La Hermandad de la Clemencia vivió un emotivo acto en el que se rindió homenaje a toda una vida de dedicación, cariño y entrega a la corporación de dos hermanos, Ana Barea y Tomás Biedma. La Casa de Hermandad acogió la bendición y denominación honorífica de uno de sus salones, el de los pasos, que sido bautizado con el nombre ‘Papá Tomás y Mamá Ani’, como era conocido este matrimonio “pilares fundamentales en la formación, cuidado y crecimiento" de la cofradía.
El acto estuvo presidido por el director espiritual, Ignacio Gaztelu, que bendijo el azulejo conmemorativo que da nombre a este espacio de social. La cofradía considera que este fue un acto “de justicia y gratitud hacia una vida de servicio y amor incondicional por la hermandad”. El hermano mayor, David Guerrero Valle, destacó la huella imborrable que "Mamá Ani ha dejado en generaciones de hermanos”, y dirigiéndose a ella -su esposo falleció hace algo os años- le agradeció “cuidar, educar y seguir estando al lado de todos esos niños que hoy son hombres en la fe, los mismos que han luchado y trabajado por esta hermandad como tú y Tomás les inculcasteis”.
Por su parte, sacerdote recordó la importancia de personas como Ana Barea, que “con su entrega y amor a los demás han sido reflejo de la fe en su máxima expresión (…) un modelo a seguir. Su fe, su dedicación y su amor por esta casa deben ser un ejemplo para todos. Que este salón, que ahora lleva su nombre y el de Tomás, sea siempre un lugar de encuentro, de formación y de fraternidad, como ellos nos enseñaron”.