El alcalde de El Puerto, Germán Beardo, ha compartido en sus redes sociales detalles de su rutina deportiva, destacando su vuelta a la actividad física. Beardo subrayó la importancia del ejercicio regular para mantener la forma y la energía en el día a día.
En su publicación, el regidor explicó que, después de más de un año retomando su condición física en Reset People, ha incorporado entrenamientos de boxeo en Boxeo García, un centro reconocido por formar campeones en Andalucía y España. "Una horita al día en el gym o dándole a los guantes nos ayuda en todo", señaló.
La publicación generó numerosas reacciones por parte de los usuarios, con comentarios que elogiaban su estado físico y su implicación deportiva. Entre ellos se pudieron leer expresiones como "nuestro alcalde está más fuerte que el vinagre" o "hay que ir preparado para los plenos del ayuntamiento".
Otros usuarios hicieron referencia a su seguridad personal. Uno de ellos comentó: "El único político que no necesita escoltas", a lo que Beardo respondió: "Nunca los he llevado, ciertamente", confirmando que no cuenta con protección especial en su actividad cotidiana.
El alcalde también se refirió a las críticas que pueda recibir sobre su actividad pública. Aseguró que "hay críticas constructivas que siempre, siempre hay que escuchar. Quien luego pretenda tener una finalidad partidista con sus quejas, allá esa persona. Para mí, El Puerto siempre va a ser lo primero".
Un alcalde que pudo ser futbolista
Beardo no solo ha destacado en política, sino que tuvo una trayectoria deportiva prometedora en su juventud. Con 15 años jugaba como delantero en el Benfica de Lisboa, y también se le reconocía como un buen goleador en el CD SAFA, hasta que una fractura de peroné truncó su carrera deportiva.
Tras su experiencia en el fútbol, Beardo se incorporó a la política, desarrollando una carrera ascendente dentro del ámbito local y regional. Su implicación y trayectoria le llevaron a asumir responsabilidades cada vez mayores en el Ayuntamiento de El Puerto.
En 2019, con tan solo 33 años, se convirtió en el alcalde más joven en la historia de la ciudad, un hito que marcó su proyección política y su visibilidad pública.
