La Junta de Andalucía ha dado luz verde este martes al expediente de gasto para la contratación del servicio de hemodiálisis ambulatoria en la provincia de Cádiz, por un importe total de 74.665.500 euros —IVA exento— y con una duración de cinco años, sin posibilidad de prórroga. El contrato, que será gestionado por el Servicio Andaluz de Salud (SAS), garantiza la atención a todos los pacientes derivados de los centros hospitalarios gaditanos que requieran este tratamiento.
Con esta medida, la Junta prestará el servicio sanitario mediante hemodiálisis en régimen ambulatorio en centros extrahospitalarios para las personas con derecho a asistencia a cargo del SAS en la provincia de Cádiz. También podrán beneficiarse de este contrato aquellas personas que, no residiendo en la provincia, tengan reconocido el mismo derecho según la legislación estatal y los convenios nacionales o internacionales aplicables, tal como establece la Ley 16/2003 de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud.
El nuevo contrato supone un incremento de la inversión anual de casi el 100%, pasando de 7,4 millones a 14,9 millones de euros al año, lo que equivale a una subida del 98,46%. Este aumento responde, según la Junta, a la revisión del precio unitario de la diálisis, que se fija ahora en 170 euros para toda Andalucía, al mayor número de pacientes estimados —que crece de 487 a 560—, al aumento de los costes salariales y a la actualización del IPC aplicada a los materiales necesarios para la prestación del servicio.
Mejoras en la atención y en las condiciones de los pacientes
El expediente incluye mejoras sustanciales en la calidad del servicio, tanto para los usuarios como para los profesionales. Entre ellas, se prevé la reducción del número de puestos por sala de hemodiálisis, con el objetivo de preservar la intimidad de los pacientes y favorecer la humanización del proceso dialítico. Además, se valorará especialmente la ubicación estratégica de los centros concertados para minimizar los desplazamientos de los enfermos.
El pliego técnico también contempla avances tecnológicos en la atención, como la mejora de los monitores de diálisis, la renovación de dializadores y la incorporación de herramientas de soporte, entre las que destacan los dispositivos de bioimpedancia multifrecuencia, que permiten evaluar el estado nutricional e hídrico de los pacientes, un factor esencial para garantizar la efectividad del tratamiento.
Asimismo, el contrato exigirá un plan integral de mantenimiento preventivo y correctivo de todos los equipos, además de protocolos estrictos de seguridad del paciente, vigilancia de infecciones y control de eventos centinela. También se realizarán auditorías periódicas para asegurar el cumplimiento de los estándares de calidad asistencial.
Televisores individuales, ecógrafos y nuevos perfiles profesionales
Entre los criterios de adjudicación del contrato se valorarán varias mejoras complementarias dirigidas al bienestar de los pacientes y a la optimización de los tratamientos. Cada centro deberá contar con televisión individual por puesto, un ecógrafo propio y equipamiento avanzado que permita aplicar técnicas especiales de diálisis, como la hemodiafiltración con doble filtro y regeneración del ultrafiltrado (HFR) o la hemodiálisis extendida, según las indicaciones del personal médico del servicio de Nefrología.
También se establece que en todos los centros existan puestos con monitorización continua de pacientes, con una ratio mínima de dos por cada diez. Y, además, se reforzará el acompañamiento integral al paciente mediante la incorporación de profesionales especializados: psicólogos clínicos, expertos en nutrición y dietética, trabajadores sociales y fisioterapeutas, con una dedicación mínima de 20 horas mensuales por cada 40 pacientes.



