La provincia de Cádiz ha arrancado 2025 con un crecimiento natural negativo, según los datos provisionales del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) recogidos por Europa Press. Durante el primer trimestre del año, nacieron 1.900 bebés de madres residentes en la provincia, mientras que en el mismo periodo se registraron 2.986 defunciones. La diferencia es clara: 1.086 muertes más que nacimientos, una brecha que refleja el progresivo envejecimiento demográfico y la baja natalidad en la región.
En concreto, en Andalucía se contabilizaron 1.903 nacimientos con origen en la provincia gaditana, procedentes de 1.878 partos de madres residentes. De ellos, 25 fueron partos dobles, lo que explica el total de 1.900 bebés nacidos vivos. Sin embargo, también se registraron tres muertes fetales tardías, un dato que el IECA incluye dentro de las estadísticas del Movimiento Natural de la Población.
El informe detalla además el perfil de las madres gaditanas. Más de la mitad de los nacimientos, exactamente 1.074, fueron de madres no casadas, mientras que 801 bebés nacieron de mujeres casadas. En cuanto al origen de los progenitores, 137 nacimientos tuvieron al menos un padre o madre extranjero, aunque la inmensa mayoría —1.589— correspondió a parejas de nacionalidad española.
La mayoría de mujeres tenían entre 30 y 34 años
La edad materna también ofrece una radiografía interesante del fenómeno demográfico: 627 mujeres tenían entre 30 y 34 años en el momento del parto, el tramo más numeroso. Solo se registró un parto de madre menor de 15 años, lo que refleja la escasa incidencia de maternidad adolescente en la provincia durante el primer trimestre.
Por otro lado, las defunciones dibujan el reverso del crecimiento poblacional. De las 2.986 muertes registradas, 1.580 fueron hombres y 1.406 mujeres. El grupo de edad con más decesos fue el de 85 a 89 años, con 544 fallecimientos, seguido por 23 personas centenarias y seis menores de 14 años.
En cuanto a la nacionalidad, 62 de las muertes correspondieron a extranjeros residentes en Cádiz, frente a 2.924 españoles. También se aprecia un claro patrón en el estado civil de los fallecidos: 1.189 eran viudos, 1.183 estaban casados y 377 solteros.
El balance deja una conclusión evidente: la provincia de Cádiz pierde población de forma natural, una tendencia que se repite desde hace años y que vuelve a evidenciar el reto demográfico que enfrenta la comunidad andaluza.