El abuelo de uno de los menores investigados por quemar el pelo durante varios minutos a un hombre sin hogar en Benacazón (Sevilla) ha expresado su consternación por los hechos. Antonio, entrevistado en el programa Y ahora Sonsoles, afirmó que su nieto “no es un chaval malo, no sé cómo ha podido hacerle eso a ese hombre”, unas palabras que reflejan la sorpresa y el impacto que el suceso ha provocado en su familia.
El familiar sostuvo que comprenden la gravedad de lo sucedido y la necesidad de una respuesta judicial adecuada. En sus declaraciones, aseguró que “comprendemos que deben darle un escarmiento, a ver qué impone la justicia”. También explicó que el menor está arrepentido y preparado para asumir las consecuencias legales: “Le pidió perdón a ese hombre”. Desde su perspectiva, el arrepentimiento ha sido sincero.
Antonio añadió que, pese a la profunda vergüenza que sienten por lo ocurrido, no dejarán de apoyar al menor durante la investigación. Subrayó que la familia se mantiene unida a pesar del impacto emocional del caso y señaló: “Siento mucha pena, pero no le vamos a dejar solo porque no se lo merece, a pesar de todo lo que ha hecho”. Sus palabras reflejan una mezcla de dolor, responsabilidad y acompañamiento ante una situación que ha generado rechazo social.
David, un sin hogar con carrera y marcado por las circunstancias de la vida
Los dos menores se encuentran actualmente investigados por grabar y difundir un vídeo en el que se ve cómo humillan y vejan a un hombre sin hogar, simulando ser agentes de policía y amenazándolo con detenerlo. Desde el entorno de David, la persona sin hogar que sufrió la agresión, también se han ofrecido testimonios que ayudan a contextualizar su situación. Un amigo cercano explicó en el mismo programa que “tiene hasta una carrera universitaria. Tuvo un desengaño amoroso y se tiró al alcohol. Luego, lo que es la propia vida, lo cara que está… Cayó malos de los nervios, esquizofrénico diagnosticado”. Sus palabras revelan una trayectoria marcada por dificultades personales y problemas de salud mental.
El mismo amigo lo describió como “una muy buena persona a la que no le gusta molestar”, una declaración que contrasta con la violencia que sufrió y que ha reabierto el debate sobre la vulnerabilidad de quienes viven en la calle. El caso continúa bajo investigación mientras se analizan las responsabilidades penales y el impacto social de lo ocurrido.


