Arcos de la Frontera es conocida como la puerta desde la Campiña o la Bahía la Sierra de Cádiz. Una gran ciudad por la que perderse entre callejuelas y que ofrecen bellísimos paisajes. Tanto desde su casco histórico, mirando hacia parajes naturales, como haciendo rutas desde estos enclaves y contemplar una localidad simbólica de la ruta de los pueblos blancos-
La histórica ciudad de Arcos, con un enclave geográfico estratégico, ha sido testigo de la presencia de diversas civilizaciones a lo largo de su rica historia. Su fundación romana le otorgó el nombre de 'Arx-Arcis' que significa 'fortaleza en la altura', recuerdan desde Turismo Arcos. Posteriormente, con la llegada de la civilización musulmana, pasó a llamarse Medina-Arkos, dejando una huella duradera en su identidad.
Durante la época musulmana, Arcos floreció y se convirtió en un pequeño reino Taifa bajo el dominio de Ben Jazrum, un rey de origen bereber. Sin embargo, en septiembre de 1255 y octubre de 1264, el Rey Alfonso X El Sabio tomó la ciudad, integrándola en el reino de Castilla. A pesar de la conquista cristiana, Arcos conservó su encanto árabe con calles estrechas, casas blancas, un imponente castillo, la Puerta de Matrera (único vestigio del recinto amurallado), y los molinos artesanales.
Con la llegada de los cristianos, la ciudad comenzó a crecer más allá de las murallas que la circundaban. Se construyeron magníficos templos y edificios religiosos, incluyendo conventos, asilos y capillas. El auge de la cristiandad en Arcos se produjo entre los siglos XV y XVIII.
Una vez terminadas las luchas entre moros y cristianos, surgieron otras rivalidades menos sangrientas pero igualmente notables. Los feligreses de las dos principales parroquias de la ciudad, Santa María y San Pedro, compitieron por el título de "Iglesia Mayor, Más Antigua, Insigne y Principal" de Arcos. Este título fue concedido a la Iglesia de Santa María por el Sacro Tribunal de la Rota Romana en 1764.
El esplendor de la arquitectura cristiana ha llevado a que todo el Casco Antiguo de Arcos sea declarado Conjunto Monumental Histórico-Artístico por un Real Decreto en marzo de 1962. Este conjunto se caracteriza por la antigua muralla que existió y por los pocos restos que aún se conservan. Con el objetivo de preservar el entorno del Conjunto Monumental, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha ampliado su declaración. Además, hay dos monumentos más que han sido declarados Históricos-Artísticos: la Basílica Menor de Santa María y su órgano.
Conocida como la "ciudad de los poetas" debido a la gran cantidad de artistas nacidos en ella o que han encontrado inspiración en sus calles, Arcos es un lugar que merece ser explorado con calma. Sus callejones empinados, su arquitectura histórica y su sabor a pueblo de tradiciones hacen que esta ciudad perdure en la memoria de quienes la visitan.
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