Tapas fresquitas y calentitas en el centro de Jerez: así es La Gachí, el nuevo bar en Rafael Rivero

Carmen Mera abre un local dedicado a su madre, Rosi, donde conviven una carta breve pero sabrosa, vinos de Jerez y Zambombas espontáneas

Los dueños del establecimiento y Rosi, a quien está dedicada La Gachí.
13 de diciembre de 2025 a las 11:41h

La plaza Rafael Rivero, uno de los espacios más concurridos del centro de Jerez, cuenta desde el pasado 31 de octubre con un nuevo establecimiento: La Gachí. El local, regentado por Carmen Mera, abrió coincidiendo con el Día de Todos los Santos y se presenta como una taberna de carta breve, espíritu familiar y guiños constantes a la tradición jerezana.

Carmen acumula una larga trayectoria en hostelería, al igual que su pareja, profesional del sector, con experiencia en hoteles y coctelería. "Los dos venimos de hostelería; él es de Málaga y yo de aquí", explica. Tras años trabajando en otros negocios, decidieron lanzarse por primera vez por cuenta propia: "Estaba acostumbrada a llevar otros bares y nos decidimos a coger el nuestro. Salió la oportunidad y la aprovechamos".

Carmen Mera, sirviendo una copa de vino. JUAN CARLOS TORO

La acogida en este primer mes y medio ha sido notable. "De momento va muy bien, gusta mucho", afirma, aunque señala que aún es pronto para hacer balance. Reconoce que el entorno ayuda: "Por la mañana se está ahí en la gloria, el solecito, es una plaza muy buena". Y cuenta con la clientela que les acompaña desde otros locales: "Tenemos nuestros clientes de otros sitios, nuestros amigos, mi familia".

El rasgo más distintivo estas semanas han sido las Zambombas espontáneas que llenan el local. "En la Zambomba se me llena. Yo no traigo grupo ni nada. Viene mi madre, que de toda la vida ha sido de Zambomba, de villancicos antiguos". La tradición continúa también por parte de su padre, Pepe Mera,  "que tenía el coro de La Buena Gente". Aunque a veces anuncia estos encuentros en redes, reconoce que muchas ocasiones surgen sin plan: "De momento uno saca una guitarra, otro se pone a cantar y se lía allí".

Rosi, la madre de Carmen Mera, posando ante un cuadro con su imagen. JUAN CARLOS TORO

En lo gastronómico, La Gachí funciona como una taberna de carta reducida. "Mi carta es chiquitita", resume. Ofrece tablas de queso y embutidos, así como una selección de platos fríos donde destaca su ensaladilla: "Hacemos ensaladilla de chicharrones, que está buenísima". También incluye propuestas como una torta de aguacate con mojama, unas gildas o aceitunas gordales.

"Tengo platos calientes como carrillada al Pedro Ximénez y rabo de toro". Sin embargo, el mayor éxito es un bocadillo muy jerezano: "Lo que más está triunfando es el brioche de pringá, que lleva mayonesa y hierbabuena". A ello se suma la influencia malagueña que aporta su pareja: “Hemos metido el clásico campero y campero de pollo. Son como los molletes antequeranos, pero con menos migas, más aplastaditos y más grandes".

Detalles de la decoración del bar jerezano. JUAN CARLOS TORO
El brioche de pringá en una de las estrellas de la carta. JUAN CARLOS TORO

A vueltas con el nombre del local

El espacio, pequeño y sin cocina habilitada para elaboraciones complejas, se apoya también en conservas seleccionadas. "No tengo las típicas. Tengo mejillones picantes y atún con lima de las Azores". 

El bar está dedicado precisamente a su madre, Rosi. "El logo es ella, de joven, vestida de mantilla", cuenta. En el interior cuelgan fotografías que recuerdan su figura. El nombre del local, La Gachí, ha despertado comentarios y Carmen lo explica: "Es un nombre muy jerezano, porque esa palabra es de aquí. Viene del caló y significa muchacha con gracia y guapa". Subraya además la convivencia cultural en la ciudad: "Aquí los gitanos y los payos siempre vamos de la mano".

Las paredes guardan buenos recuerdos en forma de fotos. JUAN CARLOS TORO
Aunque al principio predominaba la clientela local y personas conocidas, cada vez llegan más turistas. "Cada vez hay más gente de fuera". Con una oferta basada en vinos de Jerez, montaditos —como uno de payoyo con panceta o queso picante con mermelada de fresa— y la idea de taberna tradicional, Carmen Mera resume el proyecto como un espacio sencillo, cercano y enraizado en su historia familiar: "Es una taberna típica jerezana".

Sobre el autor

Francisco J. Jiménez

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