Un vídeo compartido por el perfil @fuengirolasequeja muestra a un motorista realizando un caballito en la autovía A-7, a la altura de Chaparral, en Mijas. La maniobra, que consiste en levantar la rueda delantera de la moto mientras se circula sobre la trasera, es considerada ilegal en vías públicas y puede acarrear sanciones económicas y administrativas.
Ya es la segunda vez en pocos días en que ha sido captado el mismo motorista realizando esta maniobra en la misma zona, por lo que algunos usuarios de redes sociales piden a las autoridades que tomen medidas ante la posibilidad de que termine provocando un accidente.
Hacer un caballito en autovía se califica como conducción negligente o temeraria, dependiendo de la valoración de los agentes de tráfico sobre el riesgo que supone para la seguridad vial. Las multas pueden oscilar entre 200 y 500 euros, y la pérdida de puntos del carnet varía de tres a seis, según la gravedad de la infracción.
En caso de que la maniobra se considere conducción negligente, la sanción económica se sitúa en 200 euros y el conductor perdería tres puntos del carné. Si se tipifica como conducción temeraria, la multa asciende a 500 euros y la retirada de puntos alcanza los seis.
La intensidad y duración de la maniobra influyen directamente en la calificación de la infracción. Cuanto más prolongado y arriesgado sea el caballito, mayor será la sanción aplicada por los agentes. Otro factor determinante es la presencia de otros vehículos en la vía. Si la maniobra pone en peligro a otros usuarios o interfiere con el tráfico, la infracción se considera más grave.
Qué sucede si se produce un accidente
En situaciones en las que un caballito provoca un accidente, la acción puede llegar a ser considerada un delito de seguridad vial. Esto podría acarrear consecuencias penales, incluyendo penas de prisión que van de seis meses a dos años.
Los expertos en seguridad vial insisten en que este tipo de maniobra solo debe practicarse en espacios habilitados y seguros, como circuitos cerrados o áreas privadas acondicionadas para entrenamiento de motocicletas. Realizarla en vías públicas supone un riesgo directo para el conductor y terceros.
La Dirección General de Tráfico (DGT) recuerda que la normativa de seguridad vial busca prevenir accidentes y proteger tanto a conductores como a peatones, y que cualquier conducta que suponga un riesgo innecesario puede ser sancionada con dureza.



