David A. S., detenido por el asesinato de Ana Isabel V. N. en La Algaba, explicó a la Guardia Civil que cometió el crimen tras “un arrebato”. La víctima, a quien el investigado le alquilaba una habitación, recibió un total de 480 puñaladas en la tarde del domingo 14 de diciembre. Según su declaración, el consumo elevado de hachís y cocaína desencadenó el ataque, que duró aproximadamente cinco minutos.

Según información adelantada por Diario de Sevilla, el informe del Equipo de Homicidios de la Guardia Civil destaca el “salvaje ensañamiento” del agresor, quien atacó a Ana Isabel sin previo aviso y sin motivo aparente, impidiéndole cualquier posibilidad de defensa hasta acabar con su vida en el cuarto de baño. David A. S. admitió haber perseguido a la mujer por la vivienda y declaró: “Quería acabar con ella y no paré hasta que lo conseguí”.

El detenido, originario de Alhaurín de la Torre (Málaga), se trasladó a Sevilla en octubre de 2024 para trabajar. Vivió inicialmente con un amigo en la capital, luego en un piso de la calle Doctor Fedriani, y finalmente se trasladó a la vivienda de Ana Isabel en La Algaba en agosto de 2025, tras recibir una habitación alquilada por la mujer.

David A. S. trabajaba como camarero en un bar de San Jerónimo desde septiembre pasado y pagaba 250 euros mensuales por la habitación. Ana Isabel cedió su propia habitación, mientras que los otros dos dormitorios eran utilizados por sus hijos, por lo que ella dormía en el sofá del salón.

En su declaración, el investigado aseguró haber mantenido una relación amistosa con Ana Isabel, aunque admitió que días antes del crimen habían surgido conflictos relacionados con la limpieza de su habitación y amenazas de ser desalojado el 18 de diciembre. Además, reconoció que su consumo de drogas le llevaba a no pagar puntualmente el alquiler y a endeudarse con la víctima, quien le suministraba hachís y cocaína.

Problemas con la entrega

El atestado de la Guardia Civil documenta conversaciones entre ambos por WhatsApp desde la madrugada del sábado 13 hasta la mañana del domingo, en las que David solicitaba drogas de manera insistente. La última de estas peticiones se produjo alrededor de las 8:20 horas del día del crimen, y Ana Isabel respondió indicando que podía bajar para entregarle la sustancia.

David A. S. aseguró ser consumidor de hachís desde los 15 años y de cocaína desde los 18, y afirmó que su adicción le había provocado problemas de ansiedad, insomnio y pensamientos suicidas. Relató que la noche previa al asesinato permaneció despierto, fumó varios porros y consumió cocaína hasta la tarde del domingo.

Según su testimonio, sobre las 14:00 horas bajó a la cocina, cogió un cuchillo de 15 centímetros y lo guardó en su bolsillo. Acto seguido, se sentó junto a Ana Isabel, quien dormía en el sofá, y tras despertarla con el pretexto de comprarle comida, la atacó con el cuchillo, iniciando un ataque que terminó con la muerte de la mujer.

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Emilio Cabrera.

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