Puerto Real dio inicio este sábado a la temporada de baños en sus playas, coincidiendo con el arranque del periodo estival de alta afluencia. Desde el primer día, los bañistas contaron con todos los servicios habilitados con garantías y seguridad, conforme a lo establecido para el 15 de junio, fecha oficial de apertura.
Sin embargo, una de las medidas más visibles este año es la supresión de duchas y lavapiés, que permanecerán inactivos como parte del plan de ahorro de agua. Esta decisión responde al compromiso del Ayuntamiento con el medio ambiente y las recomendaciones emitidas por el Consorcio de Aguas, además de seguir las indicaciones recogidas en el Bando de la alcaldesa relativo a la sequía de 2024, aún vigente.
La resolución fue acordada en la denominada Mesa de la Sequía, un equipo técnico municipal de carácter interdisciplinar creado para garantizar que la actuación de los distintos departamentos del Consistorio se ajuste a las instrucciones de ahorro y uso racional del agua, marcando ejemplo desde la administración.
Prohibiciones en vigor en todo el municipio
Entre las prohibiciones ratificadas se encuentran el llenado de piscinas privadas sin sistemas de recuperación, el riego de zonas verdes —ya sean públicas o privadas, incluidos los campos de golf—, y el uso de agua para baldear calles o limpiar terrazas, que deberán mantenerse únicamente mediante cubo y fregona o sistemas de presión. También queda prohibido el funcionamiento de fuentes sin cierre automático y el lavado de vehículos fuera de instalaciones autorizadas.
Otras restricciones incluyen la paralización de sistemas de refrigeración y aire acondicionado sin circuito cerrado, así como la inhabilitación de duchas públicas y surtidores, lo cual afecta directamente a las playas y espacios de recreo del municipio.
Desde el Ayuntamiento, Antonio Gil, responsable de Infraestructura Azul, ha subrayado que “el Ayuntamiento no está usando agua potable ni para riegos ni para baldeos, sino agua de pozo, porque somos los primeros comprometidos con el ahorro de agua y en el aprovechamiento y reutilización de todos los recursos”.
Críticas por desigualdad de medidas
La medida no ha estado exenta de polémica. Algunos vecinos han expresado su malestar por lo que consideran un cumplimiento excesivo de las restricciones frente a otros municipios del entorno. “El sábado estuvimos en la playa de Camposoto: funcionan todos los lavapiés y duchas, y hay personal limpiando constantemente los WC. Todo está muy limpio. Pero a las 22 horas vimos un camión bomba con dos operarios limpiando las alcantarillas de las fosas sépticas. Las rotondas y zonas verdes están perfectas y verdes como debe ser”, comentó una vecina.
“¿Este pueblo es el único que va a ahorrar toda el agua de la bahía?”, se preguntan otros ciudadanos, quienes recuerdan que Puerto Real ni siquiera cuenta con muchas rotondas con fuentes ni con una afluencia de bañistas comparable a la de otras playas cercanas. “Encima no se riegan las zonas verdes, no entiendo a qué viene esa restricción”, lamentó otro vecino. “En todas las playas están funcionando. Es una lástima cómo se están cargando el pueblo”, concluyó indignado.



