Abraham Mateo, cantante natural de San Fernando, desnudó anoche su infancia en su primera visita a El Hormiguero, dejando claro que ser famoso desde los siete años no siempre es un privilegio. En el plató, el artista de 27 años habló de los momentos más duros de su niñez, cuando la fama se convirtió en un motivo de acoso y bullying en el colegio.
"Había compañeros que me daban la espalda y me veían en el recreo firmando autógrafos y me insultaban o me hacían la vida imposible", contó Abraham Mateo, recordando cómo incluso llegó a necesitar seguridad dentro del centro. La presión era tal que, según relató, tuvo que comprar un bocadillo y atravesar un pasillo diario donde una pandilla le atormentaba constantemente.
Pablo Motos, consciente de la dureza de su relato, intervino para contextualizar la situación: "A lo mejor la gente piensa que ser famoso tan pronto es una ventaja porque es un privilegio, pero no es verdad. Tú fuiste un niño muy conocido y en el colegio iban a muerte a por ti". El presentador compartió también sus propias experiencias de acoso escolar, para empatizar: "Lo peor era que después del lunes venía el martes, y después el miércoles. Me gusta contarlo porque a lo mejor hay unos padres en una situación en la que sus hijos sufren bullying".
Abrirse con la familia y buscar soluciones
Abraham explicó que no se atrevía a hablar de ello con sus padres en su momento y que fue gracias a un amigo que encontró apoyo: "Para mí fue un respiro poder abrirme con mi familia. Al final todo tiene solución, menos la muerte". También relató cómo desarrolló mecanismos de defensa para sobrellevar la ansiedad, como pegarse fuerte en las piernas o lidiar con fobia a dormir solo.
El artista reconoció que estas vivencias marcaron su infancia y le obligaron a estudiar a distancia para poder continuar su educación sin sufrir acoso constante. Sin embargo, pese a los obstáculos, Abraham Mateo logró transformar esas experiencias en fuerza y resiliencia, un ejemplo que puede servir a muchos niños y niñas que hoy pasan por situaciones similares.
Música y complicidad con Pablo Motos
La visita a El Hormiguero también sirvió para mostrar otro lado de Abraham Mateo, el de artista consolidado. Al final de la entrevista, Pablo Motos cogió la guitarra y le pidió que interpretase un fragmento de Hoy tengo ganas de ti. La actuación dejó al presentador, a las hormigas y al público boquiabiertos, cerrando una velada en la que la honestidad y la cercanía del artista brillaron tanto como su talento musical.
Con su sinceridad, Abraham Mateo no solo recordó al niño que fue, sino que demostró que detrás de la fama también hay vivencias humanas universales, capaces de generar empatía y dar voz a quienes todavía no pueden contarlo.
