El 10 de abril de 2021, Juan Carlos Cortés Aguilar era atropellado mortalmente en la Ronda del Tamarguillo (Sevilla). El conductor que le causó la muerte se dio a la fuga tras arrollarlo a toda velocidad y dejarlo tendido en el suelo con heridas muy graves.
No tenía permiso de conducir (el juzgado de lo Penal había ordenado hasta en dos ocasiones la retirada del mismo) y contaba con antecedentes penales por violencia de género.
Tres días permaneció huido de la justicia hasta que se entregó a la Policía. La víctima, natural de La Barca de la Florida, estaba cruzando por un paso de peatones. Acababa de terminar su jornada laboral en el bar en el que trabajaba y se dirigía a su casa.
Dieciséis meses después de aquel trágico suceso, todavía no se ha firmado ninguna sentencia judicial contra el delincuente que le robó la vida a Juan Cortés.
Su familia pide justicia, aunque su hermana ha perdido la fe en el sistema judicial español. "Cuando en diciembre termine el juicio, estará –el individuo que arrolló mortalmente a Juan Carlos– casi en la calle. Dos años estipula la ley por homicidio por imprudencia. Y te tienes que comer esto cuando mi hermano nunca más estará con nosotros", señala Lidia Cortés.
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