La provincia de Cádiz lleva 20 años con una tasa de paro que sube o baja, empeora o mejora, pero que en su base mantiene un nivel de desempleo estructural y cronificado casi inalterable. Ni el pelotazo inmobiliario, ni el crack de 2008, ni la recuperación tímida de la segunda década del siglo XXI... La irrupción súbita de la pandemia en 2020 ha provocado que la tasa de paro en territorio gaditano regrese al nivel de 2001, cuando era de un 25,05% sobre el total de población activa. En 2008, cuando estalló la crisis del ladrillo con la caída de Lehman Brothers la tasa de paro gaditana estaba en un 21,8%. Un año después creció al 28,49%, cifra que parece imposible no alcanzar a tenor de la crisis derivada de la actual pandemia.
De hecho, solo los ERTE maquillan el dato de paro real de la provincia. El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha abonado prestaciones por ERTE Covid-19 a un total de 86.397 personas distintas entre los meses de marzo a diciembre en la provincia de Cádiz, lo que supone un importe neto en este tipo de prestaciones de 213,95 millones de euros.
La Encuesta de Población Activa (EPA) del último trimestre del pasado año marca que el conjunto de 2020 acabó con un índice de desempleo del 24,9% en la provincia, unos 5.000 desocupados más que el año anterior y un total de 142.900 personas que, teniendo edad de trabajar, no pueden hacerlo. En Andalucía, con un 27,16, solo Huelva empeora este porcentaje. No obstante, la situación es muy similar en el resto de provincias de una comunidad de por sí lastrada históricamente por el desempleo.
Si se compara con los datos del tercer trimestre de 2020, la provincia de Cádiz sumó 4.500 nuevos desempleados, mientras que si se confronta a cómo terminó el 2019, puede hablarse de unos 5.000 desempleados más. En cuanto a la ocupación, en el último trimestre del año se destruyeron en Cádiz cerca de 14.000 empleos, principalmente como consecuencia de los destrozos en el turismo y en el sector servicios que ha provocado la alerta sanitaria.
En el último año, el paro ha crecido en las ocho provincias andaluzas, encabezadas por Granada, con 22.200 parados más, seguida de Málaga (16.500), Sevilla (12.100), Jaén (9.800), Almería (8.600), Huelva (6.800), Cádiz (5.000), y Córdoba (2.000). La tasa de paro más alta de Andalucía la presenta Huelva con un 27,16%, seguida de Cádiz (24,91%), Granada (24,84%), Córdoba (23,75%), Jaén (22,75%), Sevilla (22,44%), Almería (21,15%) y Málaga (19,32%). En cuanto a la tasa de empleo, Almería lidera la clasificación con un 47,09%, seguida de Málaga (46,34%), Sevilla (44,63%), Córdoba (44,16%), Granada (41,73%), Jaén (41,46%), Cádiz (41,42%), y Huelva (39,75%).
Por otro lado, Andalucía cerró 2020 con 83.400 parados más que en 2019, lo que supone un incremento del 10,12% respecto al año anterior, y con la pérdida de 53.000 empleos, el 8,5% del total nacional, que en términos relativos ha sido un descenso del 1,69%, según los datos de la EPA. El número total de desempleados de Andalucía a final de 2020 fue de 907.200 parados, mientras que la tasa de paro se sitúa en el 22,74%, 1,94 puntos superior a la registrada en el cuatro trimestre de 2019, que fue de un 20,80%.
La diputada provincial de Empleo de la Diputación de Cádiz, Ana Carrera, ha reiterado la necesidad de articular medidas urgentes para crear empleo en la provincia, tras la publicación de los nefastos. También ha recordado que la Diputación Provincial ha sido la Administración que ha puesto en marcha planes de empleo extraordinarios y de cooperación local para paliar los daños económicos de la pandemia de Covid-19. Sin embargo, dichos planes, u otros como los que ha reclamado a la Junta, no son más que pan para hoy y hambre para mañana —empleos temporales, puestos de trabajo de empleo comunitario— que en ningún caso resuelven el paro crónico de una provincia desangrada en el sector industrial desde hace tres décadas.
En una nota, la diputada ha indicado que la EPA del cuarto trimestre "por desgracia ha arrojado unos malos datos para la provincia de Cádiz, con una tasa de desempleo que ya roza el 25 por ciento y un aumento con respecto al trimestre anterior de 24.600 personas, que además si se compara con hace un año, la provincia tiene 5.100 desempleados más". "Cádiz vuelve a ser de las provincias con mayor tasa de desempleo de España, lo que sin duda se traduce en un verdadero drama para muchísimas familias gaditanas", ha añadido. Nada nuevo bajo el sol. ¿Y las medidas? Lamentablemente, la situación no es ni mucho menos nueva.
En 2014, la tasa llegó al tope del 42,34% de paro, un indicador que no estaba tan alto desde 1994, el segundo más alto en la serie histórica. Aun así, la tasa de paro gaditana siempre ha rondado niveles catastróficos sin que los planes, medidas e inversiones urgentes se hayan materializado. Basta decir que, en plena recuperación, en 2018, la tasa de aquel año fue del 27,35%, pero aun que la de un año que ha tenido diez meses de pandemia, confinamiento y cierre total de la actividad incluidos.
Una cosa que ha dicho la diputada sí es cierta: "Estamos convencidos, además, de que si no fuese por el esfuerzo que se está haciendo desde el Gobierno de España, prorrogando los ERTE, estos datos serían aun más dramáticos". Una vez concluyan los ERTE a partir de finales de mayo próximo, la situación se puede volver insostenible y recuperar unos niveles de desertización económica que, por desgracia, no serán para nada inéditos en la zona.
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