Mientras en la costa y en urbanizaciones lujosas como Vistahermosa el verano atrae a miles de visitantes a la localidad, en el otro extremo del municipio se viven escenas de películas tipo Celda 211. La prisión de Puerto III, en El Puerto, fue escenario el pasado domingo de un grave altercado que, según los sindicatos penitenciarios, pudo haber terminado en tragedia.
El interno C.E., conocido por su historial violento, protagonizó una pelea multitudinaria que degeneró en una auténtica batalla campal. La situación no es nueva, pero el polvorín del centro penitenciario portuense va a más en cuanto a su peligrosidad.
De acuerdo con el sindicato ACAIP-UGT, la tensión comenzó tras una discusión con otros reclusos y se desató por la tarde, cuando el preso, armado con una cuchilla artesanal, atacó de forma indiscriminada a internos y funcionarios que intentaban controlar la situación. “El uso de objetos contundentes como sillas, palos y cubos de basura convirtió el módulo en un escenario de violencia descontrolada”, denunció el sindicato.
“Un polvorín” con sobrepoblación y presos peligrosos
En un comunicado, ACAIP-UGT subrayó que este episodio “no es un caso aislado”, sino el reflejo de una situación estructural crítica que lleva tiempo denunciando: sobrepoblación extrema en el Módulo 4, con más de 90 internos de alto perfil conflictivo; la reubicación en régimen ordinario de presos clasificados previamente en primer grado y reincidentes en violencia; y la apertura del Módulo 7 como módulo residencia sin refuerzo de medios humanos ni materiales.
El sindicato acusa a la Dirección General de Ejecución Penal, encabezada por Miguel Ángel Vicente Cuenca, de “negarse a desactivar este polvorín” y advierte: “Lo ocurrido el pasado domingo pudo haber acabado en tragedia. Si no se actúa de inmediato, es solo cuestión de tiempo que vuelva a ocurrir algo similar o peor”.
Entre sus demandas al Ministerio del Interior y a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias destacan el refuerzo inmediato de plantilla, la reclasificación de internos peligrosos, una auditoría urgente de seguridad y el reconocimiento del Cuerpo de Funcionarios de Prisiones como Agentes de la Autoridad.
CSIF confirma el riesgo extremo vivido en el módulo
La Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF), sindicato mayoritario en las Mesas Delegadas de Instituciones Penitenciarias y Función Pública, también ha denunciado “los graves hechos” ocurridos en el Módulo 4 el 3 de agosto. Según su versión, el interno actuó con conducta altiva y provocadora durante la jornada, generando una tensión creciente entre los reclusos.
Por la tarde, tras un acalorado intercambio verbal, gran parte del patio se abalanzó sobre él. En ese momento, el preso sacó una cuchilla manipulada con empuñadura de bolígrafo y comenzó a correr por la sala, “cortando a todo el que se cruzaba en su camino totalmente fuera de sí”, causando heridas a varios internos.
"Sillas, mesas y palos volaron por el aire"
La situación se desbordó y varios reclusos participaron activamente en la pelea. “Volaron sillas, mesas, cubos de basura y palos de madera”, relata CSIF, que describe un escenario de riesgo extremo para todos los trabajadores presentes.
El sindicato advierte que el Módulo 4 arrastra un historial de altercados y que ya ha trasladado a la Dirección del Centro sus denuncias sobre la mala clasificación de internos y la masificación, sin que se adopten medidas eficaces.
CSIF reclama la cobertura total de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) en los centros penitenciarios, más medios materiales y una formación continua adaptada a las labores diarias. También exige que el personal de Instituciones Penitenciarias tenga la condición de Agente de la Autoridad para garantizar su seguridad.
