Vox ha oficializado la disolución del comité ejecutivo provincial de Cádiz y ha nombrado a la comisión gestora provincial (COGEP) hasta que se produzca la renovación interna de la dirección en una provincia donde la formación se situó como segunda fuerza política en las pasadas elecciones generales del 10N. Dentro de la guerra abierta en el seno de esta organización en esta y otras provincias españolas, entre una importante masa de afiliados y ex responsables orgánicos frente a una serie de primeros espadas nombrados directamente por la cúpula nacional del partido, finalmente se ha decidido que el presidente de la gestora sea José María Torrego Navas.
Para "fortalecer la estructura orgánica provincial", según han comunicado a afiliados del partido, a propuesta del secretario nacional de Vox, Javier Ortega-Smith, se ha decidido en una reunión este pasado miércoles que la gestora también la integren María Victoria Guillén, como vicepresidenta; José María Ortells Polo, secretario; y Elena Sáez Arjona y Manuel Gavira, como vocales. Como cabía esperar, esta decisión no ha sentado nada bien ni entre las bases de Vox en Cádiz, que aseguran a este medio que a las personas designadas, salvo Gavira, "no las conoce nadie en la provincia", ni entre miembros de la comisión ejecutiva disuelta.
En audios a los que ha accedido lavozdelsur.es, estas personas, ex miembros del CEP, comentan a diferentes militantes y otros antiguos cargos de Vox en Cádiz de una "caza de brujas" por parte del comité nacional, así como a las "presiones que hemos sufrido y que hacían inviable ya que se pudiera trabajar, ya que cualquier trabajo que se hacía se tiraba por tierra. Nos debíamos a la disciplina del partido y ya que no tenemos cargos orgánicos dejamos claro que todo lo que está ocurriendo en España, es lo que ha ocurrido aquí en Cádiz. Vamos a dar por culito", advierten a quienes controlan en estos momentos el partido en la provincia.
Al tiempo, aseguran que "pese a que Gavira —parlamentario andaluz— era un hombre de más consenso, han optado por un señor desconocido para la militancia pero amigo de Carlos Zambrano, diputado y marido de la parlamentaria andaluza Ángela Mulas". Por su parte, la actual dirección, como ha podido saber este medio, censura el "linchamiento" a la nueva gestora e insiste en la necesidad de "fortalecer la estructura con vistas a la renovación orgánica del partido en Cádiz".
Hace solo unos días dimitía el coordinador de Vox en Lanzarote, Álvaro Sanz, con unos argumentos muy similares a los que llevan meses denuncian en Cádiz parte de las bases y antiguos cargos del partido. En una carta remitida al presidente de la formación Santiago Abascal, escribía: "Vox, su estructura, sus abnegados militantes, y su generosa y patriota base social, a la que no os merecéis, están secuestrados por la inamovible cúpula dirigente a la que representas, cúpula que ha traicionado uno de nuestros principales valores, la lealtad y la clase".
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