“Después de 32 despidos —22 objetivos y 10 disciplinarios— con el pretexto que la plantilla estaría sobredimensionada según el informe de la sociedad Deloitte Consulting, encargados y pagados por Louis Berger Aircraft Services (LBAS), informes que si ya entonces nos suscitaban muchísimas dudas, tres años y medio después ha quedado totalmente acreditado que no se ajustaban en absoluto a la realidad”, aseguran desde el comité de empresa de los trabajadores del aeropuerto de la Base de Rota.
Los representantes de los empleados responden así a la última nota de prensa emitida por la empresa, quien asegura que el pasado 10 de enero “tuvo lugar la primera reunión relativa al referido procedimiento de mediación y desde esa fecha se han celebrado otras cuatro —29 de enero, 11 y 25 de febrero y 9 de marzo— en las que LBAS, desde el primer momento, ha realizado un esfuerzo de buena fe”. El comité lo desmiente: “Louis Berger se ha limitado a ofrecer prácticamente lo mismo que el pasado 6 de octubre de 2016, incluso con muchísimas peores condiciones si cabe”.
El comité señala que "a día de hoy entre trabajadores subcontratados a través de las externalizaciones, nuevos contratos indefinidos y contratos temporales hay más plantilla que el día 1 de noviembre de 2016, después de la sucesión empresarial”. Los representantes de la plantilla cuentan que este mismo 15 de abril “el manager de pista le presentó a los miembros del comité de empresa tres nuevas contrataciones para el grupo de operaciones” y que “también se ha llamado a personal con contrato de trabajo temporal a las oficinas de Administración de LBAS para convertirlos en indefinidos”.
“La realidad nos demuestra que lo que han hecho es sustituir a unos trabajadores por otros en aras de aumentar sus beneficios económicos, ya que han buscado no cumplir con el convenio colectivo en vigor contratando y subcontratando a trabajadores y trabajadoras con peores condiciones salariales y de trabajo, ocupando el lugar del personal que fue despedido y están pendientes de sentencias firmes”, apunta el comité.
La representación legal de los trabajadores critica la “negativa a entregarnos la información y documentación que les solicitamos durante la segunda reunión el 29 de enero de 2020 para poder corroborar los datos económicos aportados por Louis Berger en su propuesta de 22 de enero de 2020”. Por eso, tienen la impresión de que “en ningún momento LBAS ha querido negociar de buena fe con los trabajadores, más bien al contrario, tal como ha sido su costumbre durante estos casi cuatro años de conflicto laboral”.
El comité señala que “la empresa no ha mostrado intención alguna de negociar el convenio colectivo; que pretende eludir la aplicación del convenio al que todavía está vinculado, aplicando el convenio colectivo del sector que obviamente es más perjudicial para los trabajadores; que ha firmado un contrato de servicios a la baja y no puede pretenderse que esa decisión empresarial perjudique los derechos de los trabajadores al margen de la legalidad, para mantener sus porcentajes de beneficios”.
“Difícilmente se podrá alcanzar un acuerdo digno con una empresa que utiliza las difíciles condiciones creadas por la emergencia sanitaria para presionar en las negociaciones laborales dando un ultimátum a sus trabajadores”, apunta el comité. “No obstante, consideramos que dado el momento excepcional que está viviendo la humanidad ante una pandemia de semejantes dimensiones, la prioridad absoluta en estos momentos es dedicar todos nuestros esfuerzos a la prevención de riesgos laborales, en otras palabras a la salud de todas y todos”. Por todo ello, piden que quede aplazado el procedimiento de mediación hasta que no se relajen las circunstancias excepcionales que está viviendo el país.
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