La Audiencia Provincial de Málaga ha celebrado el juicio contra dos sacerdotes y el director de un medio digital por presunta incitación al odio hacia inmigrantes y musulmanes, delitos por los que la Fiscalía solicita entre tres y cuatro años de prisión y multas. El caso ha generado respaldo público a los sacerdotes por parte de colectivos religiosos que defienden la libertad de expresión y religiosa.
Según la Fiscalía, los artículos de opinión, noticias y comentarios difundidos desde 2013 tenían como objetivo "sembrar un sentimiento de animadversión, discriminación y hostilidad frente al colectivo inmigrante", centrando especialmente su contenido en personas de origen magrebí y en musulmanes. Por ello, el ministerio público ha solicitado tres años de prisión para cada uno de los sacerdotes y cuatro para el director del medio digital, así como el cierre del portal.
Durante el juicio, el sacerdote Custodio Ballester compareció presencialmente, acompañado de medio centenar de personas que rezaban el rosario y mostraban su apoyo. Ballester ha defendido que sus declaraciones solo se referían a musulmanes extremistas y ha subrayado que no pretendía atentar contra la comunidad musulmana: "Me piden tres años de cárcel, no se ha violado a nadie, solo he hablado y jamás mis declaraciones han sido discriminatorias ni de odio".
El otro sacerdote, Jesús Calvo, explicó que únicamente emitía avisos y advertencias sobre personas que entraban de manera irregular, mientras que el medio digital redactaba y firmaba los artículos. Su abogado añadió que las ideas inapropiadas correspondían al medio y no a su cliente, que padece además ciertas alteraciones que afectan su conducta y responsabilidad penal.
La inmigración como una amenaza al pueblo europeo
La Fiscalía sostiene que el director del portal utilizaba la página web para presentar la inmigración, especialmente de origen africano, como una amenaza al pueblo europeo, y para vincular a refugiados, solicitantes de asilo e inmigrantes musulmanes con criminalidad potencial, generando así inseguridad y hostilidad hacia el colectivo. El director ha negado todas las imputaciones, asegurando que los artículos eran parte de la cobertura de actualidad y de opinión política, no de ataques contra musulmanes.
El juicio ha quedado visto para sentencia, mientras diferentes colectivos religiosos han mostrado su apoyo a los sacerdotes, recogiendo miles de firmas en defensa de la libertad de expresión y religiosa en España.



