dejarlas", comenta. No obstante, discrepa con las medidas: "No sé qué daño hace que nuestros clientes estén sentados en las mesas, porque no ha habido ningún problema en el barrio con el tema del fútbol".
"Se han venido uno cuántos vecinos nuevos que no parecen de este mundo, porque parece que no saben que el campo del Betis está aquí y ahora lo quieren cambiar todo", denuncia Pilar, que recuerda que hoy cierran "para reivindicar que nos dejen trabajar bien y tranquilos, como siempre, que aquí no ha habido problemas jamás". Una vez terminada la previa, volverán a abrir sus puertas
La cervecería Huracán es otro de los establecimientos que cerrará en la previa del Betis-Zenit. Una de sus trabajadoras, explica a lavozdelsur.es que "cuando ha habido jaleo, no ha sido por nuestros clientes". En su opinión, "el tema va con la botellona, que es donde se dan las peleas y se genera basura". Hoy cerrarán a la hora de la comida y no volverán a abrir. "Nos están haciendo mucho daño quitándonos los veladores". Además, "siempre mantenemos las medidas en condiciones para que no haya conflicto". Los trabajadores de la hostelería están diseñando unos carteles con la cosigna "Por un barrio unido, apoyemos la hostelería".
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