La torre de la Atalaya de Jerez, un BIC que sigue sumando ideas y pocos hechos

En 2017 y, posteriormente, en 2021 se anunciaron inversiones para convertirla en un mirador; pese a que llegó a dotarse con un presupuesto de 59.000 euros, por ahora no se ha pasado de una declaración de intenciones

Vista desde la parte superior de la torre almenada.
Vista desde la parte superior de la torre almenada. MANU GARCÍA
04 de septiembre de 2023 a las 08:11h

En noviembre de 2017, el Ayuntamiento anunció la rehabilitación de la Torre de la Atalaya para convertirla en un bien cultural y turístico, es decir, que se pudiera acceder y subir a la parte superior. Hay que recordar que data del siglo XV, declarada Bien de Interés Cultural en 1978, siendo su primera utilidad albergar un reloj.

Hace casi seis años, el responsable de Urbanismo, Francisco Camas, adelantó que estudiaron dos tipos de intervenciones: una primera, de emergencia, destinada a la conservación y mantenimiento de los elementos que presentaban un mayor grado de deterioro, y una segunda, a medio plazo, que tendría como objetivo la rehabilitación en sí del monumento para ponerlo en uso y posibilitar que pueda ser visitado.

La campana de La Atalaya, en un pésimo estado.   MANU GARCÍA
La campana de la torre civil de La Atalaya, en un estado lamentable.    MANU GARCÍA

Este era el plan, que a día de hoy seguirá guardado sin que esté previsto que alguien lo rescate y pase de ser una simple política de declaraciones y se convierta en un hecho. Fuentes municipales no dudan de la importancia de este elemento dentro del patrimonio local, pero las prioridades son las que son, hay otras más perentorias, como dar solución al Archivo Municipal o hacer algo con el palacio Riquelme.

El estado de conservación no es el idóneo. De hecho, en algunos momentos ha habido que intervenir por desprendimientos, lo que delata la situación en la que se encuentra esta torre adosada al templo de san Dionisio, de propiedad municipal, y a la que se accede a través de una pequeña puerta sitiada en el interior de la iglesia.

Avanzando en el tiempo, cuatro años después, en 2021, José Antonio Díaz, delegado de Urbanismo por entonces, informó en un Pleno municipal que estaba abierto un procedimiento administrativo para certificar su titularidad, que estaba casi a punto de pasar a la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía para que dé su visto bueno a un proyecto de restauración.

Interior de la torre a la que se sube por esta escalera de caracol.      MANU GARCÍA
Interior de la torre, a la que se sube por esta escalera de caracol.      MANU GARCÍA

Dicho proyecto aseguró que ya estaba redactado con un presupuesto de 59.000 euros para consolidar la torre, procedentes en parte con fondos europeos Edusi. La idea seguía siendo la misma que antes: convertirla en un mirador panorámico del centro de Jerez.

Levantada para dar la hora a campanadas

Construida por el concejo de la ciudad con la colaboración del noble Perafán de Ribera, su principal función fue la instalación del primer reloj del municipio, tal y como sostienen las actas capitulares de 1447. También fue conocida como la torre de la Vela para observar si se producía algún incendio, algo que mantenía literalmente en ‘vela’ a los jerezanos del siglo XVI.

El reloj, que dio problemas durante toda su historia, fue instalado en 1449 y mientras que en un primer lugar marcaba las horas con la campana, en el siglo XVI se le instaló una esfera de piedra. Hoy no hay huella de él, porque en su lugar hay un gran hueco abierto hacia la plaza Plateros.

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