Desde los años 80 se viene hablando de la necesidad de un espacio funcional para el transporte de autobuses en la ciudad del Iro. El proyecto que se hará realidad será un apeadero en Paciano del Barco.
Pendiente llevan hace años los chiclaneros de un proyecto que parece ser que tiene los días contados para que se haga realidad. Al menos, así lo ha hecho público la Junta de Andalucía, a través de la consejería de Fomento, donde han dado por finalizado la redacción del proyecto del apeadero de autobuses de Chiclana.
Este intercambiador de transportes dará servicio a las líneas de autobuses que, en principio, paraban en la plaza de Andalucía. Tras la remodelación de este enclave, llevada a cabo por el paso del tranvía de la Bahía de Cádiz, el Consorcio de Transportes ha situado la cabecera de líneas en esta nueva ubicación junto al río Iro. El delegado territorial de Fomento y Vivienda, Federico Fernández, ha señalado que “con esta nueva infraestructura para el transporte, se mejora considerablemente el servicio a los pasajeros de los autobuses interurbanos, con un edificio particularmente funcional, sencillo y de escaso impacto en su entorno”.
Según indican, “el presupuesto de construcción ronda los 270.000 euros y el plazo previsto para las obras es de unos tres meses”, quedando a la espera del consentimiento del propio Consistorio. Un Ayuntamiento que también ha incluido una serie de propuestas, como la ubicación que finalmente, en la calle Paciano del Barco, junto al campo de fútbol y en la acera del río Iro.
Sin embargo, la idea de la estación de autobuses viene de largo. En concreto, ya en los años 80 se ponía en valor la necesidad de crear una estación de autobuses que mejorara el tránsito de la plaza Andalucía. El origen de la ubicación en este lugar se traslada a principios del siglo XX cuando se necesitaba de un espacio que se destinaba para los autobuses que trasladaban obreros desde Chiclana hacia los astilleros en San Fernando y Cádiz. En aquellos años, donde se trataba de una ciudad principalmente dedicada a la agricultura, se optó por una localización cerca del margen norte del río Iro, coincidiendo con la colonización de dicho margen como solución a los nuevos crecimientos de la ciudad.
Sin embargo, a pesar de los proyectos llevados a cabo de la plaza sobre el río Iro, este asunto no fue fructífero. Ha tenido que ser con la llegada de las obras del Tranvía Metropolitano, cuando se ha hecho necesario desplazar la parada de autobuses hacia la calle Paciano del Barco, paralela al río por la zona de La Banda.
De hecho, en 2012 se presentaba en la Escuela Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla un como proyecto fin de carrera que justifica la necesidad de una estación de autobuses en la ciudad. La ubicaba en la zona de La Longuera, donde la conexión vial es “más favorable” y el espacio mucho más “extenso”. El proyecto se inclina por instalarse justo en frente del Centro de Especialidades Sanitarias, donde actualmente hay un solar. “Un solar de aproximadamente 35.000 m2 que desde la construcción del recinto ferial Las Banderas ha quedado como improvisado de aparcamiento para ir al centro desde su reciente peatonalización”, según indica el proyecto de Michel Gómez Cepero.
En cuanto al edificio en la idea era crear dos plantas con dos entradas y salidas principales: la primera frontal a la plaza y en dirección hacia el centro de la ciudad. Si en un margen del vestíbulo se ubican las salas de espera enfocadas hacia el exterior, en el lado opuesto se encuentran los diversos usos que ofrecen la estación como son la venta de tickets, aseos públicos, oficina bancaria, consigna, despacho de paquetería, cafetería...etc. En el extremo opuesto del edificio y con una perfecta visión sobre todo el espacio público se encuentra un punto de control e información. Éste a su vez tiene un acceso trasero hacia los almacenes del edificio donde se ubica la última salida al exterior. Esta puerta es de acceso restringido para empleados y para el uso de carga y descarga del edificio
Son algunas de las ideas que, por lo que parece no verán la luz. Con el tiempo se ha pasado de un proyecto similar avalado por la Junta de Andalucía, a otro de menos enjundia, quizás por la construcción recientemente de la estación de autobuses en Conil de la Frontera.
La idea que se proyecta está orientada a crear un espacio cubierto, pero transparente, dotado de un diseño sencillo y fácil de identificar como apeadero, de similares características al intercambiador construido en San Fernando. Esta ubicación permite además el transbordo entre diferentes medios de transportes, especialmente del autobús al tranvía de la Bahía, que recorre el municipio de Chiclana y se extiende hacia San Fernando y Cádiz capital.
El edificio tendrá planta rectangular de 13,5 x 6 metros aproximadamente y una sola altura, de manera que no agrede el entorno urbano en esta margen derecha del río Iro. Esta permeabilidad con el entorno se consigue a partir de un cerramiento prácticamente acristalado en todo su perímetro, que se encuentra protegido mediante lamas verticales y horizontales, según la orientación de las fachadas. Se consigue de esta forma la protección del sol, sin disminuir el carácter diáfano del espacio.
Esta actuación está asociada a la construcción y puesta en funcionamiento del tranvía de la Bahía de Cádiz, cuyo origen del trayecto se sitúa en el polígono de Pelagatos de Chiclana de la Frontera y recorre el centro urbano a través de la avenida Reyes Católicos, atraviesa el río Iro por el puente de Nuestra Señora de los Remedios, para continuar por Mendizábal hacia el tramo interurbano y San Fernando.
Las obras del tren tranvía y la remodelación de la Plaza de Andalucía forzaron al Consorcio de Transportes a modificar la ubicación de la terminal de autobuses, por lo que la Consejería se ha comprometido a construir este nuevo apeadero que mejora el servicio a los viajeros.
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