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'Padre Coraje' se encuentra a escasos 70 kilómetros de alcanzar la capital de España en su caminata por pedir que no proscriba el asesinato de su hijo Juan hace casi 20 años.

Paco Holgado afronta sus últimos kilómetros en su camino a Madrid. En la jornada de este 12 de octubre ha llegado a la localidad castellano-manchega de Huerta de Valdecarábanos, a escasos 70 kilómetros de la capital de España. Si todo marcha bien, entre el miércoles o el jueves está previsto que el jerezano cumpla el objetivo que se marcó el pasado 28 de septiembre, cuando comenzaba su caminata en la rotonda dedicada a su hijo Juan.

Conforme han ido pasando las jornadas, Paco se ha ido viendo cada vez más acompañado por centenares de personas que lo han reconocido y que le han mostrado su apoyo, desde conductores que simplemente le saludaban tocando el claxon hasta vecinos de diferentes localidades que incluso lo acompañaban durante varios kilómetros. El ‘padre Coraje’ ha sido recibido también por prácticamente todos los alcaldes de las localidades por donde ha pasado y hecho noche. Además, mantuvo un encuentro en Puertollano con el padre de Ana María Fernández, la joven que en 1997 fue asesinada a puñaladas sin que a día de hoy se conozca al autor del crimen y a la que homenajeó entregando un ramo de flores en su tumba. Pero sobre todo ha recibido el cariño de cientos de vecinos. Se puede decir que en esta aventura, lamentablemente, Paco ha estado más arropado por aquellos que menos lo conocen que por los propios jerezanos.

La página de Facebook ‘Apoya a padre Coraje’ recoge a diario las peripecias de Paco Holgado, y a través de la misma conocimos que su abogado, José Miguel Ayllón, que es también presidente de la Asociación Nacional de Víctimas de Delitos Violentos, escribió la pasada semana una carta dirigida al rey Felipe VI al que se le pide que por favor lo reciba a su llegada a Madrid para que apoye y de mayor visibilidad a su causa.

Con Madrid ya prácticamente a la vista y tras recorrer 500 kilómetros, Paco ha ido ganando en confianza. Su salud no se ha resentido, y de hecho se ha sometido a diferentes chequeos médicos en varios de los pueblos por donde ha pasado. Su objetivo cada vez está más cerca. Lo único que hace falta, y lo que desea, es que una vez en la capital pueda ser recibido, al menos, por el ministro de Justicia. Que consiga impedir que el crimen de su hijo Juan prescriba ya será otra cosa.

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Jorge Miró

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