La alcaldesa de Puerto Real, Elena Amaya, se ha manifestado sobre la huelga del metal para "reclamar lo que nos pertenece a todas y todos, porque directa o indirectamente tenemos a gente muy cercana, amigos, familiares y gente querida, que se ve una vez más mermada y castigada porque no se vuelven a cumplir los derechos que tantos años se trabajan".
La edil, que se encuentra en casa tras contagiarse de covid, ha indicado. "Otra vez más tiene que ser Cádiz y otra vez más tiene que ser Puerto Real. Están siendo años difíciles, no solo por la pandemia que ha generado una pobreza económica en todos los aspectos, también años tristes para Puerto Real con el cierre de una planta como Airbus por la que tanto se ha luchado y no se ha conseguido".
"Estamos acostumbrados a vivir esto porque somos el culo de este país"
Amaya entiende que "desgraciadamente, tenemos que salir a la calle. No es plato de buen gusto para nadie ver lo que está sucediendo en las calles. Estamos acostumbrados a vivirlo porque somos el culo de este país. El castigo siempre viene para Andalucía, para la provincia de Cádiz, para la Bahía de Cádiz y para Puerto Real".
Sobre las negociaciones que se están llevando a cabo en la jornada de hoy, la alcaldesa de Puerto Real espera que "tengan un fruto en positivo para las trabajadoras y trabajadores de la industrial del metal. Espero que se acaben esos conflictos en la calle. La desesperación nos lleva a hacer cosas que no queremos. A nadie le puede gustar lo que está sucediendo en la calle. Si alguien disfruta con lo que está sucediendo en la calle es que es una enferma o enfermo mental. Es una forma de hablar alto y claro, de desconsuelo y de desesperación".
Por último, ha pedido que "acaben esas actuaciones de encender fuego por ambas partes, tanto en los contenedores como en la calle, y por encender fuego con las provocaciones. Hemos visto imágenes que no eran necesarias, como ver una tanqueta de agua circulando por las calles de Puerto Real".
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