"Para mí fue una sorpresa muy grande. Me llamaron un mes y medio después de la huelga y el despido fue automático". Así recuerda Antonio Prieto, trabajador de Acerinox Palmones durante 16 años, el momento en que fue obligado a abandonar la fábrica acompañado por vigilantes de seguridad.
Prieto asegura que su cese responde a una represalia por su supuesta implicación en la huelga y no a hechos objetivos. "El despido fue injusto. He sido cabeza de turco", explica en declaraciones a lavozdelsur.es en la primera entrevista que concede.

El trabajador insiste en que no existían faltas que justificaran una medida tan drástica y que nunca ha faltado a su puesto de trabajo. "Yo nunca he estado en la oficina, no conozco ni a la abogada de la empresa. Nunca tuve notificaciones ni sanciones. Y, de un día para otro, me despiden. Han dicho que no estaba en mi puesto de trabajo, pero mis propios jefes han confirmado que eso no es cierto".
Más allá de la situación laboral, Prieto admite que lo más doloroso ha sido contárselo a su familia. "El proceso más duro es explicárselo a mi hijo de 15 años y a mi madre. Para mí fue muy duro. Te quedas hundido, te sientes inútil, como si no valieras para nada".
Con 46 años y una formación de grado superior en FP, dice estar teniendo dificultades para encontrar un nuevo empleo. "He pedido trabajo y no quieren a gente de mi edad. Es muy complicado. Para psicólogo no tengo dinero, pero por lo menos esto me ha unido mucho a mi familia, que es lo bueno que he sacado".
"Ahora daría tres pasos atrás"
Prieto recuerda su implicación en el conflicto laboral, participando en los cortes de carretera y en las movilizaciones. “Yo iba todos los días, pero no he hecho nada ilegal en ningún momento. Yo creé un grupo de whatsapp para aportar información. Si pudiera empezar de nuevo, daría tres pasos atrás para no estar en primera línea, pero no dejaría a mis compañeros tirados. Soy muy fiel en ese aspecto”.
El trabajador señala que, pese a todo, mantiene la esperanza de recuperar su puesto. "Espero que salga todo correcto en el juicio y que vuelva a entrar a trabajar. Ya decidiré yo si quiero entrar o no. Pero de momento no me han ofrecido nada".
La CGT, sindicato que convoca una concentración el próximo 9 de septiembre a las 12.00 en el Juzgado de lo Social nº2 de Algeciras, sostiene que el despido constituye una represalia sin pruebas reales contra un empleado que participó en la huelga. La organización llama a la plantilla y a colectivos afines a sumarse para respaldar al trabajador.




