La costa de Sanlúcar vive una situación inusual y preocupante. Desde hace tres días, la bajada de la marea está trayendo aguas con un tono verdoso anormal y peces muertos. La escena, grabada y compartida por un vecino en redes sociales, ha despertado la alarma de un vecino, que alerta de un posible desequilibrio ecológico en el tramo final del Guadalquivir.
Este hombre no descarta que se trate de un vertido masivo de nutrientes, agravado por las altas temperaturas. "El Guadalquivir está sufriendo demasiados impactos que están desbordando su capacidad de autodepuración", advierte en sus redes sociales.
Entre las hipótesis, surge con fuerza la posibilidad de una contaminación procedente de sedimentos mineros. "No descarto que sea por metales de la minería", señala, recordando que tras las lluvias de marzo, muchos sedimentos contaminados podrían haber sido arrastrados río abajo. Estos, al disolverse con el calor actual, podrían haber agotado el oxígeno del agua y provocado la proliferación de algas.
Para este vecino, otro punto clave está en el papel del Embalse del Agrio, que en los últimos días ha estado desembalsando grandes cantidades de agua. "Estas aguas podrían estar transportando al Guadalquivir toneladas de metales que salieron de escombreras de la Mina de Aznalcóllar en marzo y estar provocando la muerte de peces", sostiene.
"Si mueren peces grandes es muy posible que mueran muchos de menor talla", alerta. El Estuario del Guadalquivir es un criadero fundamental para muchas especies de peces, crustáceos y moluscos del Golfo de Cádiz, por lo que la afectación podría ser mucho mayor.
Especies afectadas
Las especies más afectadas hasta el momento son carpas y lisas, conocidas por su resistencia y capacidad para sobrevivir incluso en aguas con bajo oxígeno. “Me temo que si han muerto ellas, hayan muerto otros organismos”, se lamenta el vecino, quien recuerda que estas especies incluso pueden obtener oxígeno directamente del aire. Este dato apunta a que la causa no sería un vertido orgánico, sino otra más compleja y posiblemente tóxica.
El vecino comenta que el agua presenta un "color raro", visible en el vídeo difundido. Aunque la situación no se había reportado antes en la zona, la comunidad exige una respuesta rápida: analizar el agua y los peces muertos para determinar el origen del fenómeno.



