Lo vivido el pasado Lunes Santo en la Semana Santa de Jerez, lejos de quedar aparcado, aún le resta recorrido ya que el obispado, a través de la Delegación de Hermandades, ha iniciado una investigación para determinar qué ocurrió y quién o quiénes fueron los culpables de lo sucedido.
En Bertemati han comparecido los hermanos mayores de La Paz y Cristo de la Viga, Jesús Caro y Eduardo Salazar respectivamente. También lo ha hecho el presidente de la Unión de Hermandades, José Manuel García. Solo falta por ser citado el hermano mayor de la Hermandad de la Cena, Muñoz Natera.
El lío del regreso ¿precipitado? de La Cena
El quid de todo esto es si la Hermandad de la Cena tomó la decisión de salir a sabiendas de que se volvería en la Alameda del Banco y si esa decisión, como se ha divulgado, tuvo el visto bueno del presidente de la Unión de Hermandades.
Recordar que el pasado Lunes Santo, la cofradía de San Marcos decidió regresar a su templo recortando su recorrido cogiendo por la plaza del Banco y Tornería, decisión que, presuntamente, afectó a la Hermandad de la Paz, que alega haber padecido un largo parón en esa calle a la espera de que pasara, un tiempo que hizo que le pillara la lluvia de forma considerable en la calle.
La Cena defiende que decidió volverse por el camino señalado en su plan de lluvias y que también padeció retrasos de más de veinte minutos hasta decidir regresar a San Marcos. También expone que la cofradía de Fátima llegó antes a la Tornería porque recortó su recorrido de vuelta de la Catedral y que la resolución de retornar se hizo con la cofradía en la calle y no antes.
La tercera parte en liza, la Hermandad de la Viga, además de pedir la dimisión del presidente de la Unión de Hermandades, como informó lavozdelsur.es, aduce que García Cordero permitió a La Cena “hacer algo que no es legal”: no cumplir con la norma que obliga a la cofradía que decide suspender la estación de penitencia volviendo por el camino más corto y rápido.
La cofradía de la Catedral lamenta que esta decisión provocó que se sumaran muchos más minutos al retraso que arrastraba. No se llegó a mojar por cuestión de segundos ya que tras entrar en la Catedral empezó a caer un fuerte chaparrón.
“A ver quién paga los daños que hemos padecido”
El hermano mayor de la Hermandad de la Paz, Jesús Caro, defiende la intervención del obispado y comenta que en su comparecencia aportó los informes propios de la dirección de cofradía así como imágenes, audios e informaciones publicadas y emitidas en los medios de comunicación.
Caro asevera que “la petición me la hace la Delegación de Diocesana de Hermandades” y entiende que, al haber daños patrimoniales causados por la lluvia, “habrá que determinar quien los asume”. Insiste en que la decisión de La Cena de no hacer la estación de penitencia y volverse, ya la había tomado la cofradía: “Comunicó en la mañana del Lunes Santo qué iba a hacer, es decir, que aplicaba de antemano el plan de lluvia”.
El hermano mayor detalla que lo daños se han evaluado en 4.000 euros, según se detalla en los informes hecchos por los artesanos del bordado, de la talla y del dorado del misterio. “Hay que limpiar el dorado entero, el bordado -que era de estreno- está en taller para secarlo y comprobar los desperfectos para proceder a eliminar los efectos de agua. A todo esto se suma la limpieza del estandarte de la hermandad”.
A su juicio, debe asumir estos costes “quien haya sido el causante de todo esto, siempre que se demuestre que mi hermandad no ha tenido la culpa”. Jesús Caro mantiene que su hermandad estaba cumpliendo con su estación de penitencia: “Me tiene que respetar la hermandad que se está volviendo y suspendiendo su salida”.
“Si se juega a la ruleta rusa se asumen riesgos”
Aunque expondrá todos sus argumentos cuando comparezca, Muñoz Natera mantiene que cumplía con su plan de lluvia y que cuando “la cofradía estaba en la calle y viendo el retraso que se nos fue acumulando desde ante del palquillo, activamos el regreso al calcular que si manteníamos el recorrido nos llovería”.
En definitiva dice que activó la alternativa que se prescribe en caso de amenaza de lluvia “cumpliéndolo a rajatabla y con todos los vistos buenos. No hicimos nada por nuestra cuenta”. Finalmente, señala que “si se juega a la ruleta rusa puede tener consecuencias”, en alusión al riesgo que se asume en la calle cuando se decide salir con pronósticos adversos.