El juez Pablo Ruz de la Audiencia Nacional ha ordenado, en un auto que se ha conocido esta semana, reabrir la investigación de la pieza separada 'Ayuntamiento de Jerez' del sumario de la Gürtel. A nivel local, no se trata simplemente de determinar qué grado de implicación tuvo la alcaldesa, María José García-Pelayo, con las contrataciones de empresas de la red de Correa y las consecuencias penales que de dicha investigación puedan derivar. Del desenlace de este caso depende su continuidad o no al frente del PP de Jerez y la posible reválida de su cargo como máxima responsable del Ayuntamiento en las elecciones municipales del próximo año, algo que ya todo el mundo daba por hecho pero que ahora queda en el aire. El nerviosismo y la tensión en el seno del gobierno local y del partido de la gaviota en la ciudad van en aumento en las últimas horas. De la frase 'esto ya lo archivó el juez Pedreira' se ha pasado en apenas un mes a 'el juez Ruz no ha reabierto nada'. Todo con tal de tamizar la cruda realidad que hoy mismo reproduce el diario El País en un artículo titulado 'El laberinto Gürtel se extiende ya por seis comunidades con 22 causas abiertas'. Y ya se sabe que no por mucho negar la evidencia la realidad va a ser distinta. En la sede del antiguo cine Maravillas hay mucha inquietud a raíz de la reapertura de diligencias dictada por el magistrado Ruz. El debate está ahora entre los que defienden a capa y espada la labor de la alcaldesa en relación con las contrataciones de Fitur 2004 durante su anterior etapa al frente del Ayuntamiento frente a los que ya ha empezado a trazar la estrategia 'post imputación' dentro de las huestes populares.
¿Y por dónde pasa dicha estrategia? ¿Quién asumiría el rol de candidato ante una salida forzada de Pelayo por una previsible imputación? Aún resta tiempo para saberlo pero los mentideros empiezan a sonar con fuerza y las teorías son ya variopintas. Hay una más que evidente que apunta directamente a la figura del por muchos considerado como vicealcalde, Antonio Saldaña. Si Pelayo finalmente no fuese candidata por el asunto 'Gürtel', hay quien no duda en señalar como 'número 1' al también diputado provincial y secretario general del PP provincial. Un joven y ambicioso político jerezano que ha subido como la espuma en los últimos años. Bien posicionado y alineado con Antonio Sanz (presidente provincial del partido) y el factótum regional Javier Arenas, Saldaña sería candidato siempre y cuando eso le supusiera abrirse puertas a otros niveles más elevados en el partido (¿parlamentario? ¿relevo de Aurelio Romero como diputado nacional?), más si cabe teniendo en cuenta que una candidatura suya tendría pocas probabilidades de éxito electoral en 2015.
Otras opciones en la baraja para suplir a Pelayo, siempre y cuando se diese el caso, serían, ha podido saber este medio, Javier de Torre y Agustín Muñoz. El primero es una realidad y el otro es más una hipótesis que revolotea con no demasiada consistencia por los círculos políticos municipales. El primero es actualmente subdelegado del Gobierno en Cádiz y el segundo es delegado municipal de Urbanismo y Movilidad. De Torre, jerezano de nacimiento, es el subdelegado con mayor presencia en la ciudad que se recuerda, pues a la mínima oportunidad aprovecha para celebrar actos o participar en la agenda institucional del Ayuntamiento. Su protagonismo en lo que va de legislatura ha sido innegable y su presencia en los medios de comunicación de referencia de la ciudad también, por lo que no sería desdeñable que si hubiese posibilidad se invistiese de alcaldable. En el caso de Muñoz, su perfil moderado le ha reportado alguna que otra simpatía en el resto de fuerzas políticas, lo cual no es poco teniendo en cuenta la soledad actual que presenta un PP en Jerez que se ha quedado sin apoyos políticos en el caso de no reeditar la mayoría absoluta que actualmente ostenta. Solo una descabellada representación del PA (al estilo de El Puerto de Santa María) o de UPyD en el arco político municipal le daría alguna opción, por mínima que fuese, de sumar con alguna fuerza para tratar de consolidar su poder municipal a partir de las municipales de 2015. Agustín Muñoz, en cambio, se visualiza externamente como uno de los políticos populares mejor valorados y con mayor talante del equipo de gobierno, silencioso y prudente, educado y nada personalista, lo que le otorgaría cierta ventaja respecto de sus hipotéticos adversarios por suplir a Pelayo. Sea como fuere, conjeturas aparte, será el juez Ruz quien finalmente determine el futuro político de García-Pelayo y, consecuentemente, del PP en la ciudad, que en la recta final de la legislatura se ha encontrado con una bomba que todo el mundo sabía que permanecía latente hasta que finalmente ha estallado. En todo caso, nadie es capaz todavía de concretar hasta dónde puede alcanzar la onda expansiva de la Gürtel versión Jerez.
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