Rubén Salguero, churrero y 'tiktoker' de El Puerto que perdió 135 kilos: "Sin humor, habría muerto depresivo"

En esta entrevista cuenta por qué comenzó a compartir vídeos en redes sociales y el punto en el que se encuentra actualmente después de una vida muy dura

Rubén Salguero, churrero y 'tiktoker' que cambió su vida radicalmente.
Rubén Salguero, churrero y 'tiktoker' que cambió su vida radicalmente. MANU GARCÍA
18 de julio de 2025 a las 20:37h

Llegar a pesar casi 240 kilos fue un problema muy grande para Rubén Salguero, el tiktoker de El Puerto que está triunfando en redes sociales por compartir su historia sobre la obesidad mórbida con un toque de humor y simpatía que genera confianza en sus seguidores. Este churrero, de 35 años, perdió 135 kilos, tras someterse a una operación bariátrica en Turquía, y sigue con una rutina de mantenimiento para no volver a pasar por aquel calvario, como cuenta él mismo.

Su vida dio un giro radical tras un suceso que lo marcó profundamente: el fallecimiento de una amiga que también tenía obesidad mórbida. “A mí me parecía que estaba más gorda que yo, pero no era así. Cuando murió, no podían sacarla bien de su casa, y pensaron en abrir la pared”, recuerda. Rubén, que vivía justo al lado, se quedó mirando al balcón y se hizo una pregunta que lo cambió todo. “¿Si yo me muero, cómo me sacan a mí?”, pensó.

Una operación de alto riesgo

Ese fue el punto de inflexión. A partir de ahí, tomó la decisión de cambiar su vida y enfrentarse a una operación de alto riesgo en Turquía. Comenzó el proceso en España, pero las pruebas médicas fueron un muro. “Fui a que me hicieran un TAC, porque tenía una bronquitis y estaba asfixiado. No cabía de ninguna de las formas en la máquina, ni en Cádiz ni en Puerto Real”, lamenta. 

"La Seguridad Social, que benditos somos de tenerla, es más lenta que el caballo del malo", añade, con su humor característico. Ante la lentitud del sistema, no lo dudó y marchó a la clínica especializada en el extranjero. “Me voy a morir de todas formas y ya estoy muriendo lentamente”, contestó cuando le comentaron las dificultades que tenía la operación, que eran debido a la anestesia. Sus débiles pulmones podrían no haberla soportado, cuenta. Además, la operación se retrasó unos días más por una infección respiratoria que necesitó tratamiento previo.

"Ahora entiendo a las personas trans"

En aquel momento, Rubén pesaba cerca de 240 kilos. Hoy, tras perder 135, está en 85. “No me reconocía, sentía que estaba en otro cuerpo”, asegura. “Entiendo perfectamente lo que es sentir que no estás en tu propio cuerpo”, confiesa, comparando esa sensación con la experiencia, supone, de las personas trans.

RUBEN SALGUERO CHURRERO VALDELAGRANA 3
El delantal con la foto de antes de perder peso.  MANU GARCÍA

Pero más allá del aspecto físico, Rubén no oculta que la salud mental ha sido uno de los mayores desafíos. “Tengo el síndrome del impostor. No me creo las críticas buenas. Me como por dentro”. Y añade: “los gordos somos una caja de traumas, que tenemos que seguir trabajándonos toda la vida”. Por eso recomienda sin dudar el acompañamiento psicológico. "El que no pueda, que tire de libros", aconseja a quienes estén en su situación. "Si no hubiera tenido el humor que tengo, hubiera muerto depresivo", reconoce. 

Una vida complicada, pero con humor

Rubén creció en un entorno complicado. “Mi madre murió cuando yo tenía un año y medio, se desmoronó el pilar fundamental de mi familia y yo crecí en esa vorágine”, relata. “Cuando tenía 20 años, mi padre se puso malo y le dio un ictus, por lo que tuve que bregar con él durante diez años”.

El humor fue, desde siempre, su salvavidas. “No te voy a decir que los problemas no me afectan, pero depende de la coraza que le pongas”, reflexiona.

RUBEN SALGUERO CHURRERO VALDELAGRANA 2
Rubén Salguero, donde despacha los churros. MANU GARCÍA

De TikTok a las librerías: "Si yo he podido, cualquiera puede"

Tras su cambio físico, decidió contar su experiencia en TikTok, donde suma más de 90.000 seguidores, y en Instagram, donde le siguen 20.000 personas. “Cuando tienes miedo, quieres que se vea lo que va a pasar, cómo va a ser después de operarte”, explica. Por eso empezó a grabar vídeos, donde muestra desde su operación hasta sus rutinas actuales, siempre con su característico humor andaluz. “Sabía que la gente gorda como yo lo iba a ver seguro, y que era el medio más cercano para llegar a ellos”.

También ha plasmado su historia en un libro titulado Todos los gordos que habitan en mí, que escribió casi un año después de la operación. Sin embargo, Rubén aún lucha contra sus propios fantasmas. "¿Tú quién eres para escribir un libro?, me preguntaba a mí mismo”, dice, revelando sus pensamientos más profundos. Y, sin embargo, su mensaje cala hondo: “Yo no soy extraordinario. Soy un humano más. Si yo he podido, cualquiera puede”.

Su problema, dice, no era tanto lo que comía, sino la cantidad. “La comida es un vicio, como otro cualquiera, pero todos los vicios son problemas”. Nunca fue un niño delgado y sabe que esta batalla es de por vida. Pero Rubén Salguero, desde su churrería y sus redes, ha logrado convertir su historia en un ejemplo de lucha, humor y autenticidad.

Sobre el autor

miriam bocanegra 1

Míriam Bocanegra

Ver biografía

Lo más leído