Tiene la Expiración un carácter diferente. Para los más pequeños en Jerez, el de las melenas, literalmente. Una vela que lleva tras la cruz. Y es la hermandad de un barrio que son muchos barrios: San Telmo, ubicado con miras a la zona Sur, donde hay un San Telmo Nuevo y un San Telmo Viejo. Además, la Expiración es una de las procesiones que dice adiós a la Semana Santa, tras la Madrugá. Y se va no con la Expiración en sí, sino con El Cristo, con ese aire de lleno absoluto.
Manuel y Macarena Pineda hacían colas pasado el mediodía. Padre e hija hacen ya las últimas colas, después de toda una semana de repasar cada templo. "Estoy en una situación extraña, como que falta algo, como época de besamanos", dice Macarena. "Vemos cosas nuevas en cada Iglesia, detalle por detalle es un cambio". El cambio de este año es que no contaba El Cristo con una vela detrás. Contaban los cofrades que era la oportunidad para ver partes de una talla "desconocida" para Jerez.
Estefanía y Sebastián cuentan que más o menos "lo llevamos bien, yo tenía la sensación desde verano", dice él. Un matrimonio joven, ella porta un ramo de flores "porque en la familia estamos pasando un momento un poquito difícil". Ambos son de familias de la zona, "del Chicle, San Rafael...", aunque no vivan ellos ya. "Ver los pasos en la calle es como concebimos la vida. Y cada año es diferente, digan lo que digan". Y este 2021, aunque sin calle, "hemos visto cosas inéditas que no veríamos en toda nuestra vida, jamás". Por eso, desde la calle, aunque no es un momento deseado, "me quedo con la sensación de tocarlo", añade Estefanía.
Y llegado el viernes es momento de hacer balance. El presidente del Consejo de la Unión de Hermandades, Dionisio Díaz, ve "la botella medio llena. El año pasado estábamos el obispo y yo solos visitando las imágenes". 2021 es de "grandes colas cumpliendo las medidas, Jerez se ha volcado". Y con las vistas ya en 2022, y con situaciones financieras diferentes por barrios. "Esto no volverá al 100%, será un proceso gradual. Tardará un par de años o tres en recuperarse". Será cuando comiencen a recuperarse los ingresos. "Quiero aprovechar para explicar a los abonados de los palcos que el dinero está ahí, que será el año que viene cuando utilicemos los palcos si Dios quiere, y que solo tendrán que ir a recoger el cartón".
La alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, acudía a la visita oficial del gobierno municipal. Una de las preguntas que traía una Semana Santa inédita era cómo se podría desarrollar en cuanto a cumplimiento de medidas. "Es una Semana Santa diferente y quiero agradecer a las hermandades, que nos han permitido disfrutar de esa exposición impresionante en los Claustros". En paralelo, "se han reinventado para abrir sus iglesias y capillas. La ciudadanía ha sido respetuosa. Hay colas porque el aforo está limitado, y significa que la gente ha sido respetuosa". De hecho, "relacionado con la Semana Santa no ha habido problemas de incumplimientos. Los que ha habido estos días, como una fiesta ilegal anoche con 25 personas, no tiene nada que ver con las visitas a las hermandades".
Sebastián Romero, hermano de la Expiración y miembro del Consejo, relata que es "una forma distinta. La Semana Santa es la misma, los mismos oficios, sin estación de penitencia, con momentos íntimos como el Vía Crucis". El ex hermano mayor José Manuel García indicaba que "ha sido habitual hasta la mañana, y por lo menos estamos aquí". Uno está "concienciado" de lo que viene, pidiendo este año por quien lo sufre".
El hijo de Pepe Márquez, hermano de la Expiración, juguetea y quiere que lo acerquen al único puesto de chucherías cercano, un carrito que tienen que decirle más tarde que es que "ya se ha marchado" para que deje de insistir con sus apenas tres o cuatro años. Su padre habla de los momentos íntimos que han podido vivir esta Semana Santa que se marcha. "Nos faltan los nervios que te comen por dentro. Pero son otras vivencias. "Aquí la salida es otra cosa. Cuando salen y les cantan es cuando empieza el Viernes Santo". El que venga, el siguiente, será cuando empiece. Mientras, colas, las últimas de un año sin procesiones, el segundo, que nadie querría contar.
Comentarios