El obispo de Málaga, monseñor Jesús Catalá Ibáñez, continúa ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Vithas Málaga, con pronóstico reservado, tras haber sido sometido a varias intervenciones médicas en las últimas horas. La diócesis malagueña ha confirmado que, aunque la operación inicial se desarrolló de forma satisfactoria, posteriormente se detectó una infección que obligó a una segunda cirugía de urgencia.
Una intervención tuvo lugar en la mañana del martes 29 de abril y fue programada para tratar una afección prostática. A pesar de que el resultado fue positivo, durante el mismo día el prelado presentó una complicación infecciosa, lo que derivó en una nueva operación en la tarde del martes. Es la tercera operación en una semana, informa Diario Sur. Desde entonces, el obispo permanece en la UCI, en observación constante.
En el parte médico emitido este miércoles 30 de abril se ha comunicado que el pronóstico del obispo sigue siendo reservado. La diócesis ha anunciado que no se proporcionarán nuevos datos sobre su evolución hasta el jueves a partir de las 13.00 horas. En todo caso, monseñor Catalá ha hecho llegar su agradecimiento por las numerosas muestras de apoyo, oración y afecto recibidas desde que se conoció su situación.
Jesús Esteban Catalá Ibáñez nació en Villamarchante (Valencia) en 1949. Fue ordenado sacerdote en 1976 y ha desarrollado una amplia trayectoria eclesiástica y académica, con estudios en Salamanca, Valencia y Roma. Su carrera ha estado vinculada a la docencia, la pastoral vocacional y la participación en los sínodos de obispos del Vaticano, además de publicaciones en el ámbito teológico.
Fue nombrado obispo auxiliar de Valencia en 1996, obispo de Alcalá de Henares en 1999 y, finalmente, obispo de Málaga en 2008. El pasado mes de diciembre, al cumplir 75 años, presentó formalmente su renuncia al Papa como establece el Derecho Canónico, aunque continúa en el cargo hasta que se designe a su sucesor.