Repatrian a Marruecos los cuatro cadáveres de la familia Rabah. Estos miembros fallecieron el pasado martes en Torrox, en Málaga, por inhalación de gas debido a una posible mala combustión en su vivienda. El traslado, costeado íntegramente gracias a aportaciones ciudadanas, ha permitido que los cuerpos descansen finalmente en su localidad de origen.
Según ha confirmado a EFE el representante de la comunidad musulmana de Torrox, Ahmed El Gharbaoui Lahlal, los féretros llegaron en la noche de este viernes a la provincia marroquí de Settat, situada en el centro del país, entre Casablanca y Marrakech, de donde procedía la familia. El recorrido se realizó vía marítima, partiendo desde Algeciras (Cádiz) con destino al puerto de Tánger Med, para luego continuar por tierra hasta su destino final.
La tragedia ha dejado una profunda huella en la localidad malagueña. El Club Deportivo Torrox, donde jugaba el hijo menor de la familia, Mustafa, de tan solo 17 años, ha anunciado que el equipo le dedicará el partido de este domingo frente al Club Deportivo Campillos, que se disputará en el Campo San Roque.
Minuto de silencio en Torrox
Este miércoles, unas 300 personas se reunieron en Torrox para rendir homenaje a la familia. Se guardó un minuto de silencio en un acto marcado por la emoción, en el que participaron numerosos ciudadanos marroquíes, mujeres visiblemente afectadas y compañeros de instituto de los dos jóvenes fallecidos, Mohammed y Mustafa, de 19 y 17 años.
La causa del suceso fue una mala combustión, posiblemente provocada por un calefactor, que ocasionó un escape de monóxido de carbono, un gas altamente tóxico y silencioso.
Los servicios de emergencia recibieron el aviso el martes a las 15:20 horas, alertando de que varias personas se encontraban inconscientes en el suelo en una vivienda de la calle Pontil, en el casco histórico de Torrox. Cuando llegaron, ya no pudieron hacer nada. En el interior estaban los cuerpos sin vida del padre, Saiid, de 53 años; la madre, Saidia, de 38; y sus hijos, Mohammed y Mustafa, de 19 y 17 años. Una familia entera arrebatada por una tragedia silenciosa que ha conmocionado a toda una comunidad.