Gibraltar aplicará un impuesto del 15% sobre transacciones a partir del primer día de entrada en vigor del acuerdo alcanzado entre la Comisión Europea, Reino Unido y España, que redefine el estatus del Peñón tras el brexit. Así lo han confirmado este jueves fuentes comunitarias, que explican que la medida forma parte de un mecanismo de convergencia fiscal.
Actualmente, el impuesto sobre transacciones en Gibraltar se sitúa en un 3%, muy por debajo de los estándares europeos. Con el nuevo acuerdo, el Peñón deberá alcanzar un nivel “aceptable para la UE” en un plazo máximo de tres años, aunque ya desde el primer día se aplicará el nuevo mínimo del 15%.
El tipo del 15 %, equivalente al IVA mínimo europeo
El porcentaje acordado se alinea con el tipo mínimo del IVA que los Estados miembros pueden aplicar según la directiva comunitaria, aunque no implica la adhesión de Gibraltar al sistema europeo del IVA. Esta subida se aplicará exclusivamente a las transacciones de bienes, dejando fuera los servicios.
Durante las negociaciones, Bruselas buscaba que Gibraltar adoptara un sistema fiscal lo más similar posible al de la UE, en un intento de evitar desajustes y competencia desleal en el mercado. Sin embargo, el Gobierno gibraltareño se resistía a esa equiparación, aludiendo a que la medida encarecería aún más los precios de productos ya considerados costosos frente a los del Campo de Gibraltar.
El compromiso final consiste en implantar un tipo impositivo del 15%, con revisión periódica por parte de un grupo de expertos independientes que analizarán el impacto real en el mercado y decidirán si es necesario ajustarlo al alza.
Posible subida hasta el 17% si hay distorsiones
Si el informe del grupo de expertos detecta que se mantienen distorsiones competitivas con el entorno europeo, Gibraltar podría verse obligado a subir el impuesto hasta el 17%, el tipo más bajo de IVA que se aplica en la UE actualmente.
Este paso es considerado por la Comisión Europea como clave para avanzar en la normalización de relaciones fiscales con el territorio británico. Supone también un punto de inflexión para Gibraltar, que ha sostenido históricamente una política tributaria diferenciada, atractiva para inversiones pero criticada por su bajo nivel de recaudación.
La aplicación de este nuevo sistema fiscal tendrá consecuencias directas en el precio de los bienes, en el consumo interno y en las relaciones económicas con el entorno inmediato, especialmente con La Línea de la Concepción y el Campo de Gibraltar.
Con este acuerdo, la Unión Europea pretende evitar que el Peñón se convierta en un enclave con fiscalidad ultrarreducida junto a la frontera comunitaria, a la vez que se consolida el marco de convivencia post-brexit entre España y Reino Unido.




