El periódico 'El Confidencial' saca a la luz las condiciones de la vivienda que el responsable del restaurante 'Aponiente', de dos estrellas Michelín, ofrece a sus aprendices.
16 personas durmiendo y conviviendo en un piso, como mucho, para diez. Esas son las condiciones que el restaurante portuense Aponiente (2 estrellas Michelín) del chef Ángel León ofrece a sus becarios, según ha publicado en un reportaje el periódico El Confidencial.
"Al negociar el alquiler me dijeron que iban a meter a diez chicos. El piso es grande y aunque roza el límite me pareció razonable. Pero un día, pintando el piso, veo que de repente están instalando literas en el comedor, y les digo 'oye creo que esto no procede'. Y veo que empiezan a meter literas una tras de otra, aquello era un exceso. Cuando me puse a contar veo 22 camas. Me pillé un buen rebote, les dije que eso no era lo pactado y se hicieron los locos. Me prometieron que no iba a haber tanta gente", señala a El Confidencial el propietario del piso, Carlos Herranz, que se considera "engañado".
Mar Cristal Marilum SLU, razón social del restaurante Aponiente, abona 550 euros al mes por la vivienda, sita en el centro de El Puerto de Santa María. Teniendo en cuenta que son 16 sus inquilinos, el precio del alojamiento sale a poco más de 34 euros mensuales por cabeza.
El reportaje se completa con fotografías en el que se aprecian las carencias del piso: baños sin luz, literas de hierro, enseres apilados debajo de las camas, grifería en mal estado... Al respecto, Ángel León afirma que el alojamiento en el apartamento de sus becarios —stagiers, en el argot— es "transitorio", ya que ha adquirido un chalé de 400 metros cuadrados y 14 habitaciones por valor de 275.000 euros. "En mi casa es gloria bendita, puedes preguntar a cualquiera cómo tratamos a la gente. Por eso estamos donde estamos y hemos dado el paso de comprar una casa para la comodidad de los chicos y para que no haya más conflictos", señala el chef en el reportaje.
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