El Puerto se moviliza para frenar una tala en un pinar de la urbanización de El Águila. Más de un centenar de pinos, muchos de ellos con más de 50 años de vida, están marcados para ser talados al sur de la calle Azor, una zona considerada uno de los últimos pulmones verdes del municipio gaditano. Vecinos y colectivos ciudadanos han levantado la voz ante lo que califican como una "agresión ecológica sin justificación".
El proyecto, promovido por el Ayuntamiento en colaboración con la Junta de Andalucía y promotores privados, contempla la construcción de un nuevo vial (AP-01) que atravesaría este espacio natural. Sin embargo, los residentes denuncian que se trata de una carretera "innecesaria y no demandada", cuyo único impacto real sería el ahorro de apenas unos minutos de trayecto para unos pocos vehículos.
A simple vista puede parecer una obra menor, pero sus consecuencias serían devastadoras. El pinar, además de su valor paisajístico, es refugio de especies protegidas como el camaleón común y actúa como una barrera natural contra la erosión y la desertificación. También es un espacio habitual de paseo y esparcimiento para familias, deportistas y visitantes de la zona turística.
Los vecinos han detectado señales claras de que la tala es inminente: árboles marcados con pintura roja, estacas clavadas y maquinaria preparada. “Están sentenciados a muerte”, aseguran con indignación desde los grupos vecinales que ya han comenzado a organizarse para frenar el avance de las obras. Como parte de su protesta, han creado la cuenta de Instagram @estepinarnosetoca, donde informan de las acciones, denuncias y novedades sobre el conflicto.
“Es ahora o nunca”, advierten desde la plataforma. Los defensores del pinar piden apoyo masivo para frenar lo que podría ser una pérdida irreparable para el medio ambiente local. Para ello han registrado una recogida de firmas de forma online. Las personas interesadas en participar pueden hacerlo a través del siguiente enlace.
“No hay emergencia, ni necesidad, ni justificación. Esto es un despropósito urbanístico, un desastre ecológico y un despilfarro de dinero público”, se lee en uno de los mensajes difundidos por los denunciantes. La ciudadanía exige que se archive de forma definitiva el proyecto y se garantice la conservación íntegra del entorno natural.
"No hay emergencia, ni necesidad, ni justificación"
La polémica ha escalado hasta el plano político. El grupo municipal de VOX El Puerto denunció públicamente la actuación hace unos días, señalando que la infraestructura “no cuenta con el respaldo vecinal ni responde a una necesidad urbanística real”. El portavoz del grupo, Fito Carreto, ha subrayado que “esta inversión se podría dedicar a muchas otras zonas que Germán Beardo y su equipo de gobierno tienen absolutamente abandonadas”.
Además, critican que la decisión se haya tomado sin transparencia ni participación ciudadana. Aseguran que no existe ninguna urgencia ni justificación medioambiental o urbanística para ejecutar la obra y acusan a la Junta de haber emitido un informe ambiental “que no resiste un análisis serio”, pese a la presencia de fauna protegida en la zona.
