El desabastecimiento de Ozempic, el medicamento que se usa contra la obesidad, cada vez más frecuente

La falta de este producto en las farmacias españolas se ha duplicado en apenas dos años

Imagen de medicamentos con receta en una farmacia.
Imagen de medicamentos con receta en una farmacia. CANDELA NÚÑEZ
13 de mayo de 2025 a las 10:05h

El desabastecimiento de medicamentos en España, definido por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) como la insuficiencia de disponibilidad en mayoristas y farmacias respecto a las necesidades de consumo nacional, afecta de forma creciente a un grupo concreto de fármacos: los agonistas del receptor GLP-1. Entre ellos destaca Ozempic, cuyo suministro ha permanecido tensionado desde hace años, sin que la llegada de nuevos productos al mercado haya logrado aliviar la situación.

Inicialmente aprobados para tratar la diabetes tipo 2, los agonistas GLP-1 han ganado gran notoriedad en los últimos años debido a su eficacia en la pérdida de peso. Su creciente utilización con fines estéticos o como herramienta contra la obesidad, impulsada por la viralización en redes sociales, ha disparado la demanda, generando una presión constante sobre la cadena de suministro farmacéutica.

En España, donde el 16% de los adultos padece obesidad según el último Informe Anual del Sistema Nacional de Salud, el impacto de estos fármacos se vincula al abordaje de una de las grandes epidemias sanitarias actuales. En este contexto, se ha intensificado la competencia entre laboratorios para liderar un mercado en expansión, con nuevas fórmulas que buscan dar respuesta a una demanda creciente.

Un informe elaborado por LUDA Partners, una plataforma que conecta a miles de farmacias españolas para localizar medicamentos en falta, ha revelado un incremento sostenido en las notificaciones de desabastecimiento de agonistas GLP-1 desde 2023. El primer trimestre de 2025 marcó el punto más crítico, cuando este grupo de fármacos representó casi el 11% del total de incidencias reportadas.

El caso de Ozempic, producido por Novo Nordisk y disponible en tres presentaciones (0,25 mg, 0,5 mg y 1 mg), ilustra con claridad la situación. Las interrupciones de suministro comenzaron en 2023 y han provocado un efecto dominó: cuando una dosis escasea, la demanda se traslada a las otras, afectando a toda la cadena de distribución y dificultando el acceso de los pacientes al tratamiento.

Duplicado en dos años

Las cifras evidencian una tendencia al alza. En 2023, Ozempic representaba el 5,4% de las faltas notificadas por farmacias, porcentaje que aumentó al 5,72% en 2024 y alcanzó el 10,77% en los primeros meses de 2025. Estos datos reflejan una escalada progresiva del problema, sin que las nuevas incorporaciones al mercado hayan podido revertirla.

Wegovy, aprobado en 2024 y también desarrollado por Novo Nordisk, así como Mounjaro, de la farmacéutica Lilly, fueron recibidos con la expectativa de aliviar la presión sobre Ozempic. Sin embargo, sus cifras de desabastecimiento, aunque todavía modestas, comienzan a ser visibles. En el primer trimestre de 2025, Wegovy representó el 0,13% de las faltas y Mounjaro el 0,09%.

En conjunto, estos tres medicamentos sumaron el 10,99% del total de faltas reportadas por las farmacias en ese mismo periodo, consolidando la percepción de un problema estructural. La persistencia de las notificaciones mensuales por parte de cientos de establecimientos confirma que el desabastecimiento no ha sido resuelto.

El interés por estos tratamientos se explica también por su posible impacto más allá del ámbito clínico. Según la OCDE, el sobrepeso y la obesidad suponen casi un 10% del gasto sanitario en España, lo que equivale al 2,9% del PIB. El uso sostenido y eficaz de estos fármacos podría generar un ahorro considerable, aunque condicionado por factores como el acceso equitativo y el cambio en los hábitos de vida de los pacientes.

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Emilio Cabrera.

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