Jerez de la Frontera cuenta con una tradición vitivinícola muy arraigada y sus vinos son muy apreciados no solo en España sino también en el extranjero. No obstante, este legado no se está transmitiendo a las nuevas generaciones como se pudiera esperar y es por ello que hay quienes intentan que acercar a los más jóvenes a este mundo. Este es el caso de la empresa de turismo activo Genatur, que explota desde hace cinco meses la antigua finca rociera El Barrosillo.
Miguel Ángel Romero, más conocido como Miki, tiene 52 años y es el coordinador de la viña escuela Las Majadillas, en la que enseñan a los más pequeños todo lo relacionado con el cultivo de la vid y la fabricación del vino, por supuesto, sin tocar el tema del alcohol. "Cuando presentamos este proyecto a las viñas y al Consejo Regulador se echaron las manos a la cabeza porque está muy mal visto asociar a los niños con el vino", explica.
En la viña escuela les enseñan cómo son las cepas de la uva en las diferentes estaciones, los tipos de tierra que se utilizan para el cultivo, se venencia con agua y realizan pisas ficticias en un lagar con gomaespuma mojada. Además, ofrecen diversas actividades y talleres complementarios para que los pequeños se lo pasen en grande a la vez que aprenden. El recinto también cuenta con un pequeño museo en el que se encuentran expuestos diversos aperos de labranza muy antiguos y tres botas de madera que contienen en su interior vinagre de Jerez.
La acogida inicial ha sido muy buena. Miki asegura que "el 99% de quienes han venido aquí se han ido encantados". Y los profesores coinciden. Laura es una de las tutoras del CEIP Gloria Fuertes de Jerez y explica que lo que han visto "está muy bien y ellos están muy entretenidos”. Además, señala que "temíamos el tema del sol pero hay mucha sombra, está todo muy bien acondicionado".
Realmente, este proyecto lleva activo desde hace seis años, pero la retirada de las viñas en las antiguas fincas donde desarrollaban su actividad motivaron el traslado a su ubicación actual. "Una viña escuela sin viñas es como un jardín sin flores. Ahora se están plantando olivos en todas las fincas y eso se está cargando los viñedos", lamenta Romero. Además, añade que "de la misma forma, mantener las bodegas es muy caro y casi todas están siendo derruidas porque no son rentables. El dinero prima sobre lo demás y por eso se está perdiendo toda la tradición del vino en Jerez".
Por este motivo, "uno de los principales objetivos de la viña escuela es mantener y dar a conocer las costumbres de nuestra tierra y las actividades gracias a las cuales Jerez ha vivido tanto tiempo". Miki cree que "es necesario crear una base para que las nuevas generaciones estén familiarizadas con este mundo. No se entiende que tanta gente en Jerez no haya visitado nunca una bodega". Igualmente, denuncia que "cuando empezamos este proyecto me recorrí todas las bodegas y acudí al Consejo Regulador para pedir apoyo y todo el mundo me dio la espalda. No entiendo por qué".
Las viñas de la finca son completamente ecológicas. Para su cultivo no se utiliza ningún producto industrial, solo los deshechos naturales cuyos nutrientes absorben la vid y las demás plantas del huerto. "Esta es una de las partes favoritas de la visita para los niños. Aquí caminan entre la vid y ven las uvas, les enseñan el fruto, les explican cómo es la poda y pueden buscar algunos de los bichitos que viven por aquí. Al final es otra forma de acercarles a la naturaleza", señala el coordinador de la viña escuela.
Además, indica que "una cosa que me gusta enseñarle a los pequeños y a los profesores es que la propia planta tiene una parte llamada zarcillo para agarrarse al alambre y no troncharse con el peso del fruto. Es muy interesante". Ellos cuidan la tierra y se aseguran de que la vid crezca correctamente. "Este viñedo ha estado mucho tiempo prácticamente abandonado de modo que aún nos queda trabajo por delante para dejarlo tal y como queremos, pero estamos contentos con su presencia actual y el hecho de no utilizar ningún producto se nota en el sabor cuando pruebas las uvas", dice.
La viña escuela está abierta a las visitas de todos los colegios que estén interesados en acudir, tanto de Jerez como de cualquier lugar de la provincia. "Principalmente vienen colegios locales de primaria, pero alguna vez han venido hasta guarderías. Es súper gracioso ver las caritas de los bebés cuando se ponen a hacer la pisa de gomaespuma", comenta entre risas.
Pero cualquier particular puede venir a ver las instalaciones. De hecho, el próximo día 8 de junio van a organizar una visita a las viñas al atardecer, en la que, además, ofrecerán una cata de vinos y un pequeño tapeo. "Todo el que quiera venir estará en su casa", asegura.